FRAUDE EN SUBVENCIONES

El exgerente de la Fundación DeSevilla niega usar subvenciones para fines de Izquierda Unida

La Fiscalía Anticorrupción, que pide cuatro años y medio de cárcel para Miguel López Adán, insiste en que esta entidad fue un instrumento «al servicio» del partido; Torrijos elude cualquier responsabilidad como patrono

El exgerente de la Fundación DeSevilla, Miguel López Adán, con su letrada a su llegada a los juzgados de lo Penal Manu Gómez

Jesús Díaz

Miguel López Adán, miembro de Izquieda Unida y gerente de la Fundación DeSevilla entre octubre de 2007 y julio de 2011, se ha sentado este lunes en el banquillo de los acusados como presunto autor de un delito de fraude de subvenciones durante su etapa en la gerencia dicha entidad. Él ha negado que usara dichas subvenciones provenientes de fondos municipales para otros fines que no fueran los proyectos sociales de la Fundación DeSevilla, rechazando de plano la acusación de la Fiscalía Anticorrupción de que esta fundación pública estaba «al servicio» de Izquierda Unida y se usó «con finalidad partidista».

En una sesión intensa y que se ha prolongado desde las diez de la mañana hasta las cuatro de la tarde, el fiscal anticorrupción Fernando Soto ha sometido a López Adán a un largo interrogatorio sobre la gestión de la Fundación y de los proyectos de cooperación internacional subvencionados por el Ayuntamiento, como principal patrono. Algunos proyectos tan llamativos como un horno incinerador para el cementerio de La Habana o la compra de contenedores por valor de 135.000 euros también para el país cubano.

El juez también ha escuchado este lunes las testificales de José Miguel Braojos, interventor del Ayuntamiento de Sevilla, del ex primer teniente de alcalde Antonio Rodrigo Torrijos (IU), y el ex secretario provincial del PCA y exdelegado no electo de Economía y Empleo del Ayuntamiento de Sevilla Carlos Vázquez . El primero era patrono y el segundo vicepresidente primero de la Fundación. Estuvieron acusados en este procedimiento, pero finalmente la Fiscalía no continuó la acusación contra ellos.

Rodrigo Torrijos por aquellos años era delegado de Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Sevilla, por lo que era su delegación la que elevaba al consejo de gobierno local las subvenciones aprobadas en dicho patronato. Aunque hoy ha asegurado que él no tenía papel alguno en la gestión de los proyectos sociales que iba a llevar a cabo la entidad con el dinero de las subvenciones. Eso sí, « desde el punto de vista ideológico simpatizaba mucho con ellos ».

La Fundación se constituyó en abril de 2005 para canalizar la ayuda internacional y cooperación en el ámbito local. Tras las elecciones municipales de 2007 y con IU en el gobierno municipal, este partido «canalizó su acción de gobierno en materia de cooperación internacional a través de la fundación, incrementándose de manera cuantiosa las ayudas y subvenciones», según la Fiscalía.

López Adán fue nombrado gerente por decisión del propio Carlos Vázquez, quien hoy ha negado que dentro de la entidad fuesen contratados más personas vinculadas al partido . La Fundación, según la Fiscalía, tenía «dependencia funcional del grupo municipal y de dirigentes de IU». La gestión de la misma, «siempre bajo el dominio del acusado, fue muy deficiente, contablemente de absoluto descontrol».

En este punto, el fiscal ha expuesto este lunes que en 2008 el desequilibrio patrimonial era de 228.000 euros. Un año después era de 870.000 euros aproximadamente. En 2010, las cuentas anuales reflejaban un patrimonio negativo por importe de 1,5 millones de euros, circunstancia que motivó que la propia fundación solicitara una aportación extraordinaria del Ayuntamiento de 1,6 millones que terminó aprobando el pleno municipal.

«Caja única»

López Adán ha insistido en que los problemas de dinero de la Fundación DeSevilla venían derivados de los retrasos en los pagos de las subvenciones por el Ayuntamiento y que por ello se vieron obligados a usar dinero de una subvención para un proyecto específico en la ejecución de programas recogidas en otro proyecto.

Este problema en los pagos del gobierno municipal lo ha corroborado Carlos Vázquez, si bien el interventor ha señalado que el Ayuntamiento pagaba las subvenciones como máximo entre 20 y 25 días. Además, ha explicado que los problemas en abonar las subvenciones a DeSevilla venían derivado por la falta de justificación de subvenciones anteriores , «una musiquilla» que el propio Torrijos ha admitido que sí le suena, los problemas con las justificaciones.

