Manu Carrasco aparta la caja y el bombo para triunfar en Cádiz

Por su afición a la fiesta, por los amigos que tiene en Cádiz, por la cercanía física y psicológica,... y no sólo por inercia, Manu Carrasco actuó ayer en la plaza de San Antonio. El cantante onubense presentó en Cádiz su nuevo disco, Inercia, ante un público variado de todas las edades que le acompañó con sus voces en los temas más reconocidos.

Muchas chicas, también chicos, mayores y pequeños, y ganas de ver de cerca al ídolo andaluz y además gratis. El enclave gaditano registró una gran afluencia de aficionados que dejaron a un lado la caja y el bombo para rendirse al pop nacional del de Isla Cristina. Muchísima gente se arremolinó en la plaza y en las calles adyacentes, vibrando con cada una de las canciones.

Es una constante que estos conciertos siempre acaben dejando pequeña la plaza de San Antonio, en una demostración de que la ciudad demanda también actividades que se salgan del más puro Carnaval.

La actuación comenzó con cierto retraso, lo que vino bastante bien a esas personas que llegaron tarde por culpa del atasco que siempre se genera a la entrada de la ciudad. Lo bueno se hace esperar, se consolaban.

Y de categoría. Así sonó su cuarto disco, en el que se nota su evolución. Carrasco ha dejado de ser ese cantante prototipo de Operación Triunfo para acercarse a un estilo más personal. También va dejando atrás algunos dejes propios de la tierra, cercanos al flamenco o al mismo Carnaval (él mismo salía en las comparsas de Huelva, donde existe una gran tradición). No los pierde pero va añadiendo algunos toques pop que funcionan mucho mejor en el mercado nacional.

Con Miguel Nández

Inercia es más sentimental que sus trabajos anteriores, contiene más fuerza. Las canciones han sido compuestas por él, más maduro que recién salido de la Academía y con mayor formación musical.

Sígueme fue la canción más aplaudida y cantada por los aficionados que se dieron cita en San Antonio. Es su tema más reconocido. También destacan Llueve sin descanso, Dios lo sabe, Menos mal, Ya no tengas miedo, Porque y Puede que sin ti.

Aunque empezó un poco frío (las adversas condiciones climatológicas pesaron en el inicio), el ambiente se fue caldeando a medida que Manu Carrasco se metió al público en el bolsillo. Ya no importaba demasiado el fuerte viento de levante que soplaba en este centro neurálgico de la ciudad.

Su carisma (que le llevó a ser segundo en su edición de OT) y su habilidad con la guitarra fue premiada constantemente con aplausos y gritos de ánimo. También algunos piropos, algunos de ellos subidos de tono, que por el sonido no llegaron a los oídos del onubense. Interacción entre artista y público, cantando a dúo los estribillos.

Y el momento más emotivo, cuando Miguel Nández se subió a las tablas y le acompañó en sus canciones. Triunfitos y amigos, unidos por la música. Cádiz y Huelva unidas en concierto.

Terminó pasada la medianoche pero nadie parecía cansado. Todos pedían más. Pero ya fue suficiente. Para hoy les espera otra cita. La llegada de El Cigala, quizás para un público algo más selecto, aunque con Manu no hubo discriminaciones. Todos contentos.