Luis Zorrilla en la frutería que regenta en el número 24 de la calle Santa Clara
Luis Zorrilla en la frutería que regenta en el número 24 de la calle Santa Clara - P. Y.
MI OTRA VIDA

Luis Zorrilla: el corazón verde de San Lorenzo

Luis Zorrilla Sánchez dejó su carrera futbolística en 1984 para montar una frutería en la calle Santa Clara de Sevilla

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Entre lechugas, judías, acelgas, pimientos, alcachofas, pepinos y espárragos visibles sobre las baldas blancas de su establecimiento, se muestran también los kiwis, fruta que como Luis, a pesar del paso de los años, mantiene el corazón verde.

- Muchos años en el Centro de Sevilla...

- Y eso que nací en Beni-Enzar (muy cerca de Nador), junto a Melilla. Fue casual porque mi padre era conductor de autobuses de la línea que unía Melilla y Beni-Enzar. Víví en Melilla con mis padres y mi hermana hasta que cumplí los tres años, que fue cuando nos mudamos a Algeciras. A los 17 años me vine a Sevilla porque un corredor me vio y vino a buscarme para hacer una prueba en el Betis y ya me quedé aquí con los juveniles cuando era presidente Núñez Naranjo.

- ¿Ya entonces vivías en San Lorenzo?

- Vivía en la Pensión Baena, en el número 5 de la calle Rubén, cuando costaba la pensión completa unas mil pesetas al mes. Estuve allí durante tres años, de los 17 a los 20 años.

- Y llegó el Betis Deportivo...

- A los 19 años me pasé al Betis Deportivo una temporada, pero a los 20 me llamó la Marina y estuve en San Fernando dos años, años en los que jugué en el equipo de allí, que jugaba entonces en Tercera División.

- ¿Cuándo llegó la Primera División?

Luis Zorrilla
Luis Zorrilla - P. Y

- Cuando acabé la mili regresé a la pensión de Sevilla y realicé la pretemporada con el Betis de Primera División. Entrenaba con José Luis García Traid cuando jugaban Esnaola, Benítez Biosca, Cobo, Cardeñosa, Alabanda, López, Regidor o Gordillo. Todavía nos saludamos cuando nos vemos por la Feria. Alguna vez me encontré con Bizcocho o Benítez cuando el Betis venía a San Lorenzo. Aquél mismo año me cedieron al Eldense donde estuve un año jugando en Tercera. Conseguimos subir a 2ª B porque fuimos campeones. Entonces regresé al Betis. Allí volví a hacer la pretemporada con el primer equipo del Betis el año que bajó a Segunda División y el entrenado era León Lasa.

- ¿Se podía vivir del fútbol entonces?

Entonces pedí la carta de libertad y fiché por el Valdepeñas otra temporada. Jugaba entonces en Tercera División, pero de allí me tuve que venir porque había problemas económicos y no pagaban. Regresé a Sevilla porque mi mujer (se casó con Cristina en 1978), estaba esperando mi segundo hijo, monté la frutería en 1984 y decidí dejar el fútbol profesional con 26 años. Me llamaron para fichar por otros equipos, pero con dos niños en el mundo y después de lo que me había ocurrido, no me atreví a marcharme de nuevo y me quedé aquí.

- ¿Cómo te cambió la vida?

- Dejé la buena vida. Pasé de levantarme a las nueve de la mañana a hacerlo a las tres menos diez de la madrugada. Ahora ya no es así porque llamas para hacer un pedido de fruta y te lo trae un camión a primera hora de la mañana, pero durante muchos años es lo que había.

«Entrenaba con José Luis García Traid cuando jugaban Esnaola, Benítez Biosca, Cobo, Cardeñosa, Alabanda, López, Regidor o Gordillo»

- ¿Echas de menos el deporte?

- Echo mucho de menos el fútbol. A veces pienso que porqué fui tan cabezón y me retiré tan joven. A lo mejor pude haber llegado más lejos, pero con la experiencia de un año sin cobrar estaba asustado: «Zorrilla estás loco, ¿cómo vas a dejar el fútbol?», me decía la gente. Piensa que los ingresos de un jugador de tercera División del año 1978 ó 1979 no eran nada malo. He tenido para vivir dignamente y mis tres hijos han estudiado.

- ¿Pero el fútbol se deja alguna vez?

- El fútbol no se deja nunca. Una vez montada la frutería jugaba al fútbol amateur. Jugué en Puente Genil, Riotinto, Dos Hermanas y Villamartín, fue cuando ya me retiré del todo con 29 años. Al campo no voy ya, aunque todas las semanas veo cinco ó seis partidos, pero ahora todo lo que veo es por televisión. Con la edad que tengo juego al fútbol sala los domingos en el pabellón de Pino Montano con un grupo de amigos que tenemos un equipo.

Y van ya muchos más años de frutero que de futbolista...

- Me gusta mi trabajo. Ahora disfruto con mi negocio. Me gusta tratar a la gente. Al principio era muy tímido. Nunca me imaginé que podría hacerme con el público y ahora me encanta.

«Con 17 años jugaba a la pelota en San Lorenzo y ahora los niños no salen. Me daban las once ó las doce de la noche jugando en la plaza»

- ¿Qué fruta recomendarías?

- La naranja es la reina de la fruta porque es jugosa, tiene sabor, vitaminas. Me encanta la fruta en su tiempo.

- En el barrio del Señor de Sevilla...

- Soy devoto del Gran Poder porque fue el primer templo en el que entré cuando llegué a Sevilla con 17 años, y verlo salir me encanta, aunque me gustan todas las cofradías.

- ¿En qué ha cambiado el barrio desde entonces?

- En el barrio de San Lorenzo había muchas personas mayores. Tenían un trato conmigo muy cariñoso. Esa generación ya ha pasado. Ahora hay más gente joven que mayores. Hay diferencias de la Sevilla de antes a la de ahora. Con 17 años jugaba a la pelota en San Lorenzo y ahora los niños no salen. Me daban las once ó las doce de la noche jugando en la plaza, y hablando con los amigos. Nos conocíamos todos. El trato era más familiar antes. Antes nos veíamos todos los días, y ahora no ves a los vecinos en tres o cuatro días. Es totalmente diferente.

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