Un debate vital pero sin público

No es que en el resto de los plenos suela haber llenos a reventar -a menos que algún colectivo, sindicato o asociación vaya a tomar la palabra cuando se levanta la sesión- pero la de ayer pudo ser una de las reuniones más trascendentales de los últimos años. Hubo otros debates del PGOU, de éste incluso, pero ninguno que las cifras en la mano y ningún otro, como recordaba ayer el portavoz socialista, con la vinculación jurídica que se le presupone ya a este documento. Y sin embargo, salvo tres o cuatro representantes por cada partido, las tribunas del público estuvieron vacías. Por cierto, entre los escasos simpatizantes estaba José Loaiza, hoy parlamentario andaluz y hasta hace poco responsable del Urbanismo de la ciudad. Loaiza no se fue sin que la oposición se acordara de él y no precisamente para bien. El portavoz de IU, Sebastián Terrada, que mantuvo una agria polémica con Loaiza, por recurrir a los tópicos, le dijo ayer a Romaní «que había hecho bueno al señor Loaiza». Desde el banco, el ex concejal, resignado, se encogía de hombros.