Patrimonio

La fuente de la Encarnación, la más antigua de Sevilla, regresa a su lugar tras ser restaurada

Casi tres meses de trabajo han bastado para ver totalmente recuperado este simbólico mobiliario barroco de Sevilla

Labores de recolocación de la fuente de la Encarnación Sevilla

Javier Comas

La fuente más antigua de la ciudad de Sevilla vuelve a colocarse en su lugar tras casi tres meses de restauración. A primera hora de la mañana de este miércoles 27 de febrero, este elemento simbólico mobiliario tardobarroco de la plaza de la Encarnación ha vuelto a su lugar más cercano a la calle Puente y Pellón, desde que el 3 de diciembre de 2018 fuera retirada por los operarios que han desarrollado estos trabajos.

Tras sufrir una actuación integral, donde se ha remozado y devuelto parte del «protagonismo» perdido a cuenta de la remodelación de todo su entorno con motivo de la construcción del complejo urbanístico Metropol Parasol , es decir las Setas, el delegado de Urbanismo del Ayuntamiento, Antonio Muñoz y los responsables de la Gerencia de Urbanismo y Emasesa detallaron en su momento este proyecto promovido por ambas entidades para someter sus piezas a un proceso de limpieza y restauración e instalarla de nuevo en el mismo enclave, pero elevándola para equipararla con la cota de suelo gracias a una reurbanización de este punto concreto de la plaza.

Además, esta intervención presupuestada con 230.000 euros , permitirá que la fuente vuelva a funcionar y recupere la circulación de agua, aunque la misma no será potable.

Así, Muñoz explicó el pasado mes de noviembre aspectos como la recuperación de la circulación del agua y la elevación de la fuente. «Será un nuevo renacer de la fuente» que regresa completamente remozada en cuatro meses gracias a los trabajos iniciales coordinados por Fernando Navarro .

De principios del siglo XVIII

Instalada en el año 1720 junto al desaparecido convento de la Encarnación, ha sido reubicada en numerosas ocasiones como en 1860 en el patio del antiguo mercado homónimo y en 1948, por las obras correspondientes al ensanche de la calle Campana , que motivaron su instalación en su enclave actual, conformando en la plaza una suerte de jardín romántico en compañía de vegetación y una bancada circular en torno a ella.

Antonio Muñoz reconoció meses atrás que la reurbanización acometida en la década pasada en todo el entorno de la plaza de la Encarnación y sus aledaños para construir el complejo urbanístico Metropol Parasol supuso que la fuente perdiese su papel de «eje» central de este espacio, al ser despojada de su bancada circular y desaparecer una parte importante de la vegetación que la rodeaba, entre otros aspectos.

Además, ha recordado que la remodelación de todo este entorno dejó a la fuente entre 30 y 50 centímetros por debajo del firme o cota de suelo, dejando además de surtir agua y perdiendo por ende toda su «razón de ser». Es más, el concejal de Hábitat Urbano ha expuesto que además de estar «desubicada» a los pies de uno de los pilares de los gigantescos parasoles del complejo urbanístico, la fuente sufre «grietas, pintadas, fisuras y pérdidas de volumen», lo que agudiza la necesidad de intervenir sobre la misma.

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