Nave en ruinas del parque empresarial de Santana Motor.
Nave en ruinas del parque empresarial de Santana Motor.
Economía

Linares, el crepúsculo de los diésel

El cierre de la factoría de Santana Motor repercute aún en la ciudad con más paro de España

Jaén Actualizado: Guardar
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Los números son fríos, pero caldean el ambiente. El informe del Instituto Nacional de Estadística que sitúa a Linares, la segunda ciudad de Jaén, es el municipio español con mayor índice de paro, ha encrespado a una parte de la población activa. En concreto a casi la mitad, el 44,5%, la que está desempleada.

La gravedad de la situación ha forzado a Comisiones Obreras a convocar una movilización que contó con el respaldo de numerosos colectivos de una sociedad que añora a Santana Motor. Para el común de los ciudadanos, la desindustrialización es la consecuencia de las políticas erróneas aplicadas desde los noventa. Décadas antes, en la época de esplendor de la factoría de automóviles Santana Motor, en las cadenas de montaje de la única empresa automovilística de Andalucía trabajaban en torno a 5.000 personas.

A su cierre ha seguido el de numerosas empresas. Sobre otras, como Aeropoxi, pende el concurso de acreedores.

La situación de Aeropoxi refleja la situación de Linares, una ciudad en quiebra por falta de ayuda de las administraciones. La empresa del sector aeronáutico, implantada en el municipio desde hace más de 3 décadas, requiere ayudas públicas urgentes para garantizar la actividad y, en consecuencia, las nóminas de sus 54 trabajadores. Como ella, Linares también precisa una atención especial para cubrir las necesidades laborales de los vecinos. Al no tenerla, muchos han decidido emigrar. De ahí que el censo de Linares de 2016 sea inferior en casi 1.300 personas al que el municipio tenía en 1960, un lustro después de que se implantara la factoría.

La clase política coincide en admitir que si en Linares no hay más tensiones sociales es porque el dinero de las prejubilaciones de Santana amortigua el drama. Miles de trabajadores se acogieron a esta figura, 792 de ellos en 2011, cuando la Junta de Andalucía, con el beneplácito de los sindicatos, cerró la factoría. El coste mensual de la paz social es de 2,5 millones de euros. Pero, como con prejubilaciones no se ahorma el futuro, la Junta de Andalucía proyecta acometer un plan de rehabilitación de las naves del parque industrial valorado en 5 millones de euros.

Desde el Ayuntamiento, el PSOE, que lo gobierna, replica que con ese dinero no se cubren las necesidades de una infraestructura sumamente envejecida. A la pugna política, en la que tiene un especial protagonismo el alcalde de Linares, Juan Fernández, muy crítico con propios y extraños, se suma la reivindicación ciudadana. Los datos del informe han propiciado que la población exija resultados a las administraciones. En principio, a la más próxima. Más de 200 personas se han concentrado recientemente ante el Ayuntamiento para protestar por la situación laboral tras un llamamiento a la participación llevada a cabo a través las redes sociales. Más de un tercio de ellas entregó su currículo en señal de protesta.

 

 

 

 

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