José Wesley, el pequeño símbolo del zika
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José Wesley, el «bebé símbolo del zika» que sigue esperando tratamiento

En diciembre, poco después de que se descubriera la magnitud de los casos de malformaciones en los fetos de las mujeres infectadas, la brasileña Solange Ferreira conoció al fotógrafo Felipe Dana. Las imágenes que Dana le tomó al hijo de Solange, el pequeño José Wesley, han dado la vuelta al mundo

MADRID Actualizado: Guardar
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Solange Ferreira es brasileña y tiene 39 años, y su bebé José Wesley son los protagonistas de una enfermedad que ha paralizado al mundo: el zika.

En diciembre, poco después de que se descubriera la magnitud de los casos de malformaciones en los fetos de las mujeres infectadas, Solange conoció al fotógrafo Felipe Dana, de Associated Press. Y se hizo conocida precisamente por las fotos que Dana le hizo a ella y a su bebé que sufre de microcefalia.

Solange espera por las sesiones de rehabilitación para su hijo, que ya tiene cuatro meses. «Lo que yo más quería era que comenzaran de una vez los tratamientos, para que no quede más atrasado de lo que ya está», dijo la madre angustiada a la cadena BBC Brasil.

Música gospel

En la nueva rutina familiar, los hermanos mayores de José Wesley se turnan en sus intentos de calmar al bebé. Sin consejos especializados, Solange y sus hijos usan sus propios métodos para estimular al niño, incluyendo música gospel y baños en un balde de agua. «Para mí él es normal. Yo sé que tiene microcefalia, ya vi eso en los exámenes y lo dijo el médico, pero yo lo crío como un niño normal», afirmó la madre.

José Wesley aún no tuvo exámenes de visión o audición. Por eso, Solange aún no sabe cuán serias son las limitaciones de su hijo a raíz de la microcefalia. «Hasta ahora, la enfermera soy yo», aseguró. La falta de información sobre los próximos pasos a seguir es una de las causas de la demora en el tratamiento.

El contacto entre Felipe Dana con la neuropediatra Vanessa van der Linden, directora de la ONG Asistencia a Niños con Deficiencia fue determinante para que José Wesley consiguiera sesiones de fisioterapia. «Conseguimos el teléfono de ella y la llamamos. Acabé haciendo esas llamadas muchas veces, porque aquí no llegaban».

«No paraba de llorar»

José Wesley nació a los ocho meses, cuando visitaba su familia en Bonito. «Nadie desconfió al principio porque era prematuro y era normal que fuera pequeño. Volví a Poço Fundo y pasé dos meses casi siempre dentro de casa porque no paraba de llorar». La microcefalia de José Wesley fue descubierta en un puesto de salud.

«Midieron a José Wesley y tenía 32 cm aunque ya tenía dos meses. Hasta ese entonces nadie había prestado mucha atención al tamaño de su cabeza porque tenía salud, era normal».

Una tomografía confirmó la malformación de José Wesley, con características de una infección congénita. Como la mayor parte de los bebés que parecen haber sido afectados por el virus del zika, llora durante la mayor parte del día. «Cuando se queda nervioso se queda todo duro, parece la estatua del Cristo Redentor. A veces abre los brazos, cierra las piernitas y queda rojo. Y ahí me preocupo mucho. Pero angustiarse no ayuda. O lo pongo en el balde de agua para calmarlo o dejo que de alguna forma acabe calmándose sólo», cuenta a la BBC.

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