Saucedo, hoy antes de hablar ante los medios | FRANCIS JIMÉNEZ
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Sebastián Saucedo dejará el cargo de subdelegado del Gobierno el último día de agosto

El veterano dirigente socialista, de 61 años, ha solicitado la jubilación anticipada y al dejar de ser funcionario la Ley le obliga a cesar

Cádiz Actualizado: Guardar
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Sebastián Saucedo (Chiclana, 23 de septiembre de 1949) ha anunciado este mediodía que dejará de ser subdelegado del Gobierno en la provincia de Cádiz el próximo miércoles 31 de agosto.

El exacalde de Chiclana, exdelegado autonómico de Cultura y de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, abandona la vida de dirigente institucional tras más de 30 años en distintos cargos en tres de los cuatro niveles de la administración pública (el municipal, el regional y el estatal).

Su marcha se debe a una decisión personal mezclada con una circunstancia legal. Como docente, este verano tenía la última oportunidad de acogerse a la posibilidad que tienen los profesores de jubilarse antes de los 65 años (Saucedo lo hará a punto de cumplir 62).

Si hubiera dejado pasar esta ocasión, que ya se planteó en 2010 aunque la descartó, habría tenido que esperar a cumplir esa edad límite más algunos meses. Prefiere pasar página y considera que "ha cumplido una etapa", que ha desarrollado una larga fase de "compromiso con la comunidad y los ciudadanos" por lo que ha decidido irse. Al dejar de ser docente, explicó, incumple una obligación de la Lofage (texto legal que rige la administración pública) por la que los subdelegados del Gobierno deben ser funcionarios de nivel A (licenciados superiores).

Al dejar de serlo, por jubilación, debe dejar el cargo. Saucedo se marcha tras cumplir la etapa más larga de un subdelegado del Gobierno (anteriormente, gobernadores civiles) desde el siglo XIX. Nadie había permanecido tanto tiempo en la representación del Estado en la provincia. En el caso de Saucedo serán siete años y cuatro meses. Asegura que la experiencia le ha "enriquecido enormemente", que se marcha "muy satisfecho" a pesar de que, irónicamente, definió la responsabilidad de la seguridad en una provincia periférica, con bajos niveles de renta y fronteriza como "muy entretenida".

Recurrió al símil futbolístico para resaltar que su mayor orgullo como subdelegado es "haber pasado desapercibido, no haber sido noticia". Aunque admitió que "alguien puede pensar mal" por el hecho de que deje el cargo a dos meses de unas elecciones generales que propiciarían un relevo de todas formas, insistió en que "no hay ninguna otra lectura a este cese, más que la que he dado, ninguna, aunque algunos la harán". Francisco Calero, de forma interina, asume sus responsabilidades.

A falta de dos meses largos para unos comicios, lo más probable es que permanezca en el cargo hasta que el nuevo Gobierno elija otro subdelegado, aunque el Ejecutivo tiene potestad para nombrar a un sustituto de Saucedo aunque sea para unas pocas semanas.