Fraude en Fundación «DeSevilla»

La Fiscalía rectifica y admite que Torrijos y Vázquez deberían estar sentados en el banquillo

Visto para sentencia el caso del que fueron excluidos, a petición de la Fiscalía, los dos exdirigentes comunistas y exdelegado municipales en el gobierno de Monteseirín, a pesar de su «papel relevante»

Carlos Vázquez y Antonio Rodrigo Torrijos, en el centro, con el exgerente acusado (primero por la izquierda) y otros militantes de Izquierda Unida, en un acto de la Fundación DeSevilla en 2009 Kako Rangel

Jesús Díaz

Una década transcurrida desde los hechos, unos años menos de instrucción, 14 tomos, 7.000 y más de 90 cajas de archivos después, ayer por fin se quedó visto para sentencia el caso del fraude de subvenciones en la Fundación DeSevilla entre los años 2007 y 2011, un «instrumento» público al servicio de Izquierda Unida . Un caso del que extrañamente se libraron Antonio Rodrigo Torrijos y Carlos Vázquez , ex primer teniente de alcalde y exdelegado de Economía, respectivamente, en el Ayuntamiento de Sevilla que gobernaba el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín . Extrañamente porque ayer la Fiscalía Anticorrupción , la defensa del único acusado y los peritos encargados de la auditoría externa de las cuentas de la ya extinta Fundación apuntaron a los dos exdirigentes comunistas.

Por aquellos hechos, el presunto fraude de una subvención cercana al millón de euros de fondos municipales destinado a proyectos sociales en países en vías de desarrollo como Cuba, Nicaragua, Colombia, Palestina o el pueblo saharaui , sólo ha sido juzgado Miguel López Adán, militante de Izquierda Unida que Carlos Vázquez colocó en la gerencia de la Fundación en 2007. Estuvo hasta 2011. Se enfrenta a cuatro años y medio de cárcel , el pago de una multa de un millón de euros y una indemnización al Ayuntamiento de 742.500 euros , misma cantidad que recibió la Fundación DeSevilla del gobierno local por el expediente de subvención 98/2008, objeto de juicio.

La defensa: «incoherencia» de la Fiscalía

Ayer, el fiscal anticorrupción admitió que estos dos señores, en clara referencia a Torrijos y Vázquez, «deberían estar sentados» aquí . Esta frase del fiscal Fernando Soto en su informe final puede entenderse como un giro o una rectificación, pues fue el propio Ministerio Público la parte que en 2016 pidió al juez instructor sacar de la causa a Torrijos y Vázquez al no apreciar indicios penales contra ellos.

Pero ayer no sólo fue el fiscal quien se acordó de los dos hombres fuertes de Izquierda Unida hace una década y que sustentaban el gobierno socialista de Sánchez Monteseirín. También lo hizo la defensa, quien le reprochó a la Fiscalía su «incoherencia» de pedir la exclusión de Torrijos y Vázquez.

El auditor de KPMG, empresa encargada de auditar la Fundación de Sevilla por petición del Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla , también dejó su granito de arena, afirmando que Vázquez y Torrijos, patronos de la Fundación , tenían «un papel relevante» en la gestión de las subvenciones y en su aprobación. De hecho, Torrijos era delegado de Relaciones Institucionales, área de la que dependían estas ayudas.

La exclusión de Torrijos y Carlos Vázquez no fue el único momento clave de la instrucción. Con la llegada de Juan Espadas a la Alcaldía de la capital en 2015, apoyado en Podemos e Izquierda Unida, el Ayuntamiento decidió retirarse la causa, dejando como única acusación a la Fiscalía. Es decir, el Ayuntamiento pasó de solicitar la imputación de Monteseirín como alcalde y todo los patronos (dirigentes socialistas y comunistas, principalmente), con el gobierno de Juan Ignacio Zoido, a no querer saber nada del asunto con Espadas.

Desequilibrio económico

Y eso, a pesar de que el Ayuntamiento, como patrono principal de la Fundación DeSevilla, en 2011 se vio obligado a aprobar una aportación extraordinaria de 1,5 millones de euros para equilibrar las cuentas de la Fundación que dirigía López Adán y de la que no eran ajenos ni Vázquez ni Torrijos.

El juicio contra López Adán, la única persona que va a tener que asumir las consecuencias penales por el fraude subvenciones , si lo así estima el juez de lo Penal número 11 de Sevilla, Joaquín Yust , en una sentencia que no se espera que salga en breve.

Ayer se celebró la tercera y última sesión del juicio, en el que el fiscal con las periciales del auditor de KPMG y los dos agentes de la Guardia Civil encargados del atestado y cuatro ampliaciones que obran en la causa, intentó demostrar la nefasta gestión económica de López Adán al frente de la Fundación, porque a pesar de que todos señalaron de nuevo a Torrijos y Vázquez, esto no elimina la responsabilidad del exgerente en los hechos , según la Fiscalía.

El desequilibrio financiero en la Fundación, que llegó a superar el millón y medio de euros, iba siempre en aumento, según el auditor. Para la defensa, estos problemas económicos de venían heredados de la Agrupación de Interés Económico, germen de la Fundación. También insistió en la idea expuesta por su cliente:el Ayuntamiento pagaba muy tarde, por eso tenían que hacer frente a unos proyecto con el dinero de otras subvenciones, maniobra permitida pues en la entidad existía el principio de «caja única».

¿El proyecto social Hombre Muerto?

En esto difieren tanto la Fiscalía como la Guardia Civil, quienes recordaron que las subvenciones eran nominativas y su destino estaba prefijado. Aún así, la Guardia Civil volvió a poner en evidencia como se usaron más de 400.000 euros del expediente 98/2008 para pagar créditos bancarios . De dicho expediente de subvenciones, la Fundación recibió 742.500 euros, que era el 75% por ciento del montante total. Ejecutó seis de los 13 proyectos presentados al Ayuntamiento, gastando algo más de 300.000 euros. Del resto nada se sabe.

Facturas manipuladas, importes inflados o facturas no pagadas y presentadas al Ayuntamiento para justificar las subvenciones fueron algunas cuestiones resaltadas por la Guardia Civil.

Como los 8.500 euros pagados a una agencia de viajes, que ganó más 160.000 euros con la Fundación en año y medio, para el viaje de un grupo de música a Cuba. Uno de los miembros de la banda «Hombre Muerto» era familiar de un patrono y miembro de la comisión ejecutiva de la Fundación. Este concierto no estaba contemplado como un proyecto social en estos países cercanos a IU, por los que Torrijos declaró sentirse «engolfado».

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