CÁDIZ

La economía sumergida mueve 4.500 millones en la provincia de Cádiz

Los técnicos del Ministerio de Hacienda calculan que, como mínimo, representa el 23% del PIB provincial Los trabajos ilegales sin factura, los empleos sin cotizar al sistema y la construcción ilegal, los grandes focos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Si quiere no le hago factura, pero le saldrá unos 50 euros más caro por culpa del IVA». El mecánico se limpia los dedos en el pantalón; las manos siguen tan negras como antes. La reparación se ha ido de presupuesto y una rebaja siempre viene bien. «De acuerdo», contesta el cliente, con lo que aquel arreglo pasará al limbo de los servicios que no se han prestado y Hacienda nunca sabrá que existió, aunque se lo imagine. La ausencia de una factura que refleje la transacción será una piedra más atada al tobillo de la economía sumergida.

Las estimaciones son más aventureras que otra cosa y si hay una coincidencia en todos los analistas es que cualquier cálculo se queda corto. Con todo, el tesoro escondido en la Bahía gaditana de riqueza sin declarar al fisco podría ascender a unos 4.500 millones de euros al año, el 23% del Producto Interior Bruto (PIB) de la provincia (que alcanzó los 19.500 millones de euros en el ejercicio de 2006, última estimación que existe realizada por Funcas, la fundación de análisis económicos de las cajas de ahorro españolas).

«La economía sumergida, por su propia definición y origen, es prácticamente imposible de calcular y todo lo que hagamos siempre estará muy por debajo de su potencial», explica José María Mollinedo, presidente de Gestha, la asociación nacional de técnicos de Hacienda. Llevan años denunciando el descontrol del dinero negro en España, señalado por la Unión Europea como uno de los países donde más negocio se cierra en la sombra o a espaldas de la ley. Sus estimaciones no son propias, sino que se basan en las apuntadas por organismos supranacionales como la OCDE o el Fondo Monetario Internacional. «Por lo general, a España siempre la sitúan en un paréntesis de entre el 20%y el 25% de su PIB y luego habrá zonas con más o menos incidencia», añade el portavoz del colectivo administrativo.

¿Cuáles son esos elementos que favorecen una economía oculta más profunda? «Las construcciones ilegales y un fuerte sector primario», responde Mollinedo. Exacto: en Cádiz han proliferado las segundas residencias (o primeras) fuera de cualquier regulación (véase casos denunciados ante los tribunales como los de Chiclana, El Puerto, El Palmar...) y la pesca furtiva es una tradición tan arraigada como el Carnaval.

El peso inmobiliario

«Haces como que lo compras por 20 millones y me das los otros cinco por otro lado». El vendedor acepta la mano que le ofrecen. Entre otras muchas razones, porque el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales le saldrá bastante más bajo. El vendedor recogerá en la declaración de la Renta del año siguiente una plusvalía menor y así todos salen ganando. No así el Estado ni las cuentas públicas que se nutren de estos impuestos. Porque «no nos engañemos», matizan desde Gestha, el estallido inmobiliario de los últimos años ha sido un sumidero de billetes de 500 euros y es en este terreno donde hay que buscar el mayor volumen de dinero negro (y no en el vendedor de camarones de las mañanas de domingo). No en vano, alrededor de una cuarta parte de todos los billetes morados en circulación en todo el continente se intercambian en España y el 69% de las operaciones que se hacen en el país son con este papel, por lo que la Agencia Tributaria ya tiene en su punto de mira miles de operaciones en las que se manejó un efectivo de más de un millar de estos billetes. La mayoría se centran en el mercado inmobiliario de los últimos años.

Pero pinchada la burbuja de la vivienda, hay que buscarse otro lugar donde meter los fajos que no se quieren admitir. ¿Y por qué no un buen coche? No hay nada que se devalúe tan rápido y enjuague limpiamente un exceso de liquidez. La Asociación Gaditana de Concesionarios (Acoauto) pone encima de la mesa los datos. El año pasado, justo cuando comenzó la crisis y la economía se gripó, las ventas de turismos en la provincia gaditana fueron consecuentes con los momentos de restricción y las matriculaciones se redujeron hasta un 5,7% en el balance de final de año (en España, el retroceso fue de un 3%).

Pues bien, en ese mismo panorama, el número de todoterrenos comprados se disparó un 15% y el de vehículos de alta gama (a partir de los 60.000 euros) se incrementó en un 30,2% (no más de un 20% en España).

Empleos sin cotizar

«Lo importante es que me saco un dinerillo y ya tendré tiempo de trabajar en serio». El joven gaditano defiende el empleo que ha conseguido en el bar de un amigo. Gana dinero fresco y el propietario sigue siendo el único trabajador legal del comercio. La hostelería aglutina muchos sueldos sin reflejar, al igual que la construcción, cierta industria, la agricultura... La provincia de Cádiz tiene oficialmente casi 114.000 desempleados, según datos del antiguo INEM (hoy SAE, dependiente de la Junta). Precisamente, el Gobierno regional anda especialmente preocupado por un fenómeno que sólo se da en esta zona: los parados sin empleo anterior.

Según los últimos datos, hay 26.465 gaditanos en esta situación, más de la mitad mayores de 44 años. Es la provincia española con el volumen más alto y suma casi un tercio del total andaluz y más del doble que Madrid y Barcelona. ¿Cómo llegan tantas personas a la edad adulta sin haber trabajado nunca y sólo entonces se apuntan al paro? Quizás sí hayan trabajado. En la economía sumergida.

amedina@lavozdigital.es