Con el dinero del expediente de la subvención 98/08, aprobada a finales de 2008 pero cobrada un año después, s e pagaron nóminas, facturas de autobuses y documentos para un encuentro de Solidaridad con Cuba , así como facturas relativas a los proyectos de otro expediente. En dicho proyecto se englobaban 13 programas de cooperación a países en vías de desarrollo como Cuba, Colombia, Nicaragua, Palestina o con el pueblo saharaui, todos afines al ideario político de Izquierda Unida.

López Adán ha reconocido usar el dinero de una subvención para otros proyectos diferentes, pero se ha justificado en que en la Fundación se usaba el criterio de «caja única» , aunque ha negado que los fondos municipales de las subvenciones fueran para otros fines distintos.

El asunto de la caja única se ha convertido en un elemento de debate en la sesión de hoy, pues al mismo interventor del Ayuntamiento le han preguntado por esto la Fiscalía, la defensa y el propio juez. Inicialmente contestó que no se podía usar dinero de un proyecto para otro para el que no fuera aprobado. Después se suscitaron dudas sobre su posible uso y admitió que «la caja única» era común en la administración local.

De proyectos sociales a nóminas

Del expediente 98/08 la Fundación recibió 742.500 euros -el 75 por ciento del total de la misma- el 16 de diciembre de 2009, de manera que el 20 de abril de 2010 la fundación: 259.288,48 euros se destinaron a pagar nómina s de trabajadores de la fundación; 6.716,35 euros fueron destinados a pagar facturas de autobuses; y 75.810,47 euros a vigilancia de la sede de la Fundación y otros gastos de imprentas, «que nada tienen que ver con la actividad subvencionada».

También refiere que el acusado retiró 5.980 euros en efectivo el mismo día en disposiciones en caja menores de 3.000 euros, gastó 3.500 euros en la impresión de 2.000 documentos del X Encuentro de Solidaridad con Cuba y realizó una transferencia de 10.352 euros a una agencia de viajes.

El Fiscal ha preguntado tanto a López Adán como a Carlos Vázquez como a Antonio Rodrigo Torreijos por la adquisición de un horno incinerador para el cementerio de Colón de Cuba , que había sido adquirido por 34.500 euros. Según el acusado, ese dinero nunca salió la Fundación, aunque la factura de la empresa vasca que lo vendió esta a nombre de la entidad. Según al acusado, ese proyecto fue rechazado por la Fundación por ser inviable y la factura fue sacada del expediente. «No hemos manipulado las facturas», ha asegurado a preguntas del fiscal.

El horno incinerador solidario

Vázquez ha explicado que este proyecto se incluía en el expediente 98/08, pero ante el «drama» en La Habana de no poder hacer frente a los restos de sus cadáveres y la tardanza de la subvención, decidió hacer una cuestación entre organizaciones y colectivos solidarios para conseguir el dinero. Torrijos ha admitido que estas colectas son «bastante cercanas a nuestra praxis políticas». Una donación conseguida por Vázquez también sirvió para abonar las becas a niños saharauis.

El día 25 de marzo de 2011, López Adán presentó ante el Ayuntamiento un escrito de renuncia de la subvención 98/08 con el fin de poder reequilibrar las perdidas con una aportación extraordinaria del Ayuntamiento , pero a pesar de ello «ni devolvió el dinero, ni presentó cuenta justificativa de la misma, desconociendo el destino de los fondos de ésta y otras subvenciones menores».

El interventor ha negado que ésta fuera una propuesta suya como ha dicho el propio acusado. Braojos ha reiterado que el retraso en los pagos de las subvenciones tenían su causa en la falta de justificación, a cuyos cuentas justificativa ponía reparos , que el propio Torrijos solventaba por su propio cuenta y elevaba los expedientes de subvenciones al consejo de gobierno local para su aprobación definitiva.

López Adán, que se enfrenta a cuatro años de cárcel, se ha descargado de responsabilidad y ha asegurado en varias ocasiones que era el patronato quien decidía el plan anual de actuación, él sólo ejecutaba dicho plan , algo que ha remarcado Carlos Vázquez. Por último, ha negado que pidieran las subvenciones del expediente 98/08 para pagar deudas: «el interés fue siempre realizar los proyectos».

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