Salud

El Virgen del Rocío operará 2.000 cataratas más al año

La contratación de ocho profesionales permitirá programar más intervenciones en turnos de mañana y tarde

Cada año se hacen más operaciones debido al envejecimiento de la poblaciónABC

Amalila F.Lérida

Los tiempos de espera para operarse de cataratas van a disminuir cuando se implante la medida que ha anunciado el hospital universitario Virgen del Rocío.

Si hasta ahora operan al año hasta 4.000 pacientes ahora ese número aumentará a 2.000 más porque ha iniciado un programa de accesibilidad para la cirugía de la catarata ocular tendente a optimizar el protocolo y a agilizar la asistencia que se presta a una población con una esperanza de vida cada vez mayor y, por tanto, con un incremento de incidencia y prevalencia de enfermedades como esta, que está directamente relacionadas con el envejecimiento natural de la persona.

El objetivo concreto es reducir el tiempo desde que el oftalmólogo diagnostica este problema de salud e indica la intervención al paciente y la cita para el quirófano.

Para ello, la unidad de gestión clínica de Oftalmología ha creado un nuevo circuito específico y ha programado 32 jornadas más mensuales de quirófano, en turno de mañana y tarde.

«Esto significa que más de 2.000 nuevos pacientes con cataratas se van a beneficiar de esta cirugía que se hace en régimen ambulatorio en los próximos meses», dicen fuentes del hospital.

Para poder dar respuesta a este incremento de actividad, la dirección del centro sanitario ha iniciado una contratación de ocho profesionales. Entre ellos, oftalmólogos, profesionales de la Enfermería, técnico en cuidados auxiliares de la Enfermería y un celador.

Desde el punto de vista tecnológico, se ha puesto a disposición de los profesionales dos nuevos facomulsificadores y dos microscopios de oftalmología y el material quirúrgico preciso.

Esta ampliación de quirófanos ha requerido un gran esfuerzo organizativo de circuitos, incrementar consultas de pruebas oftalmológicas para la preparación preoperatoria, y habilitar una nueva consulta de preanestesia. Además, participan otras áreas como las de apoyo administrativo, laboratorio, diagnóstico por la imagen y todos los que permiten llegar al paciente a su intervención quirúrgica con los mayores niveles de seguridad.

La catarata es la pérdida de transparencia del cristalino , la lente natural del ojo que se encuentra detrás de la pupila y que permite enfocar a diferentes distancias.

A través de esta lente pasan los rayos de luz hasta la retina y allí se forman las imágenes. Por ello, cuando el cristalino se opacifica e impide el paso nítido de la luz a la retina, el paciente sufre una pérdida progresiva de visión.

Se trata de la primera causa de discapacidad visual en el mundo y, en los países desarrollados, es la patología más operada.

Debido al aumento de la esperanza de vida y al envejecimiento de la población, su prevalencia va en aumento. No es grave pero limita significativamente la calidad de vida de la ciudadanía al reducir sus capacidades sociales, culturales o laborales.

Habitualmente los pacientes llegan al médico con una falta de visión o visión borrosa, que en un principio se corrige con gafas. Después avanza hasta el punto de que afecta la conducción, a salir de noche, a la lectura...

Se inicia así el proceso asistencial de la catarata y se indica la intervención quirúrgica que es la única vía para curar esta enfermedad en la actualidad. Es frecuente en la población mayor de 65 años. Entre la de 40 y 50 suele aparecer algún caso aislado pero de forma secundaria a una medicación que acelera este proceso o bien porque en enfermo padece diabetes.

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