Una representación de la comunidad parroquial de San Benito Abad se encargó de descubrir durante la eucaristía del pasado domingo la obra ya restaurada
puerto real

El Señor de la Vera-Cruz vuelve a casa

La Hermandad puertorrealeña recibe la talla después de su restauración en un taller jerezano

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El acto penitencial de la Eucaristía celebrada en la mañana de este domingo en la Parroquia de San Benito Abad fue el momento elegido para la presentación de la talla del Cristo de la Vera-Cruz, una vez restaurada en los talleres jerezanos de Agustín Pina Calle. La imagen ha estado cinco meses fuera de Puerto Real, justo desde el último Sábado Santo, antes de la vuelta a su sede canónica. En ese tiempo se le ha efectuado una limpieza, se le ha tratado de unos agujeros aparecidos en su cabeza por la acción de los xilófagos y se le han revisado unas grietas detectadas en los ensambles de la madera.

Una representación de la comunidad de San Benito, conformada por el Hermano Mayor de la Cofradía, Francisco Lobo, una costurera del taller de bordado, una integrante del Grupo Joven y una feligresa, se encargaron de retirar el manto que ocultaba la figura del Crucificado. Antes se dio lectura al decreto de la Vicaría General del Obispado, que aportaba el informe favorable para su vuelta al culto. La ceremonia fue celebrada por el padre Jesús Andrades León, que ha tomado posesión recientemente como nuevo párroco.

El Cristo fue esculpido por Tomás Chaveli hace ya 38 años, aunque Francisco Lobo descubrió como curiosidad que "la madera no es hasta los cuarenta cuando ya se queda en su estado definitivo". Lobo aportó como otro elemento anecdótico el hecho de que la imagen permaneciera este sábado en la Capilla del Carmen, donde hoy se emplaza la Hermandad del Rocío. Aquella fue el destino original del Cristo allá por el mes de septiembre de 1972, cuando era la sede de la Vera-Cruz. La segunda coincidencia es que en ambas ocasiones procedía de Jerez, la primera recién terminado y esta después de su recuperación.

La imagen permanecerá ante el altar mayor de San Benito hasta que se celebre la Exaltación de la Cruz, para luego volver a su ubicación habitual. La Vera-Cruz está igualmente pendiente de que se remate la restauración de su talla de la Virgen del Carmen, labor de la que se encarga la Fundación Forja XXI.