Salud
Relaciones sexuales en la tercera edad: consejos para hombres mayores
En la tercera edad aún existen muchas formas de disfrutar de una vida sexual plena y gratificante
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Al envejecer, las relaciones sexuales se vuelven diferentes, lo que no quiere decir que tengan que dejar de ser satisfactorias. Aunque hasta hace poco era un tabú, muchas personas mayores siguen disfrutando de su sexualidad al menos hasta los 80 años. Hay muchas formas de obtener satisfacción mediante el sexo llegada la tercera edad. Además, todo esto contribuye a subir la autoestima y la salud física, entre otras cosas.
Los principales cambios que experimentan los hombres en cuanto a la función sexual cuando envejecen van parejos al descenso de los niveles de testosterona, y son los siguientes:
— Se requiere una mayor estimulación para lograr las erecciones y el orgasmo, así como para mantenerlos
— Los orgasmos son más cortos
— Se tiene menos fuerza en la eyaculación y se produce una menor cantidad de esperma
— Se necesita más tiempo para lograr otra erección después de eyacular
Como señalan los expertos de Mayo Clinic, estos cambios no tienen que suponer dejar de disfrutar del sexo. Adaptarse a los cambios del cuerpo es muy importante para mantener una vida sexual saludable y placentera, conociendo las características actuales del mismo para establecer unas rutinas u otras.
Sexo y problemas de salud
A partir de ciertas edades suelen aparecer determinados problemas de salud que pueden afectar a la vida y el desempeño sexual, como las enfermedades cardíacas o la artritis, pero estas tampoco significan necesariamente el fin del disfrute.
Si surgen dudas o preocupaciones sobre tener relaciones sexuales después de un ataque cardíaco , lo ideal es hablar con el médico para que aconseje. Si el dolor de la artritis dificulta las relaciones, es posible probar diferentes posiciones sexuales o aplicar calor para aliviar el dolor articular, ya sea antes o después de la actividad sexual.
Consej0s para las relaciones sexuales en la tercera edad
A continuación mostramos los consejos que aportan desde Mayo Clinic para que las personas mayores pueden mantener una vida sexual sana y placentera:
— Hablar con la pareja . Aunque al principio pueda costar, compartir abiertamente las necesidades, deseos y preocupaciones en materia sexual puede ayudar a incrementar la complicidad, a que ambos sepan lo que quieren y, en definitiva, a disfrutar más del sexo y la intimidad.
— Visitar al médico . Los profesionales son los más indicados para ayudar a controlar las afecciones crónicas y los medicamentos que afectan a la vida sexual. Si existen problemas para mantener una erección, el médico puede conocer el tratamiento adecuado.
— Acudir a un terapeuta sexual . Un terapeuta puede ayudar a las parejas que tengan preocupaciones o inquietudes específicas. El médico puede poner a los interesados en contacto con él.
— Abrir la mente y expandir la definición de sexo . Hay muchas otras formas de disfrutar de la vida sexual más allá de las relaciones sexuales con penetración. Tocar, besar y otros contactos íntimos pueden ser igual de gratificantes y estimulantes para una pareja mayor. Solo tienen que probar qué es lo que más les funciona.
— Adaptar la rutina a las posibilidades . A veces pequeños cambios simples pueden mejorar la vida sexual, como mantener relaciones a una hora en la que se tenga más energía para poder disfrutar más de las mismas. Por ejemplo, por la mañana, tras un sueño reparador. Asimismo, también es buena idea dedicar más tiempo a preparar el encuentro para conectar mejor tanto romántica como sexualmente.
— No rendirse si se ha perdido a la pareja . A muchas personas mayores les puede ser costar imaginar el comienzo de una nueva relación, pero hay muchas personas de la tercera edad solteras. Todo el mundo necesita en mayor o menor medida cercanía emocional e intimidad.
— Usar preservativos si se comienza una relación íntima con una nueva pareja . Aunque el riesgo de embarazo ya no exista, en la tercera edad aún se pueden contraer infecciones de transmisión sexual, como el herpes y la gonorrea, por lo que es mejor optar por la prevención.
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