PP y PSOE miraron ayer el mismo futuro con diferente cristal. Un futuro cuyo horizonte son las elecciones andaluzas de la primavera de 2012 y que ayer mismo se empezaron a preparar. Los socialistas andaluces aún creen que hay partido para remontar los malos resultados de este domingo y afrontar las elecciones autonómicas con posibilidades de éxito porque «hay una base sólida» y «no hay una distancia insuperable». Este es el mensaje que el secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, transmitió ayer a la ejecutiva regional y a los ocho secretarios provinciales de este partido en sendas reuniones celebradas para analizar los resultados que han hecho perder a su partido la hegemonía en Andalucía. Unos resultados que Griñán admite como «malos», pero no insuperables.
En el lado opuesto, el PP cree que Griñán fabula con un margen inexistente, el de que el PP no tiene asegurada la mayoría absoluta con nueve puntos de diferencia sobre el PSOE y 391.000 votos más. El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, intentó desmontar ayer esta teoría asegurando que, extrapolando los datos del 20N a las autonómicas, su partido obtendría 58 escaños, dos más de los necesarios para la mayoría absoluta en el Parlamento andaluz, lo que hubiera llevado a Javier Arenas a la Presidencia de la Junta. Pese a ello, Sanz advirtió a los suyos de que las andaluzas «no están ganadas».
En realidad la mirada esperanzadora del PSOE parte del hecho de que la ventaja del PP es menor de la que pronosticaron las encuestas días previos a las elecciones, incluida la del CIS, que otorgaba al partido de Rajoy y Arenas una supremacía de más de 11 puntos en Andalucía. «Yo creo que hay partido, hay trayectoria y hay recorrido para el PSOE y por lo tanto va a haber pelea en Andalucía, si yo fuera el PP estaría preocupado», dijo Manuel Chaves a la cadena 'Ser' sobre el hecho de que no se cumplieran tales pronósticos.
Tanto este mensaje como los de Griñán en el mismo sentido se hicieron para consumo interno, para levantar el ánimo por los suelos de los socialistas y para que no se resignen a perder también las autonómicas. «Los socialistas tienen capacidad, convencimiento, fortaleza, militancia y, sobre todo, proyecto para ganar los próximos comicios autonómicos», dijo en ese sentido.
Griñán insistió en ello en su reunión con la cúpula socialista, en la que más que autocrítica por los malos resultados lo que hubo fueron consignas para que el partido no se resquebraje y empiecen las divisiones internas. Fuentes socialistas indicaron a este periódico que hubo llamadas a la cohesión interna ante el proceso congresual que se avecina para elegir al nuevo secretario general del PSOE en sustitución de José Luis Rodríguez Zapatero. Griñán trata de que este proceso no dinamite la campaña de las autonómicas y coloque a su partido en una situación aun peor.
El dirigente andaluz está convencido de haber acertado al no convocar las andaluzas con las generales. «Parece que los que decían que era un error, ahora consideran que ha sido un acierto», dijo en su comparecencia ante los periodistas tras la reunión con la ejecutiva. Pero como ningún socialista tampoco se esperaba una debacle del PSOE tan rotunda, lo que ha colocado a Rubalcaba en una situación delicada para relevar a Zapatero y al partido ante un periodo conflictivo.
Griñán no se mojó ayer en este aspecto. «Mi opinión es que el debate de investidura lo tiene que hacer Alfredo Pérez Rubalcaba», dijo, pero no respondió cuando se le inquirió si le apoyaría como secretario general. Entre elogios al candidato socialista, mencionó que Rubalcaba se ha caracterizado siempre por su desprendimiento y generosidad. «Pocas personas han dado más al partido que Rubalcaba», lo que dejaba dudas sobre si realmente le apoya.
Lo que sí quiso dejar claro es que el congreso federal debe celebrarse para reforzar su candidatura a la Presidencia de la Junta. «La pieza clave del próximo congreso está en Andalucía», advirtió. Probablemente se celebre en esta comunidad y aunque algunas fuentes insinuaron ayer la posibilidad de que Griñán releve a Chaves en la presidencia del partido para reforzarlo cara a las autonómicas, otras fuentes lo negaron.
Aunque Griñán acertara con la separación de los comicios ante el triunfo aplastante del PP, al PSOE andaluz se le presenta ahora una etapa complicada hasta marzo. Griñán volvió a eludir poner fecha a las autonómicas, aunque se le escapó decir en primavera, lo que se supone a partir del 21 de marzo. Tampoco dijo cuándo su partido le nombrará candidato a la Presidencia de la Junta. Eso sí, no dejó dudas de que será el candidato. «Cuando el partido me lo pida, al minuto habré aceptado», manifestó.
Pero mientras en el PSOE todo son cábalas sobre cómo afrontar su etapa más dura y crítica, en el PP tiene claro que la victoria en las autonómicas es un hecho ya consumado, aunque también llaman a la cautela de los suyos para que no se duerman en los laureles. En la extrapolación directa presentada ayer por Antonio Sanz, este partido obtendría 58 diputados en el Parlamento autonómico, frente a los 44 que lograría el PSOE, seis de IULV-CAy uno de UPyD. El Parlamento cuenta con 109 diputados y en la actualidad se reparten de la siguiente forma: PSOE, 56, PP, 47 y IU CA,6.
El PP está convencido de que en las autonómicas el resultado puede ser incluso mejor. Parte del hecho de que al PSOE le cuesta más los escaños que al PP porque este partido está más fuerte en provincias con menos población, como Almería o Granada. Los popularse lograron mejores resultados en 2008 en las autonómicas que en las generales, cuando se celebraron de forma conjunta. La mayor incidencia del paro en esta Comunidad es otro factor a favor de los populares. Sanz tampoco teme que los recortes de Rajoy provoquen rechazo. Cree que la población los entenderá como lo han hecho en Castilla La Mancha y Madrid, donde el PP ha doblado al PSOE.
