Obituario

Muere La Esmeralda, icono transformista del franquismo en Sevilla

Alfonso Gamero Cruces fue un personaje irrepetible que rompió barreras en la Transición: «Yo soy maricón con acento en la o»

Alfonso Gamero Cruces, más conocido como 'La Esmeralda' ABC
Javier Macías

Javier Macías

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En aquella Sevilla de los Setenta había personajes tan famosos que no necesitaban salir en los periódicos. Uno de ellos era Alfonso Gamero Cruces , al que nadie recordará por su nombre, porque en realidad se llamaba 'La Esmeralda' . Hoy, la ciudad a la que se ganó sin complejos y con la valentía de llevar por bandera su homosexualidad en un momento en el que nadie se atrevía a salir del armario, lo despide. Ha muerto 'La Esmeralda'.

Alfonso fue un icono transformista de la Sevilla del franquismo . Se vestía de flamenca y contaba chistes verdes. Era libre y se ganó el indulto de una opinión pública que trataba estos temas de puertas adentro. La Esmeralda echó para afuera su condición: «Yo soy maricón con acento en la o , que suena a bóveda». Así se lo hizo saber a Joaquín Arbide en la película que le hizo y que luego le repitió a Jesús Quintero cuando le preguntó si era mariquita, gay, transexual, homosexual o maricona.

Se hizo a sí mismo. Tenía tanta gracia que se introdujo en el mundo de la farándula como ayudante de su querida Marifé de Triana . Sólo le separaba el apellido. Porque La Esmeralda era de la muralla para adentro. Devoto macareno , llevaba en su apodo las mariquillas de la Esperanza. Y le puso el nombre a la caseta de Feria más famosa del real. La que vive entre Costillares y Pascual Márquez. Donde comían los montadores y donde iban famosos, políticos y hasta la Sevilla rancia.

Fue pintor de brocha gorda y sillero de la Carrera Oficial hasta que entró a trabajar con Marifé, a quien le planchaba las batas de cola que luego acabó colgándose por lo alto. El mundo por montera. Se hizo famoso por el boca a boca, como los grandes personajes de Sevilla. Grabó discos de vinilo que se vendieron como churros, como 'Mis mejores 69 chistes' . Y se metió a empresario hostelero. En la carretera de La Rinconada abrió La Caseta , donde trasladaba su espectáculo habitual de los farolillos los otros 358 días del año. Aquel local que huía de los lujos fue el armario de 'Lluvia de Estrellas'. El que entraba dentro, salía travestido en un halo de humo. Una academia del transformismo. En el bar de La Esmeralda nació la Estrellita 'La Fantástica' , clásico personaje que sigue cantándole saetas para descambiarlas a las Vírgenes de Sevilla, a las que grita: «Por mi madre que está en el cielo y me hizo maricón» y que suele acabar con un enfrentamiento dialéctico con el público.

La Estrellita lo aprendió de La Esmeralda. Contó Machuca una anécdota con Luis León, el zorro plateado que tenía en las venas la sangre verde de tanto llamar al Dragón de la Esperanza. El capataz de la Macarena le pidió que no diera ningún mitin mientras Alfonso iba de nazareno con cirio verde . «Se levantó la túnica y le enseñó las enaguas blancas antiguas con pasacintas de color verde esperanza que llevaba».

Este lunes se le ha apagado la vida a quien más la usó. El viernes, a Alfonso le sobrevino un ictus que ha sido lo único que le ha ganado la partida. De su baúl transparente donde le sacaba los complejos a la Sevilla carca, nadie le ha encontrado el DNI . Ha muerto La Esmeralda y va al tanatorio de San Jerónimo, al lado de donde montó el local del transformismo en Sevilla. Nada es casualidad. Pero a ver quién sabe con cuántos años se ha ido con la Macarena.

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