El hombre que rompió las entrañas del volcán

Alberto se vio la cara con la erupción tan solo dos días después de declarado su fin. Ese día, los dientes de su retroexcavadora midieron fuerzas con la dura y caliente lava.

Alberto es palmero y lleva toda su vida dedicado al uso de máquinas. No dudó en adentrarse en la lava dos días después de anunciado el fin de la erupción del volcán IGNACIO GIL

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Alberto fue el primer operario que se vio la cara con la dura y caliente lava del volcán . Dos días después de declarado el fin de la erupción entró con su retroexcavadora y le mostró 'los dientes' a la lava . Este maquinista sigue en la misma zona, en el llamado cruce de La Laguna, trabajando en la reconstrucción. «No me lo pensé cuando me lo pidieron», cuenta. Si bien lleva muchos años manipulando retroexcavadoras asegura que posarla sobre la colada fue una experiencia completamente nueva y diferente .

Con ayuda de cámaras térmicas y sensores de gases los 'constructores' de la isla tienen información para saber cómo es el terreno en el que trabajan. Ahora, el desafío lo presenta la lava caliente y no los gases, como ocurre en otras zonas de la isla como La Bombilla.

La zona de la obra donde trabaja Alberto, en La Laguna, tiene una perfecta forma de cruz: en medio, la carretera LP-213, de interés insular, que va en línea recta hacia Puerto Naos; al este hacia el municipio de El Paso y al oeste se une con la carretera LP-215, hacia el puerto de Tazacorte, donde están las plataneras. La unión de las dos carreteras (la 213 con la 215) es lo primero que se habilitó . Y se consiguió. Las máquinas se abrieron paso entre unos cinco metros de lava en tan solo 20 días ganándole 200 metros a los 'tentáculos' del volcán.

Obras en el cruce de La Laguna. En línea recta la carretera LP-213 va hacia Puerto Naos, al este (donde está la vivienda rosa) hacia El Paso; al oeste se une con la carretera LP-215 hacia el Puerto de Tazacorte J. G. S.

Gracias a ello, la calle está despejada y tiene una altura 'normal', la que tenía antes de crecer por la lava. Realizado este paso, toca dotar a la zona de los servicios básicos: agua, luz, telecomunicaciones, etc . «Una vez instalados, asfaltaremos la carretera y habilitaremos las aceras para que la gente pueda volver a sus casas», cuenta Amilcar Cabrera García , ingeniero de caminos del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico, más conocido como Pevolca. Con estas obras le han ganado al volcán 200 metros en 20 días.

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