Huawei, casi 20 años ya de conflicto con Estados Unidos

Los conflictos de la marca Huawei con el gobierno norteamericano comenzaron en 2001, aunque muchos lo crean reciente

Trump levantando el veto a Huawei ABC

Martín Arévalo

Huawei está siendo el gran protagonista de lo que llevamos de 2019. Por desgracias está siendo utilizada como caballo de batalla en la guerra económica que mantienen Estados Unidos y China y que ahora tiene su gran eje en la implantación del 5G, la denominada quinta revolución tecnológica o nueva generación de conexión de datos móviles.

Sin embargo, si bien ahora los focos le han apuntado de forma directa, la realidad es que la firma china se ha conseguido hacer un nombre muy respetable en la industria móvil gracias a su meteórica trayectoria en el último lustro que le ha permitido auparse como la tercera gran marca del sector y competir de tú a tú, con los dos grandes referentes del mercado: Samsung y Apple. No obstante, es importante precisar que la trayectoria de Huawei rara vez ha estado exenta de polémica , si bien ésta no ha trascendido tanto para el gran público. Y es que con una vinculación casi inherente al gobierno chino cabe conocer su origen y entender la mentalidad política y económica del gigante asiático para poder hacerse una idea de la situación actual y qué ha llevado a eso.

Fundada en 1987 por un miembro del Ejército de Liberación china

Fundada en 1987 por su actual presidente de operaciones o CEO, Ren Zhengfei (quien había formado parte del Ejército de Liberación china previamente, con todo lo que ello supone), Huawei consiguió con cierta celeridad hacerse un hueco en China aprovechando que a principio de los 90 el país asiático puso en marcha una política de priorizar las empresa tecnológicas nacionales por encima de las extranjeras con el fin de conseguir asentar a las primeras en el mercado y que no se vieran eclipsadas por los gigantes foráneos.

Pues bien, el primer conflicto llegó con Estados Unidos en 2001, meses después del atentado del 11S , que cambió el mundo tal y como lo conocemos, se filtraba por medio de la Agencia de Inteligencia de la India, que la división de la empresa en dicho país había colaborado con los talibanes en Afganistán, Irak y Pakistán , algo que fue desmentido por la marca y que terminó quedando en nada.

Más trascendencia tuvieron otros episodios en los que Huawei se vio envuelta durante la siguiente década, como la demanda en 2003 de Cisco por infracción de patentes para el código firmware de sus routers (que se saldó con un acuerdo extrajudicial); el bloqueo en de 2008 de la administración Busch de la adquisición de la firma estadounidense de routers 3COM para evitar problemas de… seguridad nacional; la investigación abierta por parte del FBI a Ren Zhengfei por unas hipotéticas negociaciones con Irán ; o la acusación de espionaje corporativo de Motorola en 2010 con motivo del lanzamiento del primer terminal Android de la firma china, el Huawei U8220, asunto que también se solventó con un trato .

Con la llegada de la siguiente década, Huawei intenta por dos ocasiones desarrollar infraestructuras de redes en Estados Unidos y en ambos casos se encuentra con la oposición frontal del gobierno americano aludiendo de nuevo asuntos de Seguridad Nacional. Cabe destacar, porque no es algo anecdótico, que estamos en la era Obama, cuyos mentalidad, al menos a priori, dista bastante de la de Bush o Trump. Pero ni así.

El gran punto de inflexión tiene lugar en 2012. Estados Unidos publica, tras once meses de investigación, un informe, origen y causa de toda la polémica posterior, en el que se señala sin ambages que Huawei “puede estar violando las leyes de los Estados Unidos” apuntando a su vez que la utilización en infraestructuras de equipos de la marca (y también de ZTE) podrían poner en riesgo la seguridad nacional del país estadounidense .

Edificio Huawei ABC

Los móviles, más marketing que negocio para Huawei

Es importante hacer un inciso importante para precisar algo: el informe no se refería en ningún momento a smartphones, si no a la red de comunicaciones de Huawei ( antenas, módems, routers…). Y es que este punto es muy importante ya que, en contra de la creencia popular y pese a la notoriedad que ha ganado por toda la polémica actualmente en lo referido a Android, la realidad es que la rama de los dispositivos móviles es una parte minúscula del negocio de Huawei. Que por supuesto lleva en un gran crecimiento en el último lustro y sirve para dar visibilidad a la marca a nivel global, pero eso es todo. La viabilidad económica de Huawei no depende en absoluto de su división de terminales móviles. Eso sí, cabe señalar porque es muy ilustrativo de hasta que punto la información puede condicionar la voluntad de los usuarios, el hecho de que trascendiera que tras el primer anuncio de veto de Estados Unidos las ventas de smartphones de la compañía en España llegaron a caer hasta un 30% tras publicarse que Google no iba a suministrar su tecnología a la compañía china.

En cualquier caso, también cabe precisar que en todo este tiempo Estados Unidos no ha mostrado evidencias de la supuestas violaciones de seguridad por parte de Huawei (ojo, que desde aquí no decimos que no las haya) y le ha bastado para crear un mantra que ha terminado calando en todas las esferas.

Huawei, víctima del espionaje del NSA

Otro capitulo surrealista, que sirve en cierta medida para hacerse una idea de hasta que punto en realidad se nos escapa la verdad de este asunto tras la cortina de humo que suponen las informaciones sesgadas que se encargan de hacer trascender por parte de uno y otro bando, es que en 2014, gracias a una filtración de Wikileaks se supo que desde 2009 Estados Unidos, por medio de la NSA, estaba hackeando los servidores de Huawei (lo que es conocido como la Operación Shotgiant ) para espiar además de al propio gobierno chino y a países como Afganistán e Irán.

La bola ha seguido creciendo con los años en una falsa calma tensa, con episodios reseñables como la prohibición de comercialización en 2017 del Huawei Mate 10 en Estados Unidos ; o, ya en 2018, la prohibición de contar con material de la firma china en bases militares norteamericanas, y la detención Weng Wanzhou, directora financiera de Huawei en Canada el pasado mes de diciembre, acusada por negociar con países enemigos de Estados Unidos, (sí, de nuevo los clásicos: Irán, Pakistán…) , que desde Huawei se consideró claramente como una detención ilegal, así como de otros delitos de blanqueo de capitales y fraude.

Finalmente en este 2019, lo ya conocido y publicado recientemente, que volvemos a recordar por si no se está puesto en la materia: el clima de tensión fue aumentando hasta la bomba que supuso  la confirmación  de que el gobierno estadounidense por medio de su departamento de Comercio había incluido a Huawei en la Entity list o ‘lista negra’ de empresas que suponen una «amenaza para la seguridad nacional», lo que obligó a empresas como Google y  fabricantes de chips  cortar sus relaciones comerciales con la firma china.

Esto provocaba que Huawei perdiera acceso inmediato a las actualizaciones de Android y la próxima versión del sistema operativo de Google para sus móviles para el exterior de China tampoco contará con las aplicaciones y servicios de la compañía de Mountain View . Ya que si bien la empresa asiática aún podría tener acceso a la versión de Android disponible a través de licencias de código abierto, disponibles para cualquiera, el hecho de tener que prescindir de todos los servicios de Google entre ellos la tienda de aplicaciones Google Play, gran pilar del sistema operativo, hace que todo tenga poco sentido.

El fin del conflicto no está cerca

Cuando nadie lo esperaba Estados Unidos  sorprendía  en la pasada cumbre del G20 en Osaka (Japón) escenificando la paz con el gobierno chino tras una reunión del presidente Donald Trump con su homónimo chino, confirmando que las empresas estadounidenses podrán vender sus productos a Huawei ». Pero sin embargo, y en un último giro de los acontecimientos, cuando parecía que tras la tempestad llegaba la calma, una nuevas declaraciones del portavoz del gobierno de Estados Unidos hace unas semanas confirman que la historia no está ni mucho menos acabada, y ni siquiera se ha escrito el penúltimo capítulo de esta historia. Desde la Casa Blanca se ha asegurado que la implantación del 5G de Huawei en en territorio estadounidense continua vetada, y ha dejado en el aire el futuro de la relación de Huawei con Android: “Todo lo que hemos hecho es permitir la venta de microchips a Huawei , ya que son objetos que no tienen un impacto en la seguridad nacional".  Por ello se da por hecho que Huawei continuará trabajando HongMeng OS, su  propio sistema operativo  como alternativa a Android, en el que la compañía asiática comenzó a trabajar en previsión cuando la situación con Estados Unidos había comenzado a enturbiarse demasiado. El lanzamiento HongMeng OS, cuando el bloqueo todavía era oficial, estaba fechado para finales de este 2019, pero ahora que ha habido cambios en el panorama se desconoce qué ocurrirá.

A a modo de resumen, pero siempre como opinión personal, el arriba firmante considera que, si bien hay millones de matices en esta historia, la realidad es que a la hora de la verdad todo se reduce a intereses económicos a gran escala , que se nos escapan a la inmensa mayoría de los mortales.

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