Sevilla, espejo del cálido reino de Dorne

No es de extrañar que la HBO haya escogido España para rodar parte de la quinta temporada de «Juego de Tronos». En esta entrega aparece por primera vez el reino de Dorne, que según lo descrito por George R. R. Martin en la saga «Canción de Hielo y Fuego» es muy similar a nuestro país. Dorne es una península al sur de Poniente, la región más calurosa, aunque sus ríos y las lluvias la mantienen habitable. En el interior, el agua se convierte en un recurso preciado y reciben protección especial los manantiales y pozos, como si se hubieran informado de las eternas luchas por las conferencias hidrográficas en España. También se parecen sus habitantes, a los que se considera personas sensuales, de sangre caliente.

Pero igualmente tiene similitudes con los países árabes. Esto pudo mover tanto a los productores como a los creadores para inclinarse por rodar en Andalucía, donde existen grandes monumentos de la época de la ocupación musulmana, entre los que destacan la Mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada o el Alcázar de Sevilla. Pero ¿qué llevó al equipo a elegir Sevilla? Peter Welter, productor de Fresco Films Services -productora española encargada del proyecto- asegura que fue siempre la primera opción del productor americano Frank Doelger y de los creadores, Daniel Weiss y David Benioff. Fueron estos últimos los que afirmaron que no podían imaginar una localización que encajase mejor con lo que el autor de los libros había descrito.

Grabaciones andaluzas

Pero no sólo ruedan en Sevilla. Osuna es otro de los lugares que se verán en la quinta temporada de la serie y, aunque en un principio no se sabía, también han hecho tomas de ambiente en Córdoba. En el Alcázar de Sevilla se han grabado las escenas situadas en los Jardines del Agua, residencia del señor de Dorne, Doran Martell, interpretado por Alexander Siddig. Hasta allí se dirigirá Jaime Lannister, el «Matarreyes», bajo la piel del actor Nicolaj Coster Waldau. Allí se encontrará con Myrcella Baratheon, hija de Cersei, y con el resto de la familia Martell. Y hasta aquí se puede contar de lo que va a pasar en ese escenario.

El Salón de los Embajadores del palacio sevillano es uno de los interiores que se han grabado, el cual será reconocible para aquellos que lo haya visitado. En ese espacio tendrá lugar una cena, que el embajador de EE.UU., James Costos, que estuvo de visita en el set, calificó de «muy andaluza», aunque también se asemejaba a la comida marroquí. Durante su estancia en Dorne, Jaime Lannister dejará de lado su habitual armadura de Lord Comandante de la Guardia Real para vestirse con los ropajes típicos dornienses. Los extras, que en la grabación a la que tuvo acceso ABC eran diez, iban vestidos de guardias, tocados con turbantes.

El decorado -muy cuidado gracias al trabajo de los diseñadores de producción- se asemeja al de los palacios árabes que se pueden ver en otro tipo de producciones. Hay mesas, lámparas y alfombras que pueden encontrarse en los zocos de Marrakech o Estambul. El incienso da al lugar una atmósfera sensual, característica de Dorne, y proporciona textura a la imagen. El rodaje es metódico. Para preparar la iluminación y la composición del plano se recurre a dobles. Cuando el director, David Nutter en este caso, grita «¡Acción!», la escena se desarrolla ante el silencioso equipo, mientras en una sala aparte, Benioff y Weiss miran en unas pantallas lo que sucede en el set.

El equipo de rodaje destinado a Sevilla es el llamado Wolf Unit (Unidad Lobo), mientras que en Belfast, donde se graba el grueso de la producción, está el Dragon Unit (Unidad Dragón). Un tercer equipo, Raven Unit (Unidad Cuervo), sirve de apoyo. En Sevilla hay unas 200 personas trabajando, de las cuales casi la mitad son profesionales de la localidad andaluza. La jornada de trabajo es de ocho horas. De metraje solo sacan cuatro minutos, pero las escenas se repiten una y otra vez desde diferentes puntos de vista con tres cámaras.

Aunque Sevilla se caracteriza por el buen tiempo, durante los días de grabación -del 10 al 19 de octubre- las condiciones climatológicas no acompañaron, si bien no alteraron demasiado los planes de rodaje, ya que están acostumbrados a rodar en Belfast. Al ser preguntados por cómo afectarán los días nublados a la imagen que se da de Dorne, que se supone es un lugar soleado, han asegurado desde la productora que tras el trabajo de postproducción parecerá que las escenas se grabaron en días soleados.

Para saber qué deparará esta cena que corresponde al capítulo nueve, habrá que esperar a abril de 2015, cuando se estrene en Estados Unidos. Un día después lo hará en España, de la mano de Canal+.