Sucesos
Sevilla, en el punto de mira de la mafia georgiana que se dedica a asaltar viviendas
La Policía detiene a dos presuntos integrantes de una célula en Sevilla Este, ocho meses después de la caída del capo que se escondía en Felipe II
La mafia georgiana es la gran organización que está detrás de las oleadas de robos en viviendas en Madrid. Se la considera la responsable del 60% de los asaltos que se cometen en la capital del país. El año pasado, una investigación revelaba cómo la banda dirigida por los vor v zakone (ladrón de ley, el rango más alto de este grupo mafioso ) había extendido de nuevo sus tentáculos por el territorio nacional. Se efectuaron arrestos en distintas provincias y hubo una detención clave en Sevilla, la de Eisher Meshveliani , uno de los capos de la organización que se escondía en una vivienda de lujo en la zona de Felipe II.
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Meshveliani, de 57 años, era el responsable de la coordinación de las células itinerantes que estaban activando por el país , reproduciendo las mismas oleadas que llevan sufriendo desde hace varios años los vecinos de Madrid. Entonces se sospechó que esta mafia, capaz de mover millones de euros sólo con lo que obtienen en los robos, podía estar ya operando en la capital hispalense. Una sospecha que parece confirmarse con la última actuación del Grupo de Robos de la Jefatura Superior de Sevilla , en la que han detenido a dos ladrones supuestos integrantes de una célula. Los investigadores del Cuerpo Nacional les imputan hasta medio centenar de robos en viviendas , que habría cometido desde finales de mayo en Sevilla Este, Nervión, Macarena y Santa Clara.
La investigación policial los relaciona con medio centenar de robos en varios barrios de la capital
Sin embargo, tras pasar a disposición judicial han quedado en libertad y se desconoce su paradero. Fuentes consultadas por este periódico señalan que es muy probable que regresen a su país de origen para ser reemplazados por otros integrantes de la organización que no estén fichados en España. Así se nutre de soldados una organización que tiene una legión de aspirantes a ladrón dispuestos a pasar a la acción en el extranjero porque de sus robos vivirán sus familias en Georgia.
Precedentes: «operación Java» y «Aikon»
Operaciones como la Aikon, desarrollada en 2015, o la Java de 2010, confirmaban que los ladrones de ley tiraban de toxicómanos para integrar sus células al conseguir un alto grado de fidelidad a cambio de que obtuvieran dinero para su adicción.
La detención de Z. A., de 46 años, y de D. L., de 54, se produjo en el portal de una vivienda de Sevilla Este a la que intentaron entrar forzando la puerta. La Policía los sorprendió en ese mismo instante. El piso estaba bajo vigilancia después de que su propietaria denunciara que al llegar de las vacaciones se había encontrado con unos trozos de plástico en la puerta, según detallaba ayer un comunicado oficial.
Los agentes ya estaban trabajando sobre la pista de una serie de robos que guardaban semejanzas entre ellos y en los que se habían usado técnicas habituales que emplea la mafia georgiana . Y decidieron apostarse cerca de la casa de la denunciante y esperar.
Los dos ladrones fueron apresados cuando manipulaban la cerradura con una suerte de ganzúa. Los agentes les intervinieron hasta 19 modelos distintos de esta herramienta, además de trozos de plástico que le sirven de testigo para saber si una vivienda sigue desocupada y otros útiles como linternas o cartulinas que se emplean para abrir las puertas con el método del resbalón . Así se denomina a la apertura sin violencia de los pestillos cuando la cerradura no está echada.
Fuentes judiciales confirmaron a ABC que el pasado 22 de julio fueron puestos a disposición judicial del Instrucción 3 de Sevilla , cuya titular ordenó su puesta en libertad con cargos después de que la Fiscalía no pidiera la medida de prisión provisional para los sospechosos. Ambos no cuentan con antecedentes en España y en la comparecencia se valoró que sólo había pruebas directa de la comisión de una tentativa de robo, la que los agentes frustraron cuando intentaban acceder a la casa de Sevilla Este.
Los investigadores del Grupo de Robos habían estudiado al detalle el resto de asaltos, casi idénticos en la ejecución. También aportaron las pruebas del instrumental requisado a los sospechosos que los aleja del perfil de delincuentes primarios. Pero esos argumentos no convencieron y los detenidos quedaron en libertad.
«Sois buenos, pero no os acompañan las leyes»
En 2015, la Policía asestaba un importante golpe a la mafia georgiana en Madrid con la «operación Aikon» , germen de la investigación que culminó con la caída del capo que se ocultaba en Sevilla el pasado mes de noviembre.
Un juzgado de Instrucción de Madrid modificaba la medida cautelar impuesta a 16 integrantes del grupo mafioso que habían sido enviados a prisión provisional tras su detención. Sólo habían transcurrido diez días desde el ingreso hasta la obtención de la libertad.
Los detenidos quedaron libres tras comparecer ante la juez del Instrucción 3 el pasado 22 de julio
El auto del juez de instrucción fue revocado por la Audiencia de Madrid, que mandó a la cárcel de nuevo al último vor v zakonen identificado en España, Zviad Darsadze , quien acumulaba dos arrestos pero estaba en la calle. Meshveliani, apresado en Felipe II, era la mano derecha del sucesor del gran jefe de los ladrones, un individuo que se cree que está oculto en Italia tras ser condenado en su país.
ABC publicaba en agosto de 2015 la conversación que había mantenido un lugarteniente de la mafia con uno de los agentes que había logrado darle caza. «Los policías españoles sois muy buenos, pero no os acompañan las leyes». Estaba convencido que a pesar de la detención, saldría libre y así fue.
No es la única decisión judicial que ha jugado a favor de una organización que muta constantemente de peones y que se dedica a ejecutar robos limpios, exentos de violencia contra las personas que conllevan una pena mayor en caso de condena.
Su especialidad son l os asaltos de casas desocupadas, a las que entran forzando las cerraduras sin hacer daño . El objetivo es que nadie se percate del robo hasta que las víctimas cruzan el dintel de sus hogares y confirman que le han sustraído sus pertenencias. Buscan principalmente dinero y joyas que puedan vender rápidamente en el mercado negro. La mayor parte de los ingresos que obtiene la mafia georgiana la envían a su país de origen sin dejar apenas rastro de los movimientos de caudales.
