Ciencia

El ingeniero de Utrera que sigue soñando con las estrellas

Alejandro Jos ha dirigido casi treinta lanzamientos de globos de helio a la estratosfera

Uno de los lanzamientos a la estratosfera realizado en el colegio de los Salesianos A.F.

Alberto Flores

La inmensidad del espacio y el misterio que supone el universo infinito han sido siempre temas que han marcado la vida del ingeniero industrial utrerano Alejandro Jos. Una afición que fructificó en el año 2011 con la realización de un sueño que le permite explorar la tierra desde más de treinta kilómetros de altura . Cuando era muy pequeño, Alejandro ya se sentía atraído por todas las cuestiones relacionadas con el espacio y la aeronáutica, una afición que le ha impulsado a ser en la actualidad el responsable de un atractivo proyecto que buscar despertar vocaciones científicas en centros de enseñanza secundaria de la localidad. 

La idea era sencilla en teoría y difícil en la práctica. Se trataba de crear una pequeña cápsula, introducir en ella una serie de cámaras fotográficas y de vídeo, atarla a un globo de helio y dejar que la gravedad hiciera el trabajo hasta llegar a la estratosfera. Una vez allí, el globo explota y la cápsula, dotada también de sistemas de posicionamiento, planeaba plácidamente gracias a un paracaídas hasta alcanzar de nuevo la superficie terrestre. Después llegaba el momento más apasionante; localizar la cápsula con el GPS y revisar las impresionantes imágenes registradas por las cámaras, en las que se mostraba la insignificancia de los humanos con respecto a la grandeza del universo. 

A lo largo del pasado curso participaron en este proyecto cuatro centros de enseñanza secundaria de Utrera, que a lo largo de todo el año crearon diferentes equipos para coordinar el lanzamiento de los globos. Una idea que promueve el conocimiento de conceptos básicos de la ciencia, el trabajo en equipo y mantiene en los más jóvenes la capacidad de sorprenderse y maravillarse ante el universo. « Cuando hice uno de los primeros lanzamientos le dí a mi hijo algunas fotografías para que se las enseñara a sus compañeros de clase y resultó que les encantaron . Por eso, se me ocurrió que podíamos organizar un lanzamiento en su colegio y luego desde el Ayuntamiento se me ofreció llevar la actividad a los demás centros», cuenta Alejandro, que ya ha dirigido varios lanzamientos en los que los alumnos han disfrutado al máximo contemplando las espectaculares imágenes que da como resultado este curioso vuelo. 

Al margen de su afición por todas las cuestiones relacionadas con el espacio, este utrerano es todo un ejemplo de persona curiosa, intrépida, emprendedora y viajera: « Es importante salir fuera para formarse, no debe ser nunca un drama , no podemos tener la mentalidad provinciana de decir que Utrera es el mejor pueblo del mundo, que probablemente lo sea, sin haber conocido otros países, es clave la amplitud de miras que te ofrece vivir un tiempo en el extranjero». 

Durante nueve años este utrerano de adopción trabajó para la empresa Abengoa, hasta que en el año 2005 quiso darle un giro de timón a su vida profesional y se enfrascó en la aventura de formar parte de la empresa sevillana Clever Global. Se trata de una firma dedicada a la gestión global de proveedores y contratistas, que empezó de cero y que en la actualidad tiene filiales en catorce países, los sistemas de gestión informática que ha creado se usan en 54 naciones y controla a 450.000 trabajadores en todo el mundo . Además se trata de una empresa que en la actualidad cotiza en el denominado mercado alternativo bursátil (MAB), lo que podría denominarse la bolsa de las PYMES. 

Este proyecto que nació de manera titubeante en las pistas del Club de Aeromodelismo y Radio Control de Utrera, se ha convertido en la actualidad en «Near Space», una iniciativa gracias a la cual Alejandro ha sido el responsable ya de 29 lanzamientos, que le han permitido también realizar experimentos de corte científico. « Al principio, cuando les comenté la idea a mis amigos me tomaban por loco, y ahora el proyecto se realiza en los institutos de Utrera , con el objetivo de poder despertar entre los chavales vocaciones científicas», explica el ingeniero. 

 

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