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Los trabajadores de las bodegas de Nueva Rumasa pierden la paciencia

Las plantillas de las empresas que fueron de los Ruiz-Mateos amenazan con protestas si los actuales dueños no aclaran su futuro

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Del compromiso por el empleo a la incertidumbre para decenas y decenas de puestos de trabajo. Ése es el giro de 180 grados al que se enfrentan los trabajadores de las bodegas que tenía en el Marco de Jerez la familia Ruiz-Mateos y que ahora son propiedad del grupo Back in Business del empresario valenciano Ángel del Cabo.

No en vano, como explicaba ayer el secretario de la federación agroalimentaria de CC OO en Cádiz, Luis Páez, «la situación a la que se enfrentan los empleados de estas empresas es dramática, sobre todo porque hay noticias de todo tipo y rumores extraoficiales que hablan de despidos masivos y fusiones de empresas, pero hasta el momento no se nos ha dado ninguna explicación oficial de lo que va a pasar».

De esta forma, desde los sindicatos CCOO, UGTy CGT criticaban ayer la falta de respuesta de los actuales propietarios de las bodegas, el grupo Back in Business, con los que este medio también trató ayer de contactar sin éxito.

En esta tesitura, y una vez que ya se han reunido los comités de empresa de Zoilo Ruiz-Mateos, Complejo Bellavista, Valdivia y Teresa Rivero, los representantes de los cientos de trabajadores de estas bodegas han decidido citarse para este próximo viernes para decidir de una vez las movilizaciones que se van a emprender.

Tal como recalcaron ayer desde las centrales sindicales CC OO, UGT y CGT, «las plantillas se echarán a la calle si no hay respuesta a lo largo de esta semana, sobre todo porque es un hecho que las fábricas están ya funcionando a medio gas por la falta de materia prima, porque a los empleados se les deben varias nóminas y porque la inquietud de los trabajadores crece cada día».

Cita en la Audiencia Nacional

De otro lado, ayer se supo que el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha citado a declarar al fundador de Nueva Rumasa, el empresario jerezano Jose María Ruiz-Mateos, el próximo 18 de enero, por segunda vez dentro de la causa abierta por la presunta estafa a los inversores de pagarés de las empresas del holding de la abeja, según la providencia dictada ayer lunes, a la que tuvo acceso Europa Press.

El patriarca de la familia Ruiz-Mateos comparecerá a petición propia, después de que el juez haya aceptado su solicitud formulada por su representante legal.

El empresario declaró por primera vez el pasado 18 de octubre como imputado por presuntos delitos de estafa e insolvencia punible por las emisiones de pagarés destinadas a los inversores.

En su primera comparecencia, el empresario jerezano se atribuyó toda la responsabilidad de la gestión de Nueva Rumasa y eximió a sus hijos de la toma de decisiones. Eso sí, en esa ocasión Ruiz-Mateos se limitó a leer una breve declaración por escrito y no contestó a las preguntas del fiscal, así como de las acusaciones particulares.

En la causa también están imputados su mujer, Teresa Rivero, sus seis hijos varones y su sobrino Zoilo Pazos por los mismos delitos. Todos ellos declararon también el pasado mes de octubre y achacaron al patriarca toda la responsabilidad al frente de Nueva Rumasa.

Precisamente ayer lunes el empresario octogenario convocó a los medios de comunicación a asistir a una rueda de prensa en casa de su hija Begoña, situada en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Finalmente, el empresario jerezano anuló el encuentro alegando una «indisposición».

La Fiscalía Anticorrupción concluyó que la familia Ruiz-Mateos captó un total de 385,3 millones de euros de 4.110 inversores mediante la emisión de pagarés de 13 empresas del grupo Nueva Rumasa. Los fiscales fijan en 289,1 millones de euros el total que queda por abonar a los inversores, ya que el grupo abonó algo menos del 25% de las obligaciones.

La Audiencia Nacional continúa así con las diligencias de investigación abiertas en junio de 2010, a raíz de la querella presentada por un grupo de inversores. Ruz sigue admitiendo la personación de los afectados por los pagarés que suman ya más de 300 en la causa.

El 9 de septiembre de 2010, los Ruiz-Mateos vendieron parte de las sociedades de Nueva Rumasa al empresario experto en quiebras Angel de Cabo. Ruz citó al nuevo propietario del grupo empresarial a declarar como testigo el pasado 21 de noviembre para explicar el proceso de compra, pero finalmente suspendió su comparecencia y decretó el secreto de sumario.