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Universidades de Cádiz y México recuperarán el espíritu de 'La Pepa'

«No podemos dejar que las esperanzas se marchiten, no podemos prescindir de las utopías», ha señala el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro

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Las universidades de Cádiz y la Nacional Autónoma de México han firmado hoy un convenio de colaboración por el que se crea la cátedra "1812", con la que reflexionarán sobre las democracia y los derechos humanos en los últimos doscientos años e intentarán recuperar el espíritu de la Constitución de 1812, "La Pepa".

En la conferencia con la que se ha inaugurado esta cátedra, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro, ha afirmado que el ser humano necesita hacer "un alto en el camino" para cambiar un sistema "que deja a muchos ciudadanos a su suerte" y ha apostado por la educación como el mejor instrumento para construir la paz y la igualdad.

"No podemos dejar que las esperanzas se marchiten, no podemos prescindir de las utopías", ha señalado el rector.

José Narro ha firmado con el rector de la Universidad de Cádiz , Diego Sales, el convenio en el que se sustentará esta cátedra, por la que las dos universidades intercambiarán investigadores, realizarán conferencias, jornadas y seminarios para "recuperar" el espíritu de la Constitución de 1812 y "asomarnos a la ventana del futuro", en palabras del rector mexicano.

El comisario para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia de México, Enrique Márquez, y el presidente del Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de "La Pepa", Francisco Menacho, han participado en la inauguración de esta cátedra, que une a dos países que tienen por delante el reto de "crear una gran carretera del conocimiento", según Narro.

Una cátedra que servirá también para afianzar los lazos entre dos países que tienen ahora "un mundo de oportunidades" para "despertar" los valores que llevaron a la promulgación de aquella primera constitución, que declaró en 1812, y además de la soberanía nacional o la libertad de imprenta, la igualdad entre los españoles de uno y otro lado del Atlántico.

Fue "la génesis del mundo hispanoamericano, la primera posibilidad de verse como iguales", ha asegurado el rector mexicano.

Aquella carta magna que fue promulgada en Cádiz y que redactaron diputados españoles y americanos, como Ramos Arizpe, el padre del federalismo mexicano, tuvo una "enorme repercusión" en América y en especial en México, ya que se convertiría en la inspiración de la constitución mexicana de 1824, que "consolidó la independencia" del país.

La importancia de aquella constitución "tan avanzada" que hoy en día "conserva su vigencia" tuvo en México está aún plasmada en el nombre oficial del conocido Zócalo de la capital mexicana, que se llama Plaza de la Constitución en honor de "La Pepa", según ha recordado Enrique Márquez.

Doscientos años después de la promulgación de aquella revolucionaria constitución las sociedades de uno y otro lado del Atlántico ha vivido "cambios enormes" y ha habido una "palpable mejoría de la vida de las personas", pero no se ha avanzado lo suficiente porque "la globalización ha puesto en evidencia" que todavía quedan muchas desigualdades entre los países.

Narro ha recordado que todavía existen 750 millones de personas mayores de quince años que no saben leer ni escribir, y que las tasas de educación universitaria saltan de una media del 75 por ciento en los países desarrollados, a un 38 por ciento en América Latina, o a un uno por ciento en algunos países africanos.

"Las desigualdades amenazan la estabilidad de las sociedades", ha afirmado el rector para apuntar que "algo no funciona cuando el terror y la violencia se pretende imponer, cuando los pobres se acumulan".

Como primera lección de esta cátedra "1812" el rector ha querido dejar claro que la educación "es una de las claves para edificar un porvenir mas alentador" porque "es uno de los grandes igualadores sociales" y porque "cuanta más educación más posibilidades existen de resolver en paz cualquier tipo de diferencia", ha sostenido para sentenciar después que "nos toca a nosotros ahora lograr la utopía de que nuestro jóvenes tengan futuro".