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Funcionarios de prisiones alertan de la «grave» falta de personal que sufren

La ausencia de convocatoria pública y la incorporación de los CIS ha agravado este déficit en los últimos cuatro años en los que no se han cubierto 173 puestos, según denuncian

m. almagro
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Un día eligieron estar entre esas paredes. Compartir tiempo y espacio con los que acaban allí por otras razones muy distintas a las suyas. Aquellos que no buscan un futuro porque tampoco tienen presente. Entre perdidos, olvidados, odiados... desarrollan su trabajo «lo mejor posible», midiendo cada paso porque el error sale demasiado caro. Saben a lo que se dedican y están dispuestos a asumir los riesgos que eso conlleve, «pero no así», lamentan. Los funcionarios de prisiones han vuelto a denunciar la falta de medios para poder desarrollar su trabajo dentro de los controles y las medidas de seguridad exigidas y preceptivas.

Según denuncia Acaip, «hace tres años que no se convoca oferta de empleo público» en el sector y esto está mermando, como advierten, la capacidad de los centros penitenciarios de toda España.

Así por ejemplo, en prisiones como la de Puerto II se han perdido 40 trabajadores en estos últimos años. Aseguran que las bajas no se están cubriendo. Según detalla, Ángel Luis Perea, responsable de prisiones de CSIF, en total, en los centros de Cádiz se han perdido 173 empleados públicos penitenciarios en los últimos 4 años.

«Este 2015 la oferta de empleo público ha sido de 275 funcionarios, lo que no cubre ni las jubilaciones, fallecimientos, excedencias de este año, quedando por cubrir los pases a segunda actividad y la creación de nuevos puestos», denuncia por su parte Juan Carlos Sánchez, del comité ejecutivo de Acaip.

A nivel nacional no se han cubierto 1.200 puestos en toda España, lo que supone por ejemplo dos plantillas como la de Puerto III, el centro más grande con casi 90.000 metros cuadrados, no sólo de la provincia, sino también uno de los de mayor dimensión de nuestro país.

Según Perea, la relación de puestos de trabajo (RPT) se están quedando obsoleta. «Se han creado nuevas plazas de trabajo no recogidas en esos catálogos», con lo cual cuando se han necesitado cubrir esas plazas se han detraído de la plantilla actual con la que cuentan, sin que quede registro en ningún sitio. En este sentido, por ejemplo, se establece un número de funcionarios por módulo pero «la realidad es otra». «La RPTmarca cinco por módulo en prisiones como Puerto III y Botafuegos pero se tiene que cubrir con cuatro».

Previsión

Para los sindicatos, esta falta de personal está también ligada a la proliferación de centros de inserción social (CIS) que se abrieron en la etapa del anterior Gobierno socialista. Según los funcionarios fue entonces cuando no se tuvo ya en cuenta con el personal con el que se contaba para poder hacer frente al control de dichas instalaciones destinadas a la reinserción. Como ocurre con el CIS de Jerez, dependiente de Puerto II y donde se tiene que sacar adelante también el trabajo.

Pero como detalla el representante del CSIF, otra de las causas de este déficit de personal y medios que padecen es que en algunas prisiones haya más presos de la cuenta. Así por ejemplo en Puerto III, con capacidad para 1.100 internos, hay 1.500. «Por lo que ya no hay un interno por celda, sino dos. Y la plantilla que hay para cuidarlos es la misma».

Por esta circunstancia, los funcionarios se ven atados a la hora de poder llevar como se les ordena un control. «Es mucho más complicado. Hay que estar pendientes de demasiadas cosas a la vez y no podemos hacerlo todo», lamentan. El caso se agrava cuando tienen que estar más encima de los presos denominados de especial seguimiento, internos con una trayectoria delictiva conocida o especialmente violentos. También es el caso de los terroristas a los que, incluso, tienen que vigilar pertenencias y correspondencia.

A propósito de este exhaustivo control, en verano recibieron una circular por parte de la Secretaria General en las que se les avisaba de que extremaran el cuidado con los presos yihadistas después de que se activara la alerta 4 en toda España. Así, era necesario seguir de cerca los movimientos de estos internos ya que son expertos en la captación de fieles en las prisiones. Además, desde ambos sindicatos advierten de otra circunstancia que se están dando. El aumento del papeleo. Nuevas normativas exigen mayor burocracia con la que tienen que cumplir y que les lleva tiempo. «Además los reclusos también nos piden ayuda a veces para rellenar algunos papeles».

Por su parte, el portavoz de Acaip denuncia la falta de medios materiales en algunos centros como en Puerto II, donde, según sostiene, en algunas dependencias no se han instalado cámaras de vigilancia, algo que considera «muy grave» en un centro penitenciario.

Este déficit de personal no ha aumentado la conflictividad en las prisiones de la provincia, donde no se dan importantes incidentes. «Se hace un trabajo de prevención y control muy grande», explica Ángel Perea. «Siempre hay que anteponerse al riesgo, al peligro, y actuar para que no haya problemas».

Puestos en contacto con Instituciones Penitenciarias sobre estas denuncias no se ha recibido respuesta alguna sobre el asunto.

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