Objetivo, marcar a balón parado en casa de Simeone

Vuelve la Champions y el Real Madrid se transforma. Es el torneo que ha definido su historia. Henchido de moral por colocarse a dos puntos del Barcelona en la Liga, confiado en su fuerza para ganarla, el conjunto blanco aborda la Copa de Europa con una confianza que hace un mes no existía. El parte de guerra del Real Madrid para la batalla del Manzanares es tan conciso como elocuente. Objetivo: marcar en terreno enemigo.

El general» Ancelotti ha expuesto a sus soldados que no pueden repetise los tres fracasos de las tres últimas contiendas en territorio enemigo, en las que sus hombres perdieron por 1-0 en la Supercopa de España, por 2-0 en la Copa y por 4-0 en la Liga.

El peor dato de esos fiascos es que el conjunto blanco no consiguió un solo tanto en el Calderón. El italiano ha hablado en profundidad con sus pupilos. Llega la hora de la verdad de la temporada y el Real Madrid conoce muy bien los dos secretos para ganar la Liga de Campeones: no cometer un fallo grave y anotar un gol a domicilio. Es el reto que el entrenador ha trabajado específicamente con sus jugadores en una las facetas fundamentales: las jugadas a balón parado.

Ancelotti ensaya con sus futbolistas las acciones de estrategia en busca de ese gol que puede ser decisivo en la eliminatoria frente al Atlético. Hay un punto de partida táctico. Sabe que la orden de Simeone a sus hombres es cortar mucho el juego para impedir que el Real Madrid imponga su ritmo cuando tenga el balón y en esa situación será muy importante el ataque estático en faltas y saques de esquina.

Kroos y Modric botarán los centros. Isco es la tercera opción. El movimiento estratégico de ataque estipula que Cristiano bascula hacia el primer poste, para atraer rivales y dejar que Pepe salte por el medio. Benzema y Bale suelen colocarse por el segundo palo. Y Ramos, el mejor ariete de cabeza de la plantilla, posee libertad de movimientos para entrar por donde quiera, dada su capacidad para quitarse de encima a su marcador y conectar el testarazo desde cualquier zona del área. Godín y Tiago suelen ser los encargados de maniatar al sevillano, cuya habilidad para conseguir el remate es una virtud todavía indescifrable. El Bayern, el Atlético en Lisboa y el San Lorenzo en el Mundial de Clubes lo pagaron muy caro.

Ancelotti trabaja un capítulo que para Simeone es una enciclopedia. El Atlético suma 59 tantos en Liga y 32 fructificaron en acciones a balón parado. Por ello, el técnico madridista ensaya igualmente la defensa estática para frenar al mejor conjunto de ataque ofensivo por alto.

Las misiones defensivas están definidas. Ramos vigilará habitualmente a Godín, que igualmente es el mejor rematador aéreo del rival. Es un duelo de altura, siempre bonito. Pepe perseguirá a Miranda si sube al área. Carvajal y Kroos se pegarán a Tiago, que suele entrar al primer palo, como bien recuerda Casillas, silbado por aquel gol sufrido en Liga el 13 de septiembre (1-2). Íker soportó injustamente aquellos pitos porque la historia se repetía en el Bernabéu. Tres semanas antes había recibido otro tanto similar de Raúl García en la Supercopa de España (1-1). El Madrid defendió mal ambos saques de esquina de los rojiblancos. Esos fallos han sido abordados al detalle por Ancelotti en una labor desarrollada en el césped y en el vídeo para anular al peor enemigo en las acciones de estrategia.

Imponer el ritmo del partido, tener el balón, aplicar intensidad y jugar con velocidad son las otras cuatro premisas que el italiano analiza con sus futbolistas. Exige a sus hombres ponerse el mono de trabajo y buscar a Cristiano, que ha vuelto a encontrar la luz, con pases largos y al hueco. Argumenta que la causa principal del 4-0 sufrido en la Liga fue la ausencia de cuatro baluartes de su esquema, Pepe, Ramos, Modric y James. Mañana alineará a los cuatro. Podrá presentar su once de gala.

Gareth Bale volvió a entrenarse con la plantilla y se encuentra en condiciones de reaparecer, aunque no se ha recuperado totalmente de la sobrecarga en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Ancelotti no engaña y exhibe optimismo ante el futuro de la Champions y de la Liga. «Tengo a todos los jugadores bien».

El objetivo es romper el maleficio del Manzanares. El Real Madrid planteará el 4-4-2 que esgrimió en el Camp Nou. Marcelo apoyará al cuarteto centrocampista ante la población de medios que Simeone situará en el Calderón. Es la otra clave. La primera es el balón parado.