El consumo de sedantes en las mujeres duplica al de los hombres

La Estrategia Nacional de Adicciones prioriza la atención a este colectivo, que representa el 65% de la adicción a los hipnosedantes

Feli Díaz
Paloma Cervilla

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Los estudios que ha venido realizando el Ministerio de Sanidad sobre la situación de las adicciones en España en 2015 ha arrojado un dato preocupante y desconocido hasta ahora: el consumo de somníferos y ansiolíticos (hipnosedantes) en las mujeres duplica al de los hombres. Y lo que es peor, las mujeres representan el 65% del total de las personas que han consumido hipnosedantes en ese periodo. Además, el 57% tiene entre 45 y 64 años. Igualmente, en el tramo de edad de 15 a 64 años, el 67% de las personas que consumieron estas sustancias en 2015 –un total de 544.000– eran mujeres. Y de ellas, el 89% son mayores de 25 años. El mayor inicio de consumo tiene lugar entre las mujeres de 45 a 54 años.

Estas cifras han encendido la luz de alarma en el departamento que dirige la ministra Dolors Montserrat. Hasta tal punto es su preocupación, que ha decidido incluir esta problemática en la nueva Estrategia Nacional de Adicciones, aprobada este viernes por el Consejo de Ministros. Un documento con una vigencia de ocho años y que está dotado de 1.100 millones de euros. Esta es la aportación de la Administración General del Estado, a la que se sumarán las de las comunidades autónomas.

Pero no solo son los sedantes las únicas sustancias que aumentan su consumo entre las mujeres, sino que el alcohol también empieza a ser preocupante, sobre todo como un factor de riesgo en los casos de violencia contra la pareja. De hecho, la Organización Mundial de la Salud estima que, alrededor del 20% de hombres que participan en programas para reducir el consumo de drogas han cometido alguna agresión contra las mujeres durante el año anterior al inicio del tratamiento. Ello supone que las mujeres que han sufrido violencia de pareja tienen casi el doble de posibilidades de padecer problemas con el consumo de alcohol.

Las causas que explican el incremento del consumo de sedantes en las mujeres son múltiples. Una de ellas podría ser el «estigma social» que para muchas mujeres supone acudir al médico para consultar una adicción. Además, este colectivo visita con menor frecuencia la consulta del médico y, en algunos casos, tiene más dificultades para acceder a estos tratamientos.

La nueva estrategia va a crear un grupo de trabajo específico para abordar la situación de estas mujeres. Igualmente, se pondrá el énfasis en la mejora del acceso al tratamiento de la mujer. Un acceso que suele retrasarse, al encontrarse con más barreras en el acceso a la atención e incorporación social, especialmente en mujeres con responsabilidades familiares en situación de consumo.

Otra de las cuestiones que se quiere impulsar es la formación de los profesionales en el enfoque de género, priorizando la existencia de personal formado en la materia de género en los dispositivos de atención.

El plan contempla la necesidad de incluir la perspectiva de género en todos los niveles del proceso asistencial , promoviendo los tratamientos centrados en las mujeres y sus consumos. Todo ello se realizará en base a intervenciones integrales que, en el caso de los psicofármacos, contemplen los aspectos ligados a la prescripción por parte del sistema sanitario, desarrollando alternativas de terapia no farmacológica.

El Ministerio de Sanidad también se ha marcado como objetivo la detección precoz de aquellas mujeres que puedan encontrarse en riesgo de sufrir violencia machista, por el consumo nocivo de alcohol de sus parejas.

Otro de los colectivos que también va a merecer una atención especial en este plan son los mayores de 64 años, «la generación de los 80 que sufrió la explosión de las drogas y sobrevivió a la epidemia de la heroína», según señaló ayer el secretario de Estado de Servicios Sociales, Mario Garcés.

Hasta ahora no se tenían datos de este sector de la población, y el objetivo es ampliar el rango de edad, «porque necesitamos conocer las necesidades de estas personas», subrayó el responsable ministerial. Esta población acumula el mayor impacto sociosanitario de los consumos de drogas en España (exclusión social o infecciones por VIH o hepatitis C). Esta situación implica que siguen precisando una proporción «muy importante» de los recursos disponibles.

En el ámbito del consumo de sustancias, tanto el secretario de Estado como el delegado del Gobierno del Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín, explicaron el sistema de alertas que se va a poner en marcha para detectar nuevas sustancias. Al tiempo que se está reduciendo el consumo de las sustancias tradicionales , como la heroína, la cocaína o el hachís, están apareciendo otras que no figuran en el catálogo de sustancias prohibidas.

Mejorar la red de alerta

El Ministerio de Sanidad va a mejorar este sistema de detección con una nueva norma que regule la red de alerta temprana y agiliza, asimismo, la fiscalización de las mismas. En este sentido, los responsables ministeriales creen necesario que, cuanto antes, las sanciones contempladas en el Código Penal puedan aplicarse en el tráfico de estas sustancias.

Finalmente, junto a la aprobación de la estrategia contra las adicciones, el Consejo de Ministro también dio luz verde a la venta de un inmueble en Barcelona, que supone el mayor valor de tasación de la historia del Fondo de Bienes Decomisados. Se trata de la finca Gélida (Barcelona), tasada en algo más de 22,4 millones de euros. A día de hoy, el mayor inmueble que se había puesto a la venta fue el Pazo Bayón. El precio de salida fue de 8 millones de euros y finalmente se vendió por 15.

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