Illarra, la historia se repite: la Real y el Athletic

Asier Illarramendi vivirá otro verano de incógnitas, a la espera de la decisión de Benítez sobre su futuro. El año pasado se quedó en el Real Madrid porque Ancelotti prefería tener a todo el rebaño junto y no perder ninguna oveja blanca, por si hacia falta lana. La verdad es que le sobraban futbolistas, porque no los utilizó. Y el centrocampista guipuzcoano no quiso forzar su adiós. Deseaba intentar conquistar un puesto en el once.

En diciembre, Illarra sabía que era imposible ser titular. Llegó el Athletic en enero con una propuesta de traspaso que superaba los 20 millones de euros. El club dejó la decisión a los pies de Ancelotti y del jugador. El italiano volvió a querer guardar toda la lana.

El centrocampista tampoco quiso dejar el sueño. Y acabó la temporada como suplente incluso de Ramos, que ejerció de medio en un mensaje claro del técnico. El mismo que le dijo al guipuzcoano que se quedara. Asier no tiene sitio. Y vuelve Casemiro. Y puede ser fichado otro futbolista para esa línea.

Su sufrimiento al ponerse a dirigir el juego es manifiesto. La presión del Real Madrid es mucha. Ahora vuelve a enfrentarse al dilema. Tras golear al Getafe en la última jornada liguera, Asier adujo que es jugador del Real Madrid y no ha decidido marcharse. Pero la Real Sociedad, su club de procedencia, desea recuperarle. Ya le dijo en enero que no aceptara irse al «enemigo», el Athletic. El problema es que su antiguo equipo, donde se formó, no tiene dinero para una transferencia. Y el conjunto rojiblanco puede volver a la carga, aunque no le gustara la negativa anterior. Illarra tendrá que decidir. Quiere esperar a escuchar la opinión de Benítez.