American Horror Story: El terror según el creador de Glee

American Horror Story: Murder House

Este pasado fin de semana se estrenaba por fin en España la cuarta temporada de American Horror Story, una serie que de la mano de Ryan Murphy (el creador de Glee) entremezcla todo tipo de elementos relacionados con el terror para ofrecernos historias más o menos independientes que tienen pequeños nexos de unión entre si.

Con Brad Flachuk (‘Nip/Tuck, a golpe de bisturí’) a su lado, Ryan Murphy nos ha ofrecido hasta el momento cuatro arcos diferentes que con sus más o sus menos, ha conseguido atraer al público que buscaba verdadero terror en una serie de televisión, y aunque para ello ha tenido que tirar de cuentos antiguos, leyendas urbanas, casos morbosos e incluso algo de subcultura extraída de los cómics, el resultado ha sido bastante satisfactorio hasta la fecha.

No en vano, el show ha servido para relanzar la carrera de Jessica Lange, actriz que conocimos en el remake de 1976 de ‘King Kong’ y que desde hace unos años no conseguía destacar en sus papeles. Además de dicho ‘renacer’ la serie también ha presentado al gran público a jóvenes promesas como Taissa Farmiga (cuya filmografía comienza con la serie de Murphy) o Evan Peters, que si bien, ya había destacado en series como ‘Invasión’ o ‘One Tree Hill’, ha aprovechado la fama del show para involucrarse en films multimillonarios como ‘X-Men: Días del Futuro Pasado’.

Por si fuera poco, el show, aprovechando la migración de actores del cine a la televisión con el boom de las series, también incluye como habituales a caras conocidas como Sarah Paulson (12 años de Esclavitud), Emma Roberts (Somos los Miller), Kathy Bates (Titanic) o Angela Bassett (Malcolm X), actrices que otorgan aún más peso a esta serie que nace del canal FX y de la que hoy haremos un repaso para aquellos que no conozcan los antecedentes de este show que durante este año aparece con el título “Freak Show”.

American Horror Story: Murder House

‘El hogar del crimen’ debuto en noviembre de 2011, y nos presentaba una casa que, debido a las actividades de sus primeros propietarios, se había convertido en verdadero imán para la actividad sobrenatural.

Aunque el show resultaba confuso en un primer momento, poco a poco íbamos entendiendo las dinámicas en las que la casa sumergía a la familia Harmon, la cual se mudaba a este nuevo hogar para superar una crisis provocada por una infidelidad.

En esta temporada se mezclaba el deleznable interés por recuperar la casa de su antigua propietaria (Jessica Lange), con la presencia de todo tipo de fantasmas y seres extraños que deambulaban por una casa donde sus almas habían quedado atrapadas.

En la mayoría de las ocasiones no sabíamos quiénes eran vivos o quienes ‘resucitados’, pero a medida que la temporada de American Horror Story fue avanzando todo cobro sentido y nos permitió disfrutar y aterrarnos de personajes como el hombre de goma (Rubber Man, un tipo con un atuendo ‘muy sexual’) o de la asistenta de la casa, la cual, era visualizada como una anciana por la Vivien Harmon (Connie Britton), y como una lujuriosa pelirroja por el marido de ella al que daba vida Dylan McDermott.

Personalmente tengo que decir que a la temporada le sobraba un capítulo, pero aun así, nos otorgó una magnifica historia de fantasmas y casas embrujadas para disfrutar en doce episodios.

American Horror Story: Asylum

La temporada más redonda hasta el momento, y curiosamente la que peor funciono a nivel de audiencia.

En Asylum, la acción se trasladaba hasta 1962 y nos presenta un manicomio regentado por la iglesia católica el cual, con vistazos al presente, nos dejaría una cantidad de imágenes dantescas que, junto a la crítica a la iglesia católica y su poder, haría que mucha gente dejará de verla.

Los capítulos de esta temporada giraban, principalmente, en torno a una joven lesbiana que era internada contra su voluntad, un joven al que se le acusaba de los salvajes crímenes contra las mujeres que tenían lugar en la ciudad, y al resto de habitantes del Manicomio Braircliff, en el que se incluían asesinos, nazis, endemoniados y responsables corruptos de la política y la sociedad católica.

Mucho más accesible que la primera temporada, el show mezclaba elementos típicos del cine slasher, a criaturas extrañas similares a los zombis, e incluso a extraterrestres, dejándonos capítulos sensacionales como aquel en el que una interna asegura ser Anna Frank, la niña judía que da nombre al clásico diario convertido en éxito literario.

Trece episodios sin desperdicio alguno.

American Horror Story: Coven

Tras el buen sabor de boca que dejo Asylum, y con dos temporadas que consiguieron un éxito inesperado, el tercer año en televisión de American Horror Story era algo esperado por muchos, y aunque la audiencia se disparó a un nivel incomprensible, los fans de Murphy se dividieron entre los que odian esta temporada y a los que les apasiona.

Personalmente estoy entre los primeros, y aunque la serie esbozo en su inicio incluso referencias a cómics como los X-Men, la analogía sobre una mutación genética que habilitaba a las mujeres para utilizar la magia no convenció a todo el mundo.

Aún así, los trece episodios que componen ‘Coven’ resultan suficientemente variados como para llamar la atención, y entre sus historias, además de la presentación de la ultimas descendientes de las brujas de Salem, encontramos monstruos salvajes, zombis resucitados por rivalidades entre diferentes aquelarres y unas exhibiciones de poderes especiales que no dejan indiferente a nadie.

American Horror Story: Freak Show

La cuarta temporada de American Horror Story será la última que incluirá a Jessica Lange como protagonista, y para despedirse de su participación en el show, interpreta a Elsa Mars, la dueña de un circo de rarezas que busca hacerse famosa a finales de los años 50.

Freak Show ha conseguido retomar el terror que se perdió en Coven, y en los siete episodios emitidos hasta el momento en Estados Unidos ha homenajeado a la película de culto ‘La Parada de los Monstruos’, a la vez que utiliza personas reales con ‘particularidades físicas’ para entremezclarlas con tramas de asesinatos, ambiciones letales o leyendas urbanas.

Aún quedan seis capítulos para que termine en su emisión original, pero la recreación de personajes como las siamesas a las que da vida Sarah Paulson o los bizarros números musicales que se exhiben en los capítulos (con temas de David Bowie, Nirvana o Lana del Rey totalmente sacados de contexto) podrían suponerle numerosas candidaturas a los próximos premios Emmy, aunque claro está, todavía está por ver.

https://www.youtube.com/watch?v=F5D1-VlrWcA