Leonardo Padura: «Detesto el cine porque pierdo mi libertad como escritor»

A Leonardo Padura (La Habana, 1955) le gusta escribir para el cine. Aunque se ha dado a conocer como el creador del detective cubano Mario Conde en una serie de novela negra que ya lleva ocho títulos de un éxito notorio, Padura reconoce que el séptimo arte «es para mí casi adictivo». Así lo expresó ayer en su participación en Cosmopoética, en una charla en la Sala Orive llena hasta la bandera en la que desgranó buena parte de su experiencia como escritor —y también como ciudadano cubano—.

Y precisamente por eso, por su pasión por el cine, Padura está dispuesto a tolerar que se inmiscuyan en su proceso creativo, a pagar las servidumbres de un arte que tiene mucho de ocio y más aún de negocio.

Le ha ocurrido al escribir guiones de películas como «Regreso a Ítaca» —con un gran éxito de crítica pero con serios problemas de censura en Cuba— o la serie de cuatro largometrajes sobre su detective Mario Conde que aún no se ha estrenado.

El escritor, premio Príncipe de Asturias en 2015 —que pasó inadvertido en Cuba, según su relato—, asegura que «en el cine hay dos elementos contradictorios: por un lado me gusta escribir para imaginar y dar forma a un guión; pero también detesto el cine porque pierdo mi libertad como escritor». Para ilustrar mejor su postura, Padura citó una reunión con el productor de «Pasado perfecto», una de las novelas de Mario Conde: «Me dijo que no íbamos a rodar ni una sola escena del pasado, porque no tenía dinero para filmar eso». Y así se quedó.

Aunque quizás la frase que mejor define la relación entre el cine y la literatura, a juicio de Padura, es una de Raymond Chandler, el maestro del género negro que el cubano ha cultivado con tanto éxito y que también trabajó como guionista de Hollywood. «El novelista, cuando escribe para el cine, debe ponerse su segundo mejor traje», recordó el escritor.