Obituario

Dr. Aaron T. Beck: Uno de los artífice de la terapia cognitiva

a Asociación Americana de Psicología (APA) como uno de los cinco psicoterapeutas más influyentes de todos los tiempos

Noelia Morán Rodríguez

El reciente fallecimiento del Dr. Aaron T. Beck a los 100 años de edad hace necesario recordar la extensa carrera de uno de los máximos exponentes de la psicología contemporánea al ser uno de los principales artífices de la terapia cognitiva. Una terapia ampliamente investigada y respaldada por la comunidad científica, que en cuyo inicio se centró en el tratamiento de la depresión y la ansiedad y después se extendió al tratamiento de trastornos de estrés postraumático, alimentación, obsesivo-compulsivo, fobias y esquizofrenia, entre otros.

A lo largo de sus más de 70 años de trayectoria profesional, el Dr. Beck realizó importantísimas contribuciones a diferentes disciplinas de la psicología como la psicopatología, la evaluación e intervención psicológica. Son muchas las aportaciones del Dr. Beck, indudablemente muy destacables en el caso de la terapia cognitiva inicialmente, y de la terapia cognitivo conductual posteriormente.

Una de las principales contribuciones que desarrolló, dentro de la terapia cognitiva, fue el hallazgo de las llamadas distorsiones cognitivas. Se percató de que en el núcleo de ciertos trastornos psicológicos existe una alteración en la manera de pensar que se manifiesta de forma repetida a partir de las interpretaciones que realizan los pacientes sobre diferentes situaciones y cómo eso afecta en el estado emocional de los pacientes. Por ejemplo sabemos que si una persona está deprimida, ansiosa o iracunda, probablemente presente ciertos pensamientos negativos, lo que potencia tales estados de anímicos. Beck descubrió que señándoles a los pacientes esas distorsiones cognitivas y proponiendo alternativas de pensamiento (que incluso constituyen explicaciones más probables) surgía un alivio casi inmediato de la sintomatología. Por lo que uno de los ejes centrales de la terapia cognitiva se centra en que los pacientes aprendan esas habilidades terapéuticas para ayudar a que la mejoría se mantenga. El conocimiento de estas variables justifica que dentro de una de las terapias psicológicas con mayor respaldo científico, la terapia cognitivo-conductual, se realicen intervenciones cognitivas.

Todo ello sin olvidar sus esfuerzos por transferir resultados de investigación y formar a otros profesionales de la psicología. Cuenta en su curriculum con innumerables artículos de investigación publicados y 17 libros publicados; destacando como una de sus aportaciones más relevantes el desarrollo del Inventario de depresión de Beck (BDI; Beck et al., 1961) como instrumento de identificación y medida de la severidad de los trastornos depresivos. Esta herramienta ha terminado por convertirse en uno de los test más empleados por los profesionales de salud mental, o psicólogos clínicos, psiquiatras e investigadores. También, destaca el éxito de la formación que ofrece que le ha llevado a la inauguración de diferentes sedes del Instituto Beck a nivel mundial para poder formar a los profesionales de la psicología de todo el mundo que estén interesados en la formación del tratamiento cognitivo conductual.

Todo ello, no hace más que afirmar las razones por las cuales ha sido catalogado por la Asociación Americana de Psicología (APA) como uno de los cinco psicoterapeutas más influyentes de todos los tiempos y, por ende, que el mundo de la psicología se encuentre de luto. Descanse en paz.

Noelia Morán Rodríguez

Presidenta de la Sociedad Española de Psicología Clínica y de la Salud

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