Santiago Martín

La puerta abierta

Si el rechazo de Cristo al divorcio puede ser puesto en cuarentena, entonces también pueden ponerse en duda otras enseñanzas del Señor

Santiago Martín
Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Se ha difundido una entrevista hecha al general de los Jesuitas, el P. Sosa, en la que éste profundiza en el discernimiento aplicado a cuestiones morales. El superior de los jesuitas no pone en duda las palabras de Jesús, sino la forma en que nosotros las hemos interpretado. Si la traducción de la entrevista publicada en diversos medios es correcta, afirma literalmente: «Antes que nada sería necesario comenzar una buena reflexión sobre lo que verdaderamente dijo Jesús. En esa época nadie tenía una grabadora para registrar sus palabras». Una de las frases evangélicas citadas en la entrevista es la de San Mateo sobre el divorcio: «Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».

Tiene razón el P.

Sosa. En la época de Jesús no había grabadoras. Si el rechazo de Cristo al divorcio -cosa imposible de inventar por sus seguidores, pues iba contra las costumbres judías y romanas, y el propio Evangelio narra el malestar de los discípulos ante esta prohibición- puede ser puesto en cuarentena porque no estamos seguros de si lo dijo o no lo dijo, en qué contexto lo dijo, a quién se lo dijo, cómo lo interpretó el que lo oyó y transmitió, o el que años después lo escribió, etc, entonces también pueden ponerse en duda otras enseñanzas del Señor.

Por ejemplo: «No juzguéis y no seréis juzgados», «amad a vuestros enemigos», «lo que hagas al más pequeño, a mí me lo has hecho», «tomad y comed todos de él porque esto es mi Cuerpo», «Padre, perdónales porque no saben lo que hacen». Y así, el resto del Evangelio.

Estoy seguro de que ninguno de los que están abogando por la comunión de los divorciados vueltos a casar es racista o está en contra de la ayuda a los pobres. Pero, ¿no ven que cuando una puerta se abre, por ella pueden entrar tanto amigos como enemigos? Si las palabras del Señor sobre el divorcio pueden ser puestas en duda porque no había grabadora, ¿se salvará algo del Evangelio, incluso aquello que ellos más valoran? Sin duda, dirán: «esto sí es auténtico», pero con el mismo derecho otros rechazarán lo que ellos han elegido. ¿De verdad nadie se da cuenta de a dónde nos conduce todo esto?

Ver los comentarios