Sergio García con sus padres Eufemio y Anabel
Sergio García con sus padres Eufemio y Anabel - ABC
EDUCACIÓN

La Fiscalía investiga si la Junta de Andalucía discriminó a un niño autista

Los padres meditan ampliar la denuncia a un colegio por segregarle sin un «monitor sombra»

MIJAS Actualizado: Guardar
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La meta de Eufemio y Anabel era que a su hijo se le tratase como al resto de compañeros del colegio. Sergio García es un chico de nueve años con autismo de alta capacidad que, desde que está en el colegio Tamixa de Mijas, está teniendo una asombrosa progresión. «El colegio es una maravilla», apunta Eufemio García. La capacidad de Sergio para seguir el curso con ayuda de un «monitor sombra» hace que los padres echen la vista atrás con desazón. «A Sergio se le ha discriminado hasta en el recreo», espetaba su padre en el momento de denunciar a la Junta de Andalucía por discriminación. Fue en noviembre y lo hicieron ante la Fiscalía de Menores. Pusieron en el punto de mira a la Consejería de Educación, a la que acusan de haber discriminado al niño al no proporcionarle un «monitor sombra» que le integrara con el resto de compañeros. Ahora el fiscal de menores malagueño notifica a la familia que «se incoan las diligencias de investigación penal de referencia para la averiguación de los hechos».

Lo hace cuando Sergio ha recibido un «monitor sombra» que le integra con sus compañeros en clase en otro colegio. Una acción que ha subido su rendimiento. Sus padres no quieren que el calvario por el que está pasando su hijo le suceda a nadie más. «A mí hijo le han arruinado la vida», lamenta Eufemio García, padre de Sergio, que medita ahora ampliar la denuncia a los responsables del colegio de Fuengirola, al que acusa de «haber segregado» al niño y de «no haberle dado oportunidad Sergio García con sus padres Eufemio y Anabel para desarrollarse».

La familia explica que esta investigación es importante, porque no todos los niños tienen acceso a un «monitor sombra». Esta figura, que es fundamental para el acompañamiento e integración en el aula con el resto de compañeros, debe ser sufragada por los padres del menor. Según explica el padre, el convenio firmado entre la Junta de Andalucía y la Federación de Autismo de Andalucía recoge que son las familias las que tienen que pagar ese tipo de monitores. «Sólo las familias más pudientes tienen acceso a ellos», apostilla Eufemio, quien reconoce que en el mismo colegio donde está Sergio hay padres que pagan un monitor sombra para sus hijos.

«Denunciamos a la Junta porque en Andalucía si tienes dinero tu hijo puede estudiar integrado en el aula, pero si no tienes recursos para contratar lo aíslan», aseguró el padre en el momento de la denuncia. Ahora Sergio tiene un «monitor sombra» sufragado por la Junta y una profesora de apoyo en las clases donde Sergio debe estar con sus compañeros, pero no es lo habitual en todos los casos similares.

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