Capacidad para el doble de camas UCI y diagnóstico precoz, algunos requisitos para comenzar la desescalada

Son dos de las recomendaciones de los expertos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias para iniciar todo el proceso de transición

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha entregado la mañana de este domingo el documento al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez EFE

M.L.

Este domingo, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón , ha entregado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y al ministro de Sanidad, Salvador Illa, un documento con unas «recomendaciones genéricas» para iniciar todo el proceso de transición a la desescalada.

En el informe aparecen las condiciones necesarias , a juicio de los expertos, para poder iniciar esa tan ansiada desescalada . Se trata de cuatro ejes principales: garantizar que el sistema es capaz de responder a un nuevo brote, que disponemos de los mecanismos adecuados para monitorizar la fase, la capacidad de diagnóstico a nivel hospitalario y de Atención Primaria (AP) y también para detectar todos los casos sospechosos.

La toma de decisiones durante la etapa de transición se basará en la identificación de las áreas geográficas con «capacidades de preparación adecuadas, con situaciones epidemiológicas y de riesgo homogénea» y la delimitación de dichas áreas «se acordará con las comunidades autónomas» .

«Una capacidad asistencial adecuada y adaptada al riesgo podría evitar periodos de confinamiento», reza el documento, por lo que los expertos piden consolidar el reforzamiento iniciado en las últimas semanas en todas las comunidades autónomas.

Es este sentido, Sanidad establece como requisito para iniciar la desescalada reforzar la implantación de medidas de prevención y control de la infección en todas las áreas, la disponibilidad suficiente de EPI (Equipos de Protección Individual) y la separación de circuitos para pacientes positivos o no en Covid-19. Todo ello con el objetivo de prevenir infecciones intrahospitalarias.

El documento también contempla como medida indispensable la disponibilidad de recursos para pacientes agudos y críticos. Para ello, según el informe hay que contar con la disponibilidad inmediata , en caso de necesidad, del doble de camas de UCI respecto de la capacidad pre-COVID e identificación de espacios que permitan un incremento de hasta el triple de la capacidad pre-COVID.

El diagnóstico precoz es una de las claves y para garantizarlo, los expertos apuestan por el establecimiento de centros específicos de pacientes sospechosos de COVID, circuitos separados para la atención presencial de personas con síntomas respiratorios o infecciosos y reforzar la atención domiciliaria.

También hacen hincapié en el documento en dotar de las capacidades para la toma de muestras para el diagnóstico de COVID-19 y los mecanismos logísticos para el traslado de muestras a los laboratorios que permitan obtener resultados en uno o dos días. Y se contemplan protocolos en centros de salud para la identificación de los centros sociales en su zona (residencias de mayores, de menores, de personas con discapacidad, etc.), la vigilancia de los mismos y dotarles de apoyo sanitario.

Por último, se deberá favorecer la telemedicina para consultas que lo permitan e integrar las capacidades y los servicios asistenciales y de laboratorio de las mutuas y los servicios de prevención de riesgos laborales.

Según el informe, «una vez que las cuatro capacidades estratégicas se hayan desarrollado suficientemente, se podrán tomar decisiones que permitan un progresivo aumento de la movilidad y de la actividad laboral» .

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