Diez años después la catedral de La Almudena ha acogido hoy un nuevo funeral por las 192 víctimas de los atentados del 11-M. Una emocionante ceremonia religiosa que también, como en aquella ocasión, está presidida por los Reyes, quienes han ocupado un lugar central frente al altar.
Don Juan Carlos y doña Sofía han llegado a la catedral instantes antes de las 10.00 horas. Un Mercedes negro les ha llevado hasta las puertas del templo, donde han sido recibidos por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y las presidentas de los principales colectivos de víctimas; Ángeles Pedraza, de la Asociación de Víctimas del Terrorismo; Pilar Manjón, de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo; Mari Mar Blanco, de la Fundación de las Víctimas del Terrorismo; y Ángeles Domínguez, de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M.
Tras varios años sobre la supuesta división de las víctimas, las cuatro repitieron la imagen de unidad dada ya este lunes. Don Juan Carlos, que se ha ayudado por un bastón para caminar, y doña Sofía se han detenido a conversar con cada una de ellas.
En representación de la Familia Real también han acudido a la misa la princesa doña Letizia y la infanta Elena. El Príncipe de Asturias se encuentra en Chile con motivo de la toma de posesión de la nueva presidenta Michelle Bachelet.
Amplia presencia de autoridades
Durante la homilía, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha afirmado que "hay que estar abierto al perdón siempre, aunque sólo se pueda hacer efectivo cuando se muestra arrepentimiento sincero por los crímenes cometidos y se reparan los daños causados". "No sabemos exactamente cuáles fueron los propósitos e intenciones últimos de los que pensaron, programaron y ejecutaron los atentados de Atocha", ha asegurado también Rouco.
Mariano Rajoy ha estado acompañado por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y varios de sus ministros, entre ellos Alberto Ruiz-Gallardón o Jorge Fernández Díaz. El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha sentado junto a Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid. También han acudido a la misa los presidentes del Congreso y el Senado, Jesús Posadas y Pío García Escudero; o el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos.
Pero por encima de todas las personalidades presentes en la catedral los protagonistas han sido los muchos ciudadanos anónimos que dejaron de serlo por culpa de las bombas colocadas hace diez años. Esta mañana estas víctimas han estado unidas en el recuerdo de la tragedia que sucedió aquel día y que segó la vida de 191 inocentes.
A aquellos que sufrieron la tragedia de las bombas ha dirigido palabras de consuelo el arzobispo de Madrid. “Murieron, sufrieron y sufrimos porque hubo alguien, hubo personas, que con una premeditación escalofriante estaban dispuestas a matar inocentes, a fin de conseguir oscuros objetivos de poder”, ha dicho Rouco.
