Cinco razones para no perderse la serie Stranger Things

¿Qué es Stranger Things?

Netflix ha vuelto a conseguirlo. Un año más, consigue colocar una de sus series entre los títulos más destacados de la televisión actual, y lo hace con un show que por méritos propios, se ha convertido en el fenómeno del verano, con permiso de «Pokémon Go».

Para los que no sepáis de qué hablo, decir que «Stranger Things» es una serie de misterio y terror ambientada en los ochenta. Sus creadores, los hermanos Duffer, ya habían llamado la atención con sus guiones para la serie «Wayward Pines» y la película «Hidden», pero sin duda, esta es la obra que los ha catapultado a la fama.

La serie, está recogiendo todo tipo elogios, e incluso Stephen King se ha declarado fan de ella comentando que la serie “le ha parecido una estupenda compilación de sus mejores trabajos”.

Solo con eso, los amantes del misterio y el terror ya deberían ir corriendo a verla, pero si aún no os animáis, os ofrezco cinco razones para convenceros.

Razón 1: La nostalgia

Queramos o no, la nostalgia se ha convertido en un valor añadido en cierto tipo de productos. Spielberg y J.J. Abrams le supieron sacar partido en la maravillosa «Super 8», pero los hermanos Duffer han conseguido multiplicar este efecto.

Ver «Stranger Things» es como volver a los tiempos de películas como «Los Goonies», «E.T.», «Exploradores» o «Cuenta conmigo». Todo los detalles que nos transportan a los ochenta están cuidados al milímetro y en cada capítulo podemos encontrar cientos de detalles que hacen de la serie un producto del que resulta imposible apartar la vista.

Razón 2: Las referencias

Además de detalles que nos transportan a los ochenta, la película está repleta de referencias y homenajes a las películas que todos recordamos de la época.

Desde el grupo de niños protagonistas y algo frikis que nos recuerda a los mejores momentos de «Los Goonies», pasando por guiños a cintas como «IT» (los chicos buscan ‘una piedra matamonstruos’ para su tirachinas, algo que seguro que los fans de la película de Pennywise sabrán reconocer), las luces en plan «Encuentros en la tercera fase» o incluso los títulos de cada capítulo que, por ejemplo, en el caso del cuarto capítulo, titulado «El Cuerpo», es una alusión directa a la novela corta de Stephen King que inspiró «Cuenta conmigo» («Stand by me»).

Como os imaginareis, hay muchas más referencias, y la verdad, son mucho más interesantes y cómodas de cazar que las criaturitas de « Pokémon Go».

Razón 3: La banda sonora

«Stranger Things» es consciente al 100% de que una parte fundamental del fenómeno ochentero está relacionado con la música. Por esa razón, y sin saturar, su banda sonora incluye temas tan característicos y reconocibles como el ‘Should I stay or Should I Go’ de The Clash o el ‘Africa’ de Toto.

Por si eso fuera poco, los temas instrumentales también nos retrotraen a la época, e incluso hay piezas que recuerdan a la banda de rock progresivo italiana ‘Goblin’, un grupo de los setenta y ochenta por poner sonido a muchos de los clásicos de terror de la época dirigidos por Dario Argento o George A. Romero.

Razón 4: La historia

Muchos han venido a calificar a «Stranger Things» como la historia de «Los Goonies» que habría escrito Stephen King, y la verdad no les falta razón. Aunque el grupo de chicos de la película de Donner y Columbus no son los únicos que se ven reflejados en esta historia de Netflix, hay que admitir que las películas de aventuras adolescentes son la base del show.

En «Stranger Things» nos encontramos con la desaparición de uno de los chicos protagonistas de la historia, y como este desafortunado suceso genera una serie de consecuencias que derivará en la desaparición de más personas, la puesta en marcha de una gran conspiración y la aparición de criaturas extrañas y gente con habilidades especiales. Todo bajo una atmosfera que sin producir miedo, transmite tensión y sentimiento de angustia por resolver un caso altamente adictivo.

Razón 5: Los personajes

Por último, hay que destacar a los personajes. Todos ellos son deudores de los estereotipos ochenteros. Mientras que en el ámbito juvenil tenemos abusones, chicos frikis e incluso una chica con poderes telequinéticos al más puro estilo de «Carrie», en el campo de los adultos encontramos a madres desquiciadas, policías implacables y malvados doctores.

Los niños con curiosidad y un enorme sentido de la amistad fueron un referente para los que crecimos en los ochenta, mientras que las madres obsesionadas por la seguridad de sus hijos, son un reflejo de lo que ocurría en una época donde todo estaba por descubrir.

En cuanto a los agentes implacables (uno en realidad), nos recuerdan a esos personajes masculinos solidos que iban más allá del deber para ayudar a los suyos, algo que sin duda, ha provocado la desilusión de muchos al ver como el mundo ficticio que nos ofrecieron, no tenía prácticamente nada que ver con el real, salvo por el hecho de que en la realidad, también hay gente sin escrúpulos capaz de tapar cualquier trágico suceso que pudiera perjudicarles lo más mínimo.