El consejero de Educación, víctima de un altercado a las puertas del Consistorio jerezano

Un grupo de trabajadores municipales se apostaron esta mañana a las puertas del Cabildo antiguo como protesta a los retrasos en el cobro de las nóminas. En el transcurso del pleno solemne en el que la corporación municipal entregó la Medalla de Oro de la ciudad a la Escuela de Arte en el año de su centenario hicieron oír sus quejas con pitos y proclamas contra la gestión de la alcaldesa, Pilar Sánchez, y su equipo de gobierno. Esta situación, que se ha convertido en algo más habitual de lo deseable en los últimos meses, pasó a ser más grave cuando el consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, acompañado por la delegada provincial Blanca Alcántara, abandonaba la sede municipal. Una treintena de miembros de los sindicatos CGT y SIP rodearon el coche oficial, le arrojaron tierra de las macetas y propionaron algún que otro golpe al vehículo, que tuvo que ser escoltado por la Policía Nacional hasta que enfiló la calle José Luis Díez.

Tanto desde IU como desde el PSA lamentaron la actitud de los trabajadores hacia un responsable autonómico que nada tiene que ver con el conflicto local pero también criticaron «la insensibilidad» de los socialistas jerezanos por dejar al consejero salir solo del Consistorio «sabiendo lo que había fuera». Además, Joaquín del Valle destacó que «si hubieran sido familias con necesidades, la Policía Nacional hubiera actuado con más contudencia».

Desde el sindicato CGT, José García responsabilizó «a la alcaldesa y al equipo de gobierno de lo que ha ocurrido». Insistió en que, a pesar de que el coche circulaba a una velocidad reducidísima similar a la del paso humano, «podía haber arrollado a algunos trabajadores». Miguel Ángel Periñán, representante del Sindicato Independiente de la Policía Local, dijo por su parte que «sólo le hemos demostrado nuestro sentir porque todavía no hemos cobrado toda la nómina». Por último, Lola Vázquez, desde CC OO, se desmarcó totalmente de los incidentes y aseguró que «nuestra forma de protestar es con una pancarta y respetando a las personas».