Dónde ver a Galdós en Las Palmas de Gran Canaria
Las calles de los barrios de Vegueta y Triana acogieron la juventud del novelista
Se cumple el centenario de la muerte de Benito Pérez Galdós , novelista grancanario que en su centenar de obras, retrató la sociedad española decimonónica dando vida a personajes inolvidables como Fortunata y Jacinta o Doña Perfecta. Inspirado en las gestas quijotescas, rompió con estereotipos y reflejó como ningún otro escritor de su época las escenas cotidianas de una ciudadanía en transformación hacia la modernidad.
Hasta los 19 años vivió en Las Palmas de Gran Canaria , donde nació en 1843 en la calle Cano, en el barrio de Triana. Desde su vivienda natal, una antigua casona canaria, hoy convertida en Casa Museo Pérez Galdós donde se recogen muchas de sus obras manuscritas y el retrato que Joaquín Sorolla realizó del escritor, comenzamos a callejear.
Apenas tenía dos días de vida cuando fue bautizado en la cercana iglesia de San Francisco . Perteneciente a uno de los primeros conventos que hubo en la ciudad y de cuyo huerto partieron semillas para el nuevo mundo. Su portada barroca y su artesonado mudéjar, así como su espadaña con las campanas, cuyo sonido Galdós «reconocería entre cien que tocasen al tiempo» tal como rezan en su base las palabras del escritor, y su rica imaginería de escuela sevillana son lo más llamativo del conjunto religioso.
El Gabinete Literario , así conocido porque cada socio debía aportar un libro para formar parte del mismo, es un dinamizador cultural que impulsó notables proyectos en todas las artes. Galdós lo conoció como parte del antiguo teatro Cairasco que da nombre a la plaza donde se ubica. La remodelación modernista no solo luce en su fachada sino en su bonito interior donde, en el salón Rojo, se contemplan dos retratos del escritor que aquí estudió dibujo.
Triana tiene en la calle Mayor de Triana su más animada vía peatonal flanqueada por sobresalientes edificios coloniales, neoclásicos y modernistas. En ella se puede hacer de todo, es decir «trianear» . Pues alrededor de su ambiente comercial se reparte una variada oferta de restauración y de bares de tapas, junto a una nutrida muestra de la vida cultural urbana.
Llega hasta el antiguo muelle, donde acababa la ciudad y comenzaba el puerto, hoy convertido en el parque de San Telmo . Una frontera entre el casco histórico y la ciudad moderna. Además de su espectacular quiosco modernista, merece visita la ermita de San Telmo. Uno de los templos más antiguos de la ciudad con un extraordinario artesonado mudéjar y una gran devoción de los marinos, que dejan maquetas de barcos como ofrendas.
Frente al mar y al borde del barranco de Guiniguada que separa la zona moderna del histórico casco antiguo del barrio de Vegueta, se halla el teatro Pérez Galdós . Quiso el destino que el autor, entonces un joven estudiante, criticase duramente la ubicación por ser lugar muy ruidoso y cercano al mar. Aunque acabó llevando su nombre en 1910.
Aristocrático Vegueta
Al cruzar la calle entramos en Vegueta, barrio de corazón aristocrático, crecido lejos del ruidoso ambiente portuario. Destaca la imponente piedra volcánica azul de la catedral de Santa Ana , resultado de que Gran Canaria fuese la primera isla poblada del archipiélago después de la colonización.
Su sobrio neoclasicismo aloja un bellísimo bosque de palmeras en las bóvedas de crucería y numerosas obras de arte en sus 11 capillas como la venerada Virgen de la Antigua del escultor canario Jose Luján Pérez, pieza flamenca idéntica a la de la catedral de Sevilla. Atravesando el patio de los naranjos brilla la rica colección del museo de Arte Sacro y una excepcional muestra de arte colonial de América.
La de Santa Ana es plaza que atrapa con un legado asombroso de bellos edificios como el Palacio del Obispo , las neoclásicas Casas Consistoriales y la Casa del Regente .
El barrio, de estilo colonial en grandes balconadas en madera tallada, es donde Cristóbal Colón imploró bendición a San Antonio Abad, en la iglesia de estilo canario e interior barroco. En el palacio del gobernador el almirante presentó sus credenciales. No fue nunca su casa pero sí un magnífico museo, Casa Colón, donde seguir rumbo a los viajes colombinos.
Reivindicar historia en Vegueta es admirar el museo Canario y su colección del valioso pasado aborigen, junto a una fascinante colección de cráneos de hombres de Cromañón. El mercado de Vegueta contagia el ambiente popular con sus pintorescos locales de tapas y puestos de alimentación.
Acabamos siguiendo el rastro de Galdós hasta que culminó su bachillerato en el colegio San Agustín . El incipiente artista tenían entonces 19 años, cuando abandonó su isla para continuar estudios en Madrid.
Noticias relacionadas
