Los tradicionalistas hoy en la Iglesia

Estamos en un tiempo en el que el calificativo más usado para deslegitimar al otro en la Iglesia es el de conservador o retrógrado

ABC

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El pasado 12 de septiembre el Papa Francisco mantuvo un encuentro con los jesuitas eslovacos. En el diálogo, tal y como lo ha reproducido 'La Civiltà Cattolica', el Papa les dijo que «estamos sufriendo esto hoy en la Iglesia: la ideología del volver atrás. Es una ideología que coloniza las mentes. Es una forma de colonización ideológica. En realidad, no es un problema universal, sino más bien específico de las Iglesias de algunos países. La vida nos da miedo». Luego se refirió a dos perversiones: la rigidez y el clericalismo.

Estamos en un tiempo en el que el calificativo más usado para deslegitimar al otro en la Iglesia es el de tradicionalista, conservador, retrógrado. Lo mismo se utiliza para denominar a los que se oponen a determinadas actuaciones del Papa Francisco como a quienes piden que se custodie el tesoro de la doctrina, una liturgia digna y una propuesta de la fe sin rebajas . También se arroja contra quienes critican la anorexia de la Iglesia en el espacio público o contra los que no están de acuerdo con el uso, en el discurso eclesial, de tópicos y lugares comunes ajenos a la riqueza y la distinción en el pensamiento.

Tan ideologizada está la fe que se alimenta de los postulados de la izquierda progresista como la que succiona el pensamiento político ultraconservador. La dialéctica en la Iglesia como criterio de interpretación es de por sí un síntoma de esa ideologización. Convendría tener un concepto más ajustado de lo que es el tradicionalismo, que no hay que confundir con la salvaguarda de la tradición. La tradición viva en la Iglesia es garantía de su pervivencia, porque la fe es un encuentro no una idea abstracta. El tradicionalismo es una concepción de la existencia que juzga que la vida debe ajustarse a pautas únicas de comportamiento ligadas a un tiempo determinado. Excluye el pluralismo cultural y eclesial. La unidad inalterable de la fe no significa formas sociales únicas de comportamiento y actuación. Perpetuar unas condiciones o formas determinadas en la Iglesia impide el siempre y necesario ejercicio de la libertad, que es vida.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación