Paradón de Keylor ante Aspas
Paradón de Keylor ante Aspas - efe
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Keylor, el éxito por la gracia de Dios

Su padre le abandonó cuando era niño. Fue a la iglesia para dar gracias por salir de una lesión. Allí conoció a Andrea, su actual esposa

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Le gusta bailar «salsa, bachata y merengue». Le habría encantado poder tocar música y siempre quiso «aprender guitarra, pero soy muy torpe y se me da mal». Cuando elige una canción, se decide por «Tiene tu color», de Jesús Adrián Romero. que rememora su romance con Andrea Salas. «Habla de que estando cerca de Dios todo se hace perfecto. Ese tema nos unió a los dos». La vida de Keylor Antonio Navas Gamboa se define en 28 años de sacrificio por conseguir ser un gran futbolista y superar todos los problemas de un chico humilde, nacido en el sitio más inesperado para ser el guardameta estelar del Real Madrid, en San Isidro, en el distrito costarricense de Pérez Celedón, donde sus compatriotas brindan en El Potro y otros bares y restaurantes con los triunfos de su vecino.

Rafa Benítez ensalza a un trabajador del fútbol con mucho talento. Keylor, Lucas Vázquez y Casemiro definen su ideología de este deporte: sacrificio para llegar a lo más alto.

«Me gusta bailar bachata, salsa y merengue. Querría aprender a tocar la guitarra»

San Isidro, la ciudad donde nació el «arquero», es un área de gente trabajadora. Su iglesia blanca de dos torres sobresale sobre la población. Allí, Keylor y su hermano Keylin se sintieron abandonados por su padre cuando eran niños. Su madre, profesora, su abuelo Juan Gamboa, que le llevó a los entrenamientos en la escuela futbolística ADEFIP de Pérez Celedón, y su abuela Elizabeth Guzmán, fueron los referentes en su vida. Le inculcaron la fe en Dios como apoyo moral para conseguir todo por medio del trabajo.

«Toda su vida ha sido un trabajo muy duro para llegar hasta el Real Madrid» afirma Ricardo Cabañas, su representante. «Su esfuerzo para triunfar ha sido constante. En el Levante fue suplente durante dos años (del 2011 al 2013) solo porque otro portero (Múnua) había llegado antes que él al club». La marcha de Múnua le permitió destacar en el club levantino y ser elegido el mejor «arquero» del Mundial de Brasil . Y llegar al Real Madrid.

Pero las cosas más importantes de su vida habían comenzado antes, en 2008, cuando ya era el guardameta titular del Saprissa costarricense después de haber sido rechazado por los técnicos durante su niñez por ser bajito. Aquel año sufrió una lesión de rodilla. Se recuperó. Y acudió a la congregación evangélica de la ciudad de Santa Ana para dar gracias por superar el trance. Iba los lunes y los martes. Allí conoció a la famosa Andrea Salas y su hija Daniela. La modelo buscaba encontrarse a sí misma después de años de portadas eróticas y amores de televisión y revista. Navas quedó prendado de ella. Y la conquistó por medio de Daniela. Se ganó a la hija y llegó al corazón de su madre.

Su relación supuso un cambio radical en la vida de la modelo. Dejó esa profesión y se casó con Keylor. Se dedicó a asesorarle y se especializó en diseño de páginas web.

«Rezaré aunque me insulten»

La congregación Theos fue fundamental en sus vidas. Por eso vemos al arquero rezar de rodillas antes de cada partido. «Muchos me insultan cuando me ven de rodillas, me dicen que Dios no existe, pero yo seguiré rezando en cada estadio», subraya Navas.

Paco Buyo: «Es una lástima que fuera suplente el año pasado»

Gabelo Conejo, exportero costarricense, asegura que no tiene límites: «Siempre quiso llegar arriba y está capacitado para ello gracias a su calidad y su fuerza de voluntad inacabable». Keylor recuerda que desde niño pensó en el Madrid: «Mi sueño era jugar en este equipo. Lo he cumplido».

Ahora ha acabado con la polémica de la portería después de tres años de discusión en torno a Casillas. Sus paradas frente al Celta fueron la rúbrica de su confirmación. «Pruebas como la de Vigo fortalecen nuestro objetivo de ganar la Liga», manifiesta Navas. «Tengo mucha confianza, los compañeros me la dan y el equipo está muy unido».

Paco Buyo, estandarte histórico de la portería madridista, habla muy claro: «Es una lástima que fuera suplente la temporada pasada. Fue el mejor guardameta en el Mundial y es un portero a la altura del Real Madrid. Tiene una fantástica velocidad de reacción. Se adelanta a los acontecimientos, un dato clave. Y juega muy bien con los pies. No tenía dudas de que era el hombre que necesitábamos».

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