RESCATE. Una grúa levanta una parte de la furgoneta siniestrada que se partió en dos. / LA VOZ
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Ana Torroja y Esther Arroyo siguen hospitalizadas aunque su evolución es favorable

El conductor de la furgoneta es el herido que presenta un estado más grave y continúa ingresado en la UCI

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El único parte médico difundido por el Servicio Andaluz de Salud en el día de ayer confirmaba la mejoría de los heridos que habían sobrevivido al accidente del viernes por la mañana en la N-340 cuando una furgoneta y un monovolumen chocaron en las inmediaciones de una curva del punto kilométrico 44. Tanto las artistas Ana Torroja y Esther Arroyo como sus respectivas parejas y un amigo que viajaban con ellos en una Chrysler Voyager, que conducía el esposo de la modelo gaditana, están evolucionando de forma favorable.

El diagnóstico más preocupante sigue siendo el del joven de 29 años, Óscar Jiménez Pérez, quien aún no ha abandonado la UCI del Clínico de Puerto Real. Sin embargo, en el citado parte médico se apunta que dentro de la gravedad de las heridas que sufre se mantiene estable.

Esther Arroyo había sido operada el viernes por la tarde de una fractura en la pierna derecha; una intervención que había superado con éxito y tras la cual fue llevada a la Unidad de Reanimación Quirúrgica donde aún seguía en el día de ayer. Su esposo, Antonio Navajas, se encuentra ingresado en el mismo centro hospitalario con un cuadro clínico de contusiones y traumatismos del que evoluciona sin complicaciones.

También en Puerto Real estaba hospitalizado un amigo de la pareja, Miguel Ángel Horga, quien fue trasladado el viernes por la tarde al Puerta del Mar de Cádiz, donde iban a someterlo a una exploración médica por el traumatismo facial que sufre y donde continuaba ayer.

En Algeciras está ingresada Ana Torroja con su pareja, Rafael Duque. La cantante sufrió la fractura de una clavícula que no ha presentado complicaciones y de la que se está recuperando. Ya el mismo viernes fue pasada a planta y en una habitación del Punta de Europa continúa. Su marido fue operado en la tarde del viernes y presenta también una evolución favorable, aunque aún no ha abandonado la UCI.

El siniestro dejó una víctima mortal, Ulises de Assas Rodríguez, de 40 años, que viajaba también en el monovolumen, en su parte trasera. Fue derivado al Clínico de Puerto Real y durante la intervención quirúrgica a la que fue sometido, falleció.

El siniestro ocurrido sobre las nueve y cuarto de la mañana estuvo motivado, según la investigación de la Guardia Civil y los datos aportados por fuentes de la DGT, por un exceso de velocidad de la furgoneta, cuyo conductor perdió el control en la salida de una curva. A esa velocidad inadecuada se unió las malas condiciones climatológicas del momento: el fuerte viento y una calzada mojada por la lluvia obligaban a los conductores a extremar la precaución aún más si cabe. Además, el accidente vino a ratificar la peligrosidad del tramo de la N-340 que discurre por la provincia que está aún pendiente de desdoble. En esta parte de la carretera hay localizados siete puntos negros.

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