Quimioterapia para niños en los pasillos de un hospital público de Oporto

Indignación en Portugal tras conocerse las condiciones en las que se trabaja en el ala pediátrica del centro Sao Joao

Hospital de Sao Joao
Francisco Chacón

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La indignación recorre Portugal después de conocerse que un grupo de niños y adolescentes recibe tratamiento de quimioterapia en los pasillos del Hospital de Sao Joao, en Oporto. El alto número de pacientes y las malas condiciones reinantes en el centro han llevado a esta situación, denunciada por los propios padres a instancias de los enfermeros.

Y es que fueron los profesionales que trabajan allí quienes incentivaron a las familias a no callarse ante la degradación palpable en un hospital público que, hasta 2014, lideraba la clasificación de los mejores del país vecino.

Por tanto, ¿cómo es posible que se haya llegado a este punto? La pregunta inunda las emisoras de radio, mientras salen a la luz más detalles acerca de la insólita circunstancia.

Por ejemplo, las camillas donde descansan los chavales comparten ascensor con los encargados de transportar los contenedores de basura, lo que retrata una alarmante desidia respecto a la higiene.

El problema de fondo es que la unidad pediátrica, conocida con el apelativo de ‘ Joaozinho ’, presta sus servicios en un módulo provisional anexo al centro ya que la construcción del nuevo pabellón para este tipo de enfermos está parada desde hace dos años.

Los padres afectados enviaron sucesivos mensajes de protesta a la dirección del hospital a través del correo electrónico, pero la única respuesta que recibieron fue que continúan su curso las mejoras previstas y que todavía no están finalizadas.

Sin embargo, hace ya una década que comenzaron las obras , que han entrado en una preocupante vía muerta para desesperación de los pacientes de Oporto, Vila Nova de Gaia y el cinturón metropolitano de la segunda ciudad del país vecino.

Junto a la basura

Los testimonios de los padres resultan estremecedores, tal cual demuestran estas palabras de Jorge Pires en la prensa local: «Cuando terminan la quimioterapia, he visto con mis propios ojos que no solo se traslada a los niños al lado de los contenedores de basura en los ascensores, sino que los carritos de la limpieza se colocan junto a los de comida. No entendemos cómo se puede hacer esto, y eso no tiene nada que ver con las obras que dicen estar realizando».

En esta misma línea, una mujer va más allá y subraya que los pequeños que acceden a una habitación pueden encontrarse con la desagradable sorpresa de que tiene agujeros en la pared.

« El personal hace lo que puede , esto no es culpa suya», dice otro padre antes de puntualizar: «A ellos les estamos muy agradecidos, especialmente porque nos dijeron que no tuviéramos miedo a la hora de protestar, que estamos en nuestro derecho y una cosa así no es de recibo en un país de la Unión Europea».

Casualmente, el Hospital de Sao Joao se sitúa frente a la sede del Instituto Portugués de Oncología en Oporto, lo que amplifica el estupor de las familias en cuestión.

Más paradojas: el centro solía ser elegido como el mejor de titularidad estatal en Portugal durante los primeros años de la década actual, según reflejaba el informe encargado por la Escuela Nacional de Salud Pública.

Hoy el panorama ha dado un vuelco y varios indicadores dan idea del grado de dejadez al que ha llegado. Las razones no tienen que ver únicamente con la aplicación de recortes, también con la organización interna.

Se trata de la segunda ocasión en menos de dos meses que el Sao Joao salta al primer plano por un motivo nada encomiable, pues a finales de febrero un paciente que llevaba más de cinco horas en Urgencias, esperando para ser atendido, proyectó su ira y agredió a unos enfermeros.

El equipo directivo no ofreció explicaciones al respecto y se limitó a solicitar mayor protección policial y a anunciar una investigación interna.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación