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Localizados más de un centenar de restos arqueológicos subacuáticos

Es "un hito importante", según ha señalado la ministra de Cultura, que ha destacado que estos trabajos servirán para "evitar el expolio" y el "saqueo comercial" en unas intervenciones delicadas

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Más de un centenar de restos arqueológicos subacuáticos han sido localizados en aguas de Cádiz en una campaña emprendida por los Ministerios de Defensa y Cultura para localizar y proteger este patrimonio y preservarlo del expolio.

Las ministras de Defensa y Cultura, Carme Chacón y Ángeles González-Sinde, han presenciado hoy uno de los últimos días de trabajo de esta primera Campaña de Protección del Patrimonio Subacuático, a bordo de uno de los dos cazaminas de la Armada que en el último mes se han dedicado a esta búsqueda en la franja marítima que va desde la desembocadura del Guadalquivir a Tarifa.

"Donde unos ven un botín, nosotros vemos historia. Donde unos buscan oro, nosotros encontramos patrimonio", ha dicho Carme Chacón sobre esta campaña con la que Defensa pretende cumplir con su "vocación, voluntad y obligación" de conservar el patrimonio subacuático.

Una campaña que pretende descifrar "las páginas de ese libro vivo" que es el mar, especialmente en esta zona del litoral, una de las más ricas del mundo en patrimonio subacuático, según ha destacado la ministra de Cultura.

Dos cazaminas, una lancha del Instituto Hidrográfico de la Marina, varios tipos de sensores y un robot, junto a un centenar de marinos, algunos de ellos buceadores, han participado en esta campaña que se inició el pasado 8 de septiembre y finalizará el próximo día 7, dentro de una búsqueda en la que también han participado el Ministerio de Cultura y de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

En este mes de trabajo han sido localizados a una profundidad de hasta 200 metros un total de 128 restos de posible interés. De ellos quince han sido ya identificados y sólo uno, un ancla del siglo XVIII, ha sido considerado de interés arqueológico.

Ahora queda el trabajo de identificar el resto para completar esta campaña que la ministra de Defensa ha calificado de "éxito" porque, aunque no se hayan encontrado restos de naufragios emblemáticos del siglo XIX como el navío "Reina Regente" o el galeón "Santísima Trinidad", si ha aportado "experiencia" para completar en el futuro un trabajo con el que "con el tiempo lograremos que la arqueología submarina deje de ser una gran asignatura pendiente".

De hecho, Carme Chacón ha señalado que se calcula que en esta zona hay entre 500 y 800 pecios, de los más de tres mil que puede haber en todo el litoral español y entre ellos, además de navíos, podría haber "aviones, submarinos o incluso asentamientos humanos".

Tanto las ministras, como el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, han destacado la coordinación de esfuerzos de las distintas administraciones que ha permitido llevar a cabo estos trabajos, dentro del primer convenio de este tipo que se firma con una comunidad autónoma, que se repetirá en otras regiones españolas.

Este convenio, en el que se han invertido más dos millones de euros, se enmarca dentro del Plan Nacional para la Protección del Patrimonio Arqueológico y forma parte de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de la UNESCO, que España ratificó en el 2005.

Es "un hito importante", según ha señalado la ministra de Cultura, que ha destacado que estos trabajos servirán para "evitar el expolio" y el "saqueo comercial" en unas intervenciones delicadas, ya que "un yacimiento arqueólogico es un libro que se lee una sola vez" y por ello debe contar con todas las garantías, según ha añadido el consejero de Cultura.

Carme Chacón, que ha apuntado que la próxima semana se sabrán más datos sobre el interés arqueológico de los restos hallados, ha señalado que esta campaña ha dado los "primeros frutos" para desentrañar los misterios que encierra el mar.

"El mar no es una caja fuerte, sino más bien un libro en cuyas páginas está escrita una parte importante de nuestra historia", que hay que proteger porque "son especialmente atractivos" para intereses comerciales.