Maximino Pérez posa en la plaza de toros de Ciudad Real, en una imagen de 2014
Maximino Pérez posa en la plaza de toros de Ciudad Real, en una imagen de 2014 - CIEZA
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«¿Coincidencia con Bilbao? Más quisieran los 4.700 abonados que tiene Cuenca»

Con los carteles presentados y la venta de entradas en marcha, el gerente de «Maxitoro» habla en una entrevista para ABC de las próximas ferias de la Virgen del Prado y San Julián

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Maximino Pérez (Madrid, 1969) acaba de presentar las ferias taurinas de la Virgen del Prado en Ciudad Real y de San Julián en Cuenca, a celebrar la segunda mitad de agosto. No es nuevo en ambas plazas (en Ciudad Real lleva desde 2009 y en Cuenca desde 1999) y, quizás por eso, sabe lo que gusta y lo que no. A modo de aperitivo, desgrana que en Ciudad Real «el primer gran acontecimiento» fue la presentación de carteles el pasado fin de semana, donde en la plaza se dieron cita «unas 5.000 personas, una parte muy importante de ellos niños». En Cuenca, uno de los cosos con mejor salud de España, «este año se vuelve a jugar la Champions (así es el eslogan que anuncia la feria) y por primera vez en 40 años va a haber una alternativa (la de Francisco José Espada el lunes 24)».

—En las dos ferias, la estructura es muy similiar a la del año pasado tanto en el número de festejos como en el perfil de los diestros que actúan, ¿por qué?

—Cuando van las cosas bien, no hay que cambiarlas. Si en Cuenca somos la tercera plaza en número de abonados (tiene 4.700 y en España solo la superan Madrid y Pamplona), sería un error cambiar. El santo y seña de Cuenca es anunciar a las figuras con un abono muy económico. Ese es el éxito.

En Ciudad Real, el año pasado fue una aventura muy bonita, muy romántica, muy artística, donde todos los toreros anunciados (12), exceptuando el rejoneador (Miguel Ángel Martín), salieron por la Puerta Grande, pero económicamente fue una feria muy deficitaria. Por tanto, había que cambiar toda la sintonía de la feria para volver a dar algo muy interesante, pero que económicamente fuera algo más salvable.

—¿Por cuánto se puede comprar un abono en ambas ferias?

—En Cuenca la ventaja que tienen los abonos es un 35 por ciento de descuento respecto al precio de las entradas. Para las peñas mateas hay abonos desde 55 euros y desde 83 ó 84 euros para el resto. En Ciudad Real hay entradas desde 24 euros y abonos desde 57.

—Sebastián Castella y Saúl Jiménez Fortes están acartelados en ambas ferias, mientras que Enrique Ponce, que el año pasado estuvo en los dos sitios, este año no aparece en ninguno. ¿Por qué?

—Enrique Ponce es un torero que lleva 25 años en el escalafón y la repercusión que tiene por supuesto que le da categoría a una feria. Nadie la puede poner en duda y menos yo, pero eso no quiere decir que sus honorarios tengan que subir. No creo que sea una idea del propio torero, pero la estrategia que le han marcado sus representantes no es acertada. En el caso de Ciudad Real no iba a entrar y en Cuenca la corrida que se le ofreció fue con Castella y con un tercero que podía ser El Fandi o Paquirri, y él entendía que sus honorarios tenían que ser mucho más altos.

Del otro lado, Castella ha sido el triunfador indiscutible de Madrid, junto a Fortes, al que no se le podía dejar fuera porque es el futuro de la Fiesta. Es un torero con un valor espectacular y, si sigue la progresión, en muy pocos meses va a ser una de las figuras del escalafón.

—En ambas ferias hay una renovación importante de ganaderías...

—En Ciudad Real, la ganadería de Los Chospes que tan buen juego nos dio el año pasado, para este no tenía corrida de toros. José Vázquez no tenía una corrida apropiada para Cuenca o Ciudad Real, y Torrealta repite por el buen juego que dio (el año pasado El Juli indultó a un toro, el 6º, de nombre «Golfo»).

En Cuenca, la de Torrehandilla-Torreherberos no dio el juego deseado, simplemente se dejó, y este año tiene su oportunidad en Ciudad Real. En el caso del Tajo y la Reina, el año pasado vi dos corridas suyas que me gustaron mucho y en octubre me puse en contacto con José Miguel Arroyo, «Joselito». Daniel Ruiz echó el año pasado una gran corrida de toros y este año repite. En el caso de Fuente Ymbro fui a ver la corrida en diciembre y no era la apropiada para Cuenca, y en su lugar ha entrado Antonio López Gibaja para la corrida mixta. Por último, Apolinar Soriano es un ganadero de la tierra que se merecía lidiar en la feria de San Julián 80 años después de que lo hiciera el último conquense (en 1936).

—Los aficionados más quisquillosos dirán que falta Alberto López Simón, con dos Puertas Grande en Madrid, y que predomina el encaste Domecq-Núñez...

—López Simón quiere llevar enfocada su carrera de una manera distinta a la convencional. Le ofrecí ir a Cuenca el día 23 (Fandiño, Jiménez Fortes y el novillero Aitor Darío «El Gallo») y me dijo que estaba buscando carteles de más tronío.

En cuanto al predominio del encaste Domecq-Núñez es porque el mercado está así. En Ciudad Real he estado a punto de lidiar una corrida de Saltillo. Es una de las ganaderías «toristas» que más me gustan y estoy seguro de que en tres o cuatro años va a ser puntera en cuanto a encastes minoritarios. No he podido contar con ella porque dar una oportunidad a los dos toreros locales (Fernando Tendero y Emilio Huertas) con una corrida de esa índole les podría haber hecho mucho daño, pero no me voy a quedar con las ganas y a corto o medio plazo lidiaré una corrida de Saltillo.

—Tema de contratos. En Cuenca acaba de firmar uno de 25 años (empieza en 2016). ¿Por qué tan largo y a qué obliga?

—Después de 17 años, mi oferta fue muy interesante para reformar el edificio y la estructura de la plaza, y obliga a hacer unas obras de una cuantía muy elevada. Esta semana he empezado con la parte menor de las obras, que van a estar terminadas antes de la feria, y nada más terminarse, ejecutaremos el cien por cien. Vamos a impermeabilizar todos los tendidos, andanadas y gradas, vamos a hacer una vivienda para un conserje y un museo, todos los almacenes los vamos a restaurar y vamos a pintar la plaza. En mayo o junio de 2016 estarán terminadas las obras.

El contrato tiene un canon simbólico de 3.500 euros anuales y toda la serie de obras que ahora vamos a emprender se cuantifican como canon porque si dividimos la inversión que hay que hacer por los 25 años, estaríamos por encima del canon que ahora estamos pagando (unos 30.000 euros anuales). En 25 años vamos a pagar entre 115.000 y 120.000 euros solamente en canon. Luego la ejecución de las obras puede estar entre 600.000 y 700.000 euros.

—En Ciudad Real había cierta incertidumbre política por aquello de que el PSOE ha llegado al Ayuntamiento gracias a Ganemos...

—Me reuní con representantes del Gobierno de Ciudad Real y me recibieron con mucha cordialidad, en especial el concejal de Festejos, José Luis Herrera. Con representantes de Ganemos no he tenido la oportunidad, pero sí que me gustaría para explicarles cómo funciona una feria taurina, cómo cuidamos al toro en el campo y para que entiendan la idiosincrasia de la tauromaquia.

—Este año la feria de Cuenca coincide con la Semana Grande de Bilbao, ¿le preocupa que se le preste menos atención mediática?

—Los medios de comunicación nacionales no nos han prestado atención nunca y estamos tan a gusto. No nos importa. Si el día de mañana nos prestan atención, que sí lo hacen pero quizás no la necesaria por la importancia que tiene la Fiesta, pues bienvenida. Con Bilbao ya hemos coincidido en otras ferias y no nos ha hecho daño. Más quisiera Bilbao tener los abonados que tiene Cuenca.

—La última. Hay un novillero sin picadores que se anuncia como Marcos, ¿qué me puede contar de él?

—Como aficionado, le digo que es un chico al que le gusta torear, que su propósito es divertirse con los toros, que está sacando sus estudios satisfactoriamente y que encima trabaja, así que no se le puede pedir más a un hijo (también es nieto del ganadero Domingo Hernández). A niños de esta edad, de entre 16 y 20 años, lo que hay que hacer es formales intelectualmente porque la Fiesta de los toros con esa edad no deja de ser un hobby y nunca se puede plantear como futuro.

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