Ciudadanos

Los profesores de religión anuncian movilizaciones si persiste el recorte de horas

Los profesores de religión han abierto un nuevo frente ante una situación que califican de «precaria e injusta». El colectivo de docentes gaditanos se reunió ayer con el presidente de la asociación nacional de profesores de religión Apprece, Rafael Martín Gómez, para trasladarle su situación, tal como recalcaron fuentes del colectivo de la provincia a este diario.

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Los profesionales redactaron un manifiesto durante el encuentro que tienen previsto hacérselo llegar la próxima semana al delegado de Educación, Manuel Brenes, en el que denuncia su situación. Según las fuentes consultadas, «la reducción de horas ha traído consigo una pérdida de contratos y una mayor precariedad a los profesores de la materia», que han visto reducidos sus contratos a media jornada. Si esta situación se mantiene no descartan movilizaciones como ya lo han hecho los profesores de Granada o las que han convocado los profesionales de Sevilla.

«Muchos cobran sueldos por debajo del salario mínimo interprofesional», aseguraron los docentes gaditanos, que acusan a la Junta de llevar a cabo una «regulación de empleo encubierta». De la misma forma, denunciaron la falta de comunicación con los propios profesores, que, según dijeron, «se han enterado de la asignación de horas cuando se presentaron en los institutos en los que impartieron clase el año pasado».

Justificaciones

Por su parte, la Asociación de profesores ANPE ha solicitado al Director General de Profesorado una reunión urgente para pedirle explicaciones sobre la reducción horaria de Religión que se pretende aplicar en la Enseñanza Secundaria Obligatoria.

En la Mesa Sectorial de Educación celebrada el día 27 de junio, la Consejería manifestó que el número de horas asignado a este colectivo sería similar al del curso anterior, pero ha sido así, recalcó la asociación en un comunicado. La Consejería pretende justificar esta rebaja por la disminución de la demanda.

Sin embargo, no es creíble que de un curso para otro la opción en la elección de esta asignatura haya caído más de un 20%. Muy al contrario, «se está forzando a los centros a formar grupos de alumnos con una ratio excesiva que amenaza con obstaculizar el normal desarrollo pedagógico de la materia y que no se aplica en otras asignaturas optativas del currículo».