Cómo es el «alzhéimer» de tu perro y tu gato

Hasta un 40% de estos animales de edad avanzada muestran síntomas del Síndrome de Disfunción Cognitiva

Carmen Aniorte

Con el paso de los años, a partir de los 9 en perros y 12 en gatos, la Función Cognitiva, es decir, la función más noble del encéfalo , podría declinar. Se producirán señales de su comienzo, la más de las veces consistirán en tenues avisos. Hemos de estar atentos, pues el deterioro cognitivo y con ello la dignidad de nuestros animales, podrán preservarse en la mayoría de los casos. En palabras del veterinario Javier Álvarez de la Villa del madrileño Centro Veterinario Víctor de la Serna «La patogenia es simple y consistirá en el deterioro anatómico y funcional del cerebro. En las neuronas del córtex, se acumularán sustancias de deshecho que no lograrían eliminar. El sistema nervioso central se oxida », se deteriora.

Cuando el proceso se inicia , se disparan una serie de procesos que hacen que éste se acelere. Este veterinario comenta que «será necesario frenarlo a tiempo e incluso prevenirlo».

Desde el punto de vista anatomo-patológico (estudio microscópico de los tejidos)existe una gran similitud entre la especie humana y los animales de compañía. Degeneración neuronal, acumulo de sustancias tóxicas de desecho(proteína Beta-amiloide). Pérdida de neuronas y con ello, pérdida de funciones y habilidades cerebrales. Como en la especie humana, nuestros animales viven ahora mucho más. Ya no sucumben de otras muchas patologías, y con ello, les damos oportunidades de mostrarnos su deterioro cognitivo. Sucede todo lo contrario que en sus «primos» cánidos y félidos «no» domésticos, en los cuales la esperanza vital es mucho menor en base al férreo control de la selección natural.

Nuestro perro se ha hecho mayor

Un primer síntoma, que muchas veces no pasará desapercibido, son los episodios de «pequeñas ausencias». Sucede de repente, que se quedan como «idos», parados y mirando a ninguna parte. Nosotros seguiremos la dirección de sus miradas y simplemente no hay nada, no miran nada. Se han desconectado. Este síntoma no sobreviene solo e irá acompañado de otros muchos, constituyendo un conjunto que podría afectar a un número elevado de animales mayores. Conforman un «síndrome» (conjunto de síntomas) «Cognitivo senil». El propietario comenta que su perro ha sufrido un fuerte bajón. Cuando el veterinario le pregunta y lo hace ordenadamente, se desgranan los motivos parciales de esa apreciación. Su mascota ha perdido relación con él. Ya no le recibe efusivamente y permanece mucho más tiempo durmiendo durante el día. Ha perdido afectividad, relación intrafamiliar interespecífica. Parece estar más «en su mundo».

«La pérdida de interacción afectiva con su propietario ,es pues ,otro síntoma de ese síndrome complejo. A la hora del paseo , las cosas también pueden empeorar. ¿ No quiere salir? ....antes le gustaba mucho. ¡Ahora no! Prefiere estar en casa y parece no disfrutar en el exterior.¿ Se siente más seguro en el hogar? La respuesta es sí», nos hace observar Javier Álvarez de la Villa . Con la disfunción cognitiva el sujeto afectado se disocia del entorno y ,entonces,podría considerarlo como una amenaza. Ruidos, congéneres, vehículos y una tropa de humanos son demasiados elementos a filtrar por un cerebro ya no tan hábil, que se resiente y se satura. De todos es sabido, las grandes urbes son estresantes y , en estos casos, más. Los órganos sensoriales también participan.

Nuestros perros ven peor y podrían oír menos. En el paseo nocturno, sobre todo , el deterioro visual se hace más patente. «Los envejecidos y turbios cristalinos (esclerosis senil de cristalino) no dejan pasar la luz. Las sombras se hacen amenazantes. Además, se alejan tímidamente y no acuden a nuestra llamada. Es frecuente una pérdida de audición central (desde el oído al córtex cerebral) por alteración de las vías nerviosas centrales de comunicación», comenta el veterinario.

Ayudarles en esta etapa

El perro está disociado, despistado. ¿Cómo se siente? Tal vez amenazado por el entorno, tal vez angustiado ,y desearía volver al cálido y seguro hogar .Debemos ayudarles en esta difícil etapa. Desaprenden órdenes y conductas , sobre todo la conducta eliminatoria. Era tan limpio.. ., y ahora el perro podría hacerse pis y defecar en el hogar y en el caso de los gatos, en sillones y camas .El sistema cognitivo falla, pero además otros sistemas participan y no ayudan nada. Así vemos como el sistema urinario podría fallar a menudo. Los riñones filtrarían peor, produciendo grandes cantidades de orina que no pueden aguantar. El sistema locomotor se une al «complot». «Les cuesta levantarse e incluso caminar, y al final, es más cómodo y sucumben a la tentación de no aguantar y hacérselo en casa. Se alteran los ritmos circadianos. No van con el sol. Ahora duermen mucho durante el día, como vimos, pero a eso pueden sumar hiperactividad nocturna», asegura Álvarez de la Villa.

En el caso de los gatos estos suelen vocalizar (maullar) desesperadamente y de manera continua durante la noche. Los perros ladran o gimen angustiados al tiempo que deambulan sin mucho rumbo por el hogar, mientras nosotros intentamos conciliar el sueño. Este síntoma es frecuente y desesperante para todos por motivos obvios. En los casos fatales de disfunción cognitiva, el proceso ha evolucionado tanto que los síntomas llegan a lo insoportable. Se ha perdido totalmente la habilidad del córtex, la capacidad cognitiva.

El animal de compañía afectado, más frecuente en perros, se haya totalmente desorientado, absolutamente confuso. Vaga en círculos hasta terminar en una esquina presionando contra la pared, que es la única capaz de frenar su desordenada actividad. Aúllan, no conocen, no nos oyen, no nos ven. Son signos muy avanzados y, en ocasiones, fatales. Debemos actuar mucho antes, acudiendo al especialista veterinario. Prevenir estos avances está en nuestra mano y debemos estar atentos.

El cuidado de nuestros perros y gatos senior es vital. De manera ideal estaremos mucho más atentos a ellos. No sería mala idea una revisión geriátrica, al menos, anual. Con la ayuda veterinaria mejoraremos su salud cognitiva, sin olvidarnos de su salud general. Con la ayuda de los veterinarios se podrá en gran medida mejorar además su audición, su visión, su equilibrio emocional, su orientación, su locomoción, y cómo no, su capacidad cognitiva. Existen tratamientos preventivos que mejoran la circulación cerebral, que disminuyen la oxidación del sistema nervioso central, que mejoran la composición de neurotransmisores y, con todo ello, promueven una «tercera edad» mucho más digna y feliz para nuestras queridas mascotas.

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