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REAL MADRID

Casillas ha recuperado la seguridad y la confianza

El capitán afirma: «Soy el mismo de siempre». Necesitaba un golpe de mano como el penalti para reafirmar su estado de forma

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Casillas salvó el momento crítico del partido de Almería e hizo despertar a la fiera, Cristiano, que marcó otros dos goles y lleva 25 en la Liga y 32 en toda la temporada del Real Madrid, camino del tercer Balón de Oro. Pero el portugués rubricó un encuentro solucionado por el capitán. Íker ha vuelto. Para mucho nunca se había ido.

«Soy el mismo de siempre», señalaba el guardameta. El madrileño siempre ha reconocido que su perdida de la titularidad en la era Mourinho supuso una perdida de ritmo de competición y un descenso en la confianza y stguridad en su juego. Era normal.

Ahora, el portero ha recuperado esa confianza y siente la seguridad que se resintió con la suplencia sufrida durante año y medio.

Casillas solucionó el encuentro más duro de las veinte victorias consecutivas. Detuvo a Verza un lanzamiento de penalti que habría supuesto la igualada a dos tantos y una complicación extraordinaria para el líder. Pero en ese momento difícil surgió la mano del santo. Íker realizó una estirada sensacional al buen disparo de Verza. Era la respuesta del capitán del Real Madrid al trallazo que el jugador almeriense había convertido anteriormente en el empate a uno, imparable.

El centrocampista local estaba hundido por haber desperdiciado esta segunda oportunidad de equilibrar la contienda. Miguel Rivera, técnico rojiblanco, consolaba a su pupilo. No había fallado. Todo era mérito de Casillas. Ancelotti lo lo manifestaba con rotundidad. «Íker ha sido determinante para nosotros con la parada del penalti», señalaba el italiano. «Ha evitado un segundo empate del Almería. Ha sido decisivo en un momento complicado».

El entrenador del líder aplaudió al guardameta con ganas al ver su excelente despeje, un portento de visión y de reflejos. Recordó al Íker de antaño. Casillas ha vuelto. William Vecchi también ovacionó al madrileño. El entrenador de porteros argumenta que ve muy bien al portero desde hace mucho tiempo. El jefe de los dos, «Carletto», ha dado total confianza a Íker para que recuperara la forma y la seguridad que le hizo estelar. Anoche volvió a serlo. Íker se siente importante. El capitán reconocía hace meses que necesitaba jugar para reeditar esas sensaciones que le hicieron y le hacen sentirse importante a un jugador.

En Almería era un hombre feliz. Había solventado un problema: «Detener el penalti ha sido decisivo para el partido, sí», declaraba Casillas. «Si el Almería marca el empate a dos, todo habría sido muy diferente. Hemos reaccionado a partir de ahí». El guardameta era sincero al valorar el esfuerzo enorme que el Madrid tuvo que hacer para sacar adelante este encuentro: «No sé si, en un análisis general, es el partido en el que nos hemos sentido más incómodos. Puede ser. En el descanso hemos hablado de que no estábamos jugando a nuestro nivel».

Continuó con su objetividad al reflexionar con la verdad por delante: «Hemos tenido un pelín de fortuna». Aunque daba relevancia a la capacidad del equipo para solucionar los problemas: «También hay que sacar estos partidos y lo hemos hecho. Cristiano ha marcado después dos goles, la delantera ha funcionado y la defensa ha estado igualmente magnífica. Todo el mundo ha sabido responder cuando había que hacerlo». Ahora sueña con añadir a su palmarés el Mundial de Clubes: «Todos queremos ganar un título que el Real Madrid no posee. Sería poner la guinda, una matrícula de honor, a un año espléndido». Casillas se siente otra vez un líder. Vuevel a ser talismán.

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