Chile vuelve al confinamiento pese a tener el 40 por ciento de su población vacunada

Con 7.000 contagios diarios, la ocupación de las UCI es ya del 95,5 por ciento

Vacunación masiva en Valparaíso AFP

Libio Pérez

Chile intenta frenar el ingreso masivo de nuevas variantes del virus Covid-19. Aunque la cepa de Manaos (brasileña) ya se encuentra esparcida en la mayoría de las regiones del país sudamericano , las autoridades sanitarias dispusieron el cierre total de las fronteras desde este lunes –incluido el aeropuerto de Santiago, la capital- los viajes de chilenos hacia el exterior y el ingreso de extranjeros no residentes.

La medida –junto al adelantamiento del toque de queda y el confinamiento de más de trece millones de personas- fue tomada luego de un explosivo aumento de los contagios , que ha marcado un promedio de siete mil casos diarios y la ocupación del 95,5 por ciento de las camas hospitalarias para tratamientos críticos.

Aunque Chile ha desarrollado un rápido y extensivo proceso de vacunación, que hasta hoy ha cubierto a siete millones de personas, cuatro de las cuales ya tienen la segunda dosis, aún no es suficiente para frenar la circulación del virus, aunque se registra una mayor incidencia de contagios en personas adultas mayores.

«En Chile no hay control de la transmisión del SARS-COV2, manteniéndose una transmisión comunitaria constante del virus (lo que se denomina endemia). La estrategia asumida por la autoridad sanitaria es de mitigación que ha sido poco efectiva en contener Covid-19» , dice el académico de la Universidad de Chile. El pasado 2 de abril se produjo el más alto registro de casos desde que empezó la pandemia en Chile hace más de un año: más de ocho mil casos en 24 horas.

Los malos indicadores activaron las alarmas sobre las condiciones sanitarias que existirían para realizar las elecciones de la Convención Constitucional y autoridades regionales y locales previstas para el próximo sábado y domingo, lo que obligó al gobierno a posponer los comicios para el 15 y de 16 mayo.

La situación parece fuera de control, sobre todo porque ha bajado la capacidad de realizar testeos, trazabilidad y aislamiento de las personas infectadas. «Los indicadores de trazabilidad son malos, sobre 57,4% de los casos no tiene nexo (con aumento respecto de semana anterior), lo que implica que no tenemos identificadas las cadenas de contagios», alerta Goyenechea.

Los dardos comenzaron a ser dirigidos hacia el manejo de la pandemia por parte del Ministerio de Salud y el gobierno, a quienes este martes el Colegio Médico ha solicitado mayor información y transparencia sobre quién están tomando las decisiones, cómo las toman y quiénes integran los equipos de asesores. Desde sectores de la oposición hay solicitudes de renuncia del ministro de Salud Enrique Paris, quien ha dicho que «nadie me moverá de mi objetivo de trabajar por el cuidado de la salud de los chilenos».

La presión obligó a que el presidente Sebastián Piñera entregara un apoyo explícito al ministro, a quien se le acusa de transmitir «exitismo» y con ello producir confusión entre la población. «Creo que nunca hemos subestimado esta pandemia», dijo el gobernante, para enseguida añadir sus agradecimientos al trabajo «del doctor Paris y todos los trabajadores de la salud».

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