El Papa advierte que «el dinero verdadero se hace con el trabajo, que da dignidad»

Propone «un nuevo estilo de vida basado en recursos renovables, moderar el consumo, reutilizar y reciclar»

El Papa durante la audiencia general del pasado miércoles Reuters
Juan Vicente Boo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Dirigiéndose a las ciento sesenta mil empresas de la patronal italiana Confindustria, el Papa Francisco ha denunciado el viernes el predominio de la actividad financiera respecto a la economía real de los países. En su opinión, «algunos piensan erróneamente que el dinero se hace con el dinero; pero el dinero verdadero se hace con el trabajo. Y lo que da dignidad a la persona es el trabajo, no el dinero».

Según el Papa, «el desempleo que afecta a varios países europeos es consecuencia de un sistema económico que no es capaz de crear trabajo porque ha puesto en el centro un ídolo que se llama dinero», y que está quitando la esperanza a una generación castigada por el desempleo juvenil.

En su entrevista con «Il Sole 24 Ore», el diario de la Confindustria, el Santo Padre reconoce que el beneficio empresarial es bueno y aplaude la creatividad de los empresarios, pero advierte que «una economía mata cuando obedece solo al dinero. Cuando el ganar dinero es el único objetivo estamos fuera de la ética y se construyen estructuras de pobreza, esclavitud y descarte de personas».

Ante los excesos, Francisco propone «luchar todos juntos para poner en el centro la familia y las personas, el enraizamiento de la empresa en un territorio, la responsabilidad social, las ayudas de la propia empresa, la igualdad de salario entre hombres y mujeres, la conciliación de trabajo y vida personal, el respeto al ambiente, el reconocimiento de la superioridad del hombre sobre la maquina, y el salario justo».

El Papa invita a «trabajar juntos para construir el bien común y un nuevo humanismo del trabajo», en un marco económico «que no mire solo al beneficio o las exigencias productivas, sino que promueva una vida digna sabiendo que el bien de las personas y el bien de la empresa van de la mano».

Su visión de la relación entre capital y trabajo no es conflictiva sino integradora, y también propone corregir errores muy comunes entre los empleados. Lamenta, en concreto, que «la idea de que el trabajo sea solo esfuerzo está muy difundida, pero todos sabemos que no tener trabajo es peor que trabajar». Por otra parte, «el trabajo otorga dignidad. Y las ayudas sociales, cuando no están orientadas al objetivo preciso de recuperar o crear empleo, crean dependencia y sentido de responsabilidad».

Reconociendo que se ha llegado al limite en muchos recursos naturales, el Papa afirma que «la formación de una nueva conciencia ecológica requiere nuevos estilos de vida para construir un mundo armónico, reducir la desigualdad, abandonar el consumismo».

Francisco lamenta que «nuestro sistema industrial no ha desarrollado la capacidad de absorber los residuos y escorias», por lo que es necesario «limitar al máximo el uso de recursos no renovables, moderar el consumo, maximizar la eficiencia, reutilizar y reciclar».

Como siempre, el Papa invita a acoger los inmigrantes que huyen de la guerra y del hambre dentro de la capacidad de acogida de cada país europeo pero, al mismo tiempo, a «invertir en sus países; en formación, desde la escuela hasta el desarrollo de sistema culturales» que les permitan un vida digna sin necesidad de escapar hacia Europa.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación