Guillermo Perezagua
Guillermo Perezagua - A. PUIG

El tío alcalde de Milagros Tolón

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Ochenta años después, su sobrina nieta será elegida hoy la primera alcaldesa de Toledo

Uno de los alcaldes toledanos más populares del siglo XX fue Guillermo Perezagua Herrera. Obtuvo el mayor número de votos en las elecciones del 12 de abril de 1931, aquellas que trajeron a España la II República. Perezagua era tío abuelo de Milagros Tolón Jaime, la socialista que hoy se va a convertir en la primera alcaldesa de la ciudad de Toledo, una corporación en la que el número de concejalas (13) superará al de ediles (12), algo que hasta ahora no había ocurrido en la capital regional.

Ha sido el periodista y escritor Enrique Sánchez Lubián quien ha recuperado en su página de Facebook la figura de este socialista, muy vinculado familiar e ideológicamente a la nueva alcaldesa.

Guillermo Perezagua estaba casado con Benita Tolón, hermana del abuelo paterno de la nueva alcaldesa. Sánchez Lubián, siempre conciliador, considera que esta circunstancia puede ser considerada como un eslabón más en la recuperación de la memoria democrática, ochenta años después de que Perezagua Herrera fuera alcalde en aquellos años de guerra y dolor. Ahora son otros tiempos y en Toledo se han cerrado muchas heridas afortunadamente.

Milagros Tolón, socialista como su tío, se convertirá hoy en la primera alcaldesa de esta ciudad, en un momento menos convulso pero igual de vertiginoso. La nueva regidora vivió el golpe de Estado de Tejero con 13 años y comenzó muy joven su andadura política en una democracia que luchaba por asentarse. Hoy Milagros Tolón comienza una nueva etapa en su vida, uniendo sus dos pasiones: su ciudad y la política, como ochenta años antes lo hiciera ese tío del que siempre ha estado orgullosa, aunque pocos conocían sus orígenes.

En Estados Unidos

La nueva alcaldesa necesitará suerte y talante para gobernar esta ciudad, llamada de la convivencia y la concordia, pero que, a veces, resulta difícil entre polémicas y «mafias», como dice Javier Mateo, con quien tendrá que lidiar a diario. Seguro que Tolón llevará en su corazón el ejemplo de su tío abuelo, a quien, pasados los años, seguían recordando con cariño en Estados Unidos, país con el que logró fraguar el primer hermanamiento entre dos ciudades.

Así lo atestiguó Inés Gárate, esposa del exalcalde Juan Ignacio de Mesa, en un viaje a Toledo Ohio. Allí comprobó cómo recordaban «con respeto y orgullo la intermediación que realizaron para que el alcalde de Toledo, Perezagua, no tuviera el terrible destino que la fuerza de la no razón le imponía».

De la vida de Guillermo Perezagua sabe mucho Enrique Sánchez Lubián, quien investigó los orígenes del socialismo toledano para publicar un interesante libro titulado «Domingo Alonso, apóstol del socialismo toledano». En él explora los orígenes del socialismo en la ciudad, cuya agrupación cumplirá su 125 aniversario en 2016 . En sus investigaciones descubrió que el tío de la nueva alcaldesa militó en el partido de Azaña y que entre 1932 y 1936 fue alcalde de Toledo en dos ocasiones, además de propietario de una taberna en el Real del Arrabal.

Sánchez Lubián explica que durante su primer mandato, en 1934, se formalizaron las relaciones de hermandad entre Toledo y Toledo Ohio. Tras las elecciones municipales de febrero de 1936, fue nombrado gobernador civil de Toledo, cargo en el que permaneció pocas horas el ser designado, por segunda vez, alcalde.

Desterrado

Al comenzar la guerra civil permaneció en su puesto junto con los agentes de la policía local, si bien hubo de suspender todos los servicios municipales, excepto la Beneficencia y la Casa de Socorro. Puso en marcha el Comité de Defensa de Monumentos Artísticos del Frente Popular y, gracias a su empeño, pudieron salvarse numerosos bienes conservados en iglesias y conventos de la ciudad, recogidos y almacenados en el propio Ayuntamiento para mayor seguridad de los mismos.

Tras la entrada de las fuerzas de Varela en Toledo, Perezagua abandonó la ciudad y se instaló en Villacañas. Al concluir la guerra fue detenido, encarcelado y condenado a cadena perpetua, aunque, gracias a las gestiones de diplomáticos de Estados Unidos, donde tenía grandes amigos desde el hermanamiento, fue indultado y puesto en libertad, aunque se le desterró de Toledo.

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