Iglesia

Mario Iceta no será el arzobispo de Sevilla... sino de Burgos

El actual obispo de Bilbao, al que el propio monseñor Asenjo patrocinó para ser su sustituto, no ocupará la silla de San Isidoro

Mario Iceta y Juan José Asenjo en un acto en Sevilla Juan Flores

Javier Macías

Mientras en la Santa Sede se decide quién será el sucesor de monseñor Juan José Asenjo al frente de la Archidiócesis de Sevilla, un candidato -probablemente el que más había sonado- se cae de las quinielas. Se trata de Mario Iceta (Guernica, 1965), obispo de Bilbao a quien el propio Asenjo había patrocinado para que ocupara la sede de San Isidoro tras la renuncia del arzobispo, que cumple 75 años el próximo 15 de octubre . Mario Iceta irá finalmente a Burgos, una archidiócesis de mayor peso jerárquico que la vizcaína, tal y como ha adelantado «Diario de Burgos». El nombramiento está previsto que se dé a conocer este martes.

El actual prelado hispalense ha evidenciado en varias declaraciones que era su principal candidato para sucederle. Cabe recordar que fue monseñor Asenjo quien promovió su carrera eclesiástica cuando coincidieron en Córdoba . El por entonces obispo de esta diócesis nombró a Iceta vicario general y ecónomo de la Mezquita-Catedral. Ambos ascendieron en la jerarquía eclesiástica española al mismo tiempo y separaron sus caminos. En 2008, cuando Asenjo fue nombrado arzobispo coadjutor con derecho a sucesión en Sevilla, el Papa designó al vizcaíno obispo titular de Álava y auxiliar de Bilbao. Dos años después, Iceta fue nombrado administrador apostólico de la diócesis bilbaína tras la marcha de Ricardo Blázquez a Valladolid.

Ahora, como su predecesor, emprende un nuevo camino en Castilla y León, en este caso en Burgos, una archidiócesis histórica cuyo arzobispo, Fidel Herráez , presentó su renuncia en junio de 2019 al cumplir los 75 años de edad y aún no le había sido aceptada.

De esta forma, el delfín de monseñor Asenjo cierra la puerta de Sevilla y se cae de las quinielas en las que en los últimos meses ha estado mejor colocado. Iceta, de hecho, por su amistad con el actual prelado hispalense y el conocimiento de la Iglesia en el sur de España tras su etapa en Córdoba, ha tenido una relación estrecha con un buen número de hermandades de la capital. Así, ha presidido numerosos cultos, el más reciente un día de quinario en el Gran Poder el pasado mes de enero, en el que se mostró conmovido con la talla del Señor de Sevilla. «Me conmueve ciertamente esta bendita imagen del Gran Poder del Señor. Cuando me escapo a Sevilla, lo he hecho muchas veces, siempre vengo a verlo», aseguró.

Ahora, pastoreará la Archidiócesis de Burgos y se sentará en la silla episcopal de la imponente Catedral donde se encuentran los restos de Rodrigo Díaz de Vivar, «El Cid Campeador» . Mientras tanto, el arzobispo Asenjo ya ha remitido su carta de renuncia al Papa Francisco, que junto al nuncio del Vaticano en España, el filipino Bernardito Auza , decidirá quién vendrá a Sevilla. Este nombramiento no tiene por qué ser inminente, habida cuenta de otras sucesiones que se han dilatado en el tiempo, como es el propio caso de Burgos. Hay que tener en cuenta también que en estos próximos meses se renovará gran parte del plenario de la Conferencia Episcopal, con movimientos en diócesis como Madrid, Barcelona, Valencia, Santiago de Compostela o la propia Sevilla.

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