Un chalé requisado en plena avenida principal de Barbate, donde también actuó la Guardia Civil. :: L. V.
Ciudadanos

Objetivo: acabar con las fortunas de los narcos

Por primera vez, las fortunas pasan a ser un elemento prioritario en las investigaciones; el fin es dificultar la vuelta al negocio de los clanesLa Guardia Civil decomisa en menos de dos años 12,6 millones en bienes vinculados con la droga

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Fardaba de lo lindo por Sanlúcar con su Mercedes. Ni la alcaldesa del pueblo o el empresario más próspero podían hacerle sombra a su caprichito, un modelo traído desde Alemania que aún no se comercializa en España. Sin embargo, Iván no procede de ninguna familia pudiente ni tampoco posee un espíritu emprendedor que le hiciera rico a base de muchas horas de trabajo. Este joven de 25 años es uno de los cabecillas de una de las bandas de narcos recientemente desmantelada por la Guardia Civil en la autopista de la droga, en la desembocadura del Guadalquivir. Como él, otros tantos narcos de la provincia, cegados por el lujo, han ido acumulando un patrimonio demasiado escandaloso a la vista de todos. Ahora esa riqueza está en peligro porque la Guardia Civil la tiene en su objetivo. En menos de dos años, las primeras investigaciones patrimoniales a los clanes de la droga gaditanos han permitido el decomiso de 12,6 millones de euros en bienes inmuebles y de otro tipo.

En febrero de 2008 se culminaban las primeras pesquisas de este tipo, que sacaron a la luz una fortuna obscena que estaba a nombre de la esposa de un narco barbateño, quien, por cierto, aún espera ser juzgado por la conocida 'Operación Estela', ejecutada en 2002. Una vivienda de lujo, tres negocios, dos naves industriales y una empresa conformaban un patrimonio, salido del narcotráfico, valorado en 5.275.000 de euros.

Los datos eran tan alarmantes y el sentimiento de impunidad tan evidente -el matrimonio no se escondió y construyó su mansión en la avenida principal de Barbate, destacando el inmueble por encima del resto- que en el seno de la Comandancia de Cádiz se decidió destinar a dos agentes de la Policía Judicial a sumergirse en una montaña de papeles para localizar las fortunas derivada de la delincuencia organizada; si bien, la mayoría de su trabajo se centra en los clanes de la droga que sus compañeros investigan desde otro punto de vista. Cosas de esta provincia, tan marcada por el tráfico de hachís y ahora también por la cocaína.

Para la lucha antidroga

Aunque pequeños en número de efectivos, el equipo de blanqueo ha demostrado una eficacia muy alta; amén de ser pionero en el país, ya que sólo funciona un grupo independiente de esta forma en Cádiz y Madrid. Ellos son los responsables de que esos 12,6 millones de euros en propiedades, extraídos en siete operativos, pasen a manos del Estado para que lo reinvierta precisamente en hacerle frente a los traficantes. Y es que el dinero que se le interviene a estos delincuentes se destina a la lucha contra la droga.

«Nuestro objetivo es poder retirarles la mayoría de los bienes y obstaculizarles así su regreso al negocio». Quien habla es el cabo primero, responsable del equipo. Su experiencia, como la de sus compañeros de la Policía Judicial, les dice que las penas por tráfico de hachís no son gravosas y en pocos años cualquiera de estos traficantes está de nuevo en la calle. Con recursos suficientes para volver a montar una red e introducir alijos por la costa, los narcos vuelven a las andadas sin problemas. Eso es lo que ha estado ocurriendo años atrás, cuando las investigaciones se limitaban a demostrar el tráfico de drogas, pero no indagaban en los beneficios que obtenían estos delincuentes y dónde lo ocultaban. Las investigaciones patrimoniales quieren evitar eso, dejarles sin fortunas y con poca capacidad de maniobra cuando salgan de la cárcel.

Además, como indica este agente, las penas que lleva aparejado el blanqueo de capitales son incluso más elevadas que las del tráfico de hachís: «Se va a dar el caso que la madre de un narco siga en prisión; mientras que su hijo ya esté en libertad». La mención que hace a un tipo de lazo familiar no es caprichosa. La forma de blanqueo que hasta ahora ha destapado este equipo son muy básicas. Los narcos utilizan a miembros del entorno más próximo para poner a su nombre las propiedades que van acumulando; alguna que otra vez recurren a personas de fuera de la familia, pero rara vez estos engranajes del sistema de lavado de ganancias desconocen por qué aparecen como propietarios de coches de lujo o viviendas de alto 'standing'.

Estos chanchullos dan como resultado ejemplos tan disparatados, pero que sólo se conocen si se investiga entre bases de datos, como un jubilado sin carné que sea dueño de un BMW valorado en más de 60.000 euros; que un desempleado que cobra una ayuda pública tenga productos financieros a su nombre; o que el joven Iván acumule una fortuna de 420.000 euros, aunque su vida laboral sea muy corta, casi inexistente.

Sólo en las últimas investigaciones los agentes se están topando con fórmulas más elaboradas mediante el uso de empresas fantasmas cuya sede social estaba en Gibraltar, donde la política fiscal es más laxa. «Es probable que si las redes de narcotráfico se vuelven más complejas, también lo sean las operaciones de blanqueo». Esto sucederá previsiblemente cuando irrumpan las grandes organizaciones que mueven millones de euros en cocaína. Pero a día de hoy, sólo se ha detectado en suelo gaditano la participación de algún miembro, que actúa principalmente de correo trayendo mercancía.

Al igual que son rudimentarios en las estructuras financieras que idean para desviar las ganancias obtenidas por el narcotráfico. Sus preferencias a la hora de ir construyendo un patrimonio se podrían comparar con las del nuevo rico: coches de lujo, mansiones, ropa cara, jacuzzis o televisiones de plasma; las obras de arte o los bienes en otros países aún están por ver. Por eso, muchos de los operativos antidroga nacen porque los narcos hacen una excesiva ostentación entre sus vecinos de una riqueza de dudosa procedencia.

Operaciones bancarias

También están invirtiendo en productos financieros como fondos a largo plazo y planes de pensiones. Aquí es vital, como indican desde la Guardia Civil, que las entidades bancarias estén alerta ante cualquier operación sospechosa.Nuevamente esta referencia no es baladí. En una de las operaciones detuvieron a dos directores de sucursales bancarias que autorizaron préstamos a personas que en condiciones normales no habrían obtenido ningún dinero, como un parado sin ingresos reconocidos. Los agentes concluyeron que ese personal de la banca sabían a qué se dedicaban realmente sus clientes.

Las investigaciones patrimoniales suelen durar entre cuatro o cinco meses, cuando se trata de una red pequeña, o prolongarse hasta un año y medio, debido al rastreo minucioso de las propiedades que tienen los familiares y amigos de los traficantes. Sin embargo, al equipo de blanqueo se les sigue resistiendo un objetivo: localizar el dinero en metálico que dilapidan a diario los traficantes en fastuosas comidas o visitas a clubes de alternes y que, por razones lógicas, no guardan en ninguna cuenta bancaria. «Lo habitual es que lo escondan en agujeros practicados en el suelo de sus parcelas, que por supuesto no están a su nombre». Sólo una vez llegaron antes de que el dinero fuera sacado a hurtadillas, pero reconocen que esa tarea es como buscar una aguja en un pajar